El arzobispo de Xalapa Jorge Carlos Patrón Wong, visiblemente consternado y con la tristeza que se reflejaba en su rostro, afirmó que papa Francisco nos ha dejado a todos un ejemplo de vida al presidir la eucaristía este lunes en que falleció el Pontífice Jorge Mario Bergoglio
Al frente del altar de la Catedral Metropolitana de Xalapa, ante cientos de feligreses, fue colocado un cuadro con la imagen del Papa por quien hoy pidió orar y dar gracias por el gran regalo que recibieron los católicos con su presencia.
En su homilía, donde minutos antes se tocaron cien campanadas para confirmar la muerte del papa, como se realizó en todas las catedrales del mundo, el arzobispo llamó a dar gracias por tener en el Papa Francisco un ejemplo de vida, como ser humano, cristiano, sacerdote, obispo y Santo Padre y dijo que a Veracruz lo va a recordar siempre por el café.
El Papa disfrutaba del café veracruzano afirma el arzobispo de Xalapa Jorge Carlos Patrón Wong
A Veracruz lo va a recordar siempre por el café, las tres ocasiones que tuve oportunidad de ir a Roma a reuniones (...) siempre le llevaba al Papa una maleta llena de café veracruzano, de todas las marcas y recuerdo que siempre me decía es mucho café y yo le decía que así es nuestra gente de Veracruz, muy generosa, era de todas las marcas, así nadie se molesta”.
Narró que había una marca especial que las veces que le llevaba, el Papa tomaba el paquete y en silencio lo observa: “era el café de nuestro Seminario Rafael Guízar y Valencia, hay una fotografía donde él lo toma y lo único que hacía era observarlo, me daba la sensación que entraban en contacto por segundos con un santo, que hacía una conexión también espiritual con nuestro pueblo de Xalapa y Veracruz”.
El arzobispo contó algunas de las experiencias que tuvo viviendo ocho años con el Papa, lo que nunca imagino, donde siempre se mostró como un gran ser humano, cercano a todos y dejando un gran legado.
“La Pascua del 2025 la recordaremos siempre”
La Pascua 2025 la recordaremos siempre, dijo el prelado al recordar que el Papa el Jueves Santo con las fuerzas mermadas, delicado de salud, fue a la cárcel, como lo acostumbraba todos los jueves santos y no pudo lavar los pies de los hermanos en prisión, pero estuvo ahí orando por ellos y bendiciéndolos.
El Viernes Santo, narró, él vivió en su propio cuerpo y enfermedad, en su propia carne y humanidad la pasión de Jesús. Además, el Domingo de Pascua al final de la celebración dio la última bendición como representante de Cristo y sucesor de San Pedro para toda la humanidad, el mundo y la ciudad de Roma.
“El lunes de Pascua, de la resurrección se fue a la casa de padre, es llamado por Dios a la casa del Padre y se conjugan en nosotros dos sentimientos que nos pasa cuando perdimos a un ser querido: hay por una parte una tristeza verdadera, profunda en el corazón, pero al mismo tiempo una certeza de que nuestro ser querido vive”, dijo.
Al final de la eucaristía el arzobispo de Xalapa hizo una oración por el eterno descanso del Papa Francisco.