Inicia proceso en el Juzgado contra homicida de gerente pizzeria Angelotti.

El Juzgado Tercero de Primera Instancia inició ayer el proceso penal en contra del detenido Enrique Alejandro Blanco Rosas, como probable responsable del delito de homicidio, en agravio del encargado de una pizzería de Cuitláhuac.
Al ser presentado, el acusado ratificó sus declaraciones dadas con anterioridad ante la agencia del Ministerio Público, donde confesó haber dado muerte al empleado Rafael Galindo Martínez, quien tenía 43 años y era originario de Tierra Blanca.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado lunes, cuando el ahora procesado y la víctima, se encontraban en el interior de la pizzería denominada "Angelotti", de la avenida 3, entre calles 6 y 8, de Cuitláhuac.
Ahí, según lo declarado y demostrado en la reconstrucción de hechos, el ahora inculpado se encontraba inicialmente tomando cervezas y tras reñir con el encargado, lo agredió a golpes, tirándolo al piso, para luego azotarlo y asimismo, pegarle en la cabeza con un molcajete, hasta dejarlo desangrándose.

Luego, el agresor sustrajo más de $7 mil y escapó, pero horas después, cuando regresó al lugar para preguntar por la víctima y pretender pasar desapercibido, fue descubierto y detenido por las autoridades.

Blanco Rosas permaneció preso 2 días y posteriormente fue turnado ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia, por lo que ingresó al penal de "La Toma", donde ayer al mediodía fue presentado a la rejilla de prácticas.

Al acusado, le fue leída su declaración ministerial, donde admitió haber asesinado a su compañero de trabajo, asegurando que lo hizo por motivos pasionales, ya que la víctima era su pareja sentimental, y lo había amenazado con ir a buscar a una mesera, por lo cual el presunto responsable se enfadó y decidió ultimar al empleado.

En la declaración que le fue leída al inculpado, entre otras cosas menciona el joven menciona que sostuvo una riña con el finado porque éste le propuso tener relaciones, a lo cual él se negó, y debido a ello, la víctima lo amenazó con ir a ver a una mesera.

Por eso, dijo, "le pegué y lo tiré al piso, donde lo azoté varias veces, y después le pegué con el molcajete en la cabeza; luego saqué el dinero y fui a depositarlo a una deuda que tiene mi mamá; después regresé para preguntar por mi compañero, pero me detuvo la Policía y no me arrepiento de lo que hice".

En la diligencia estuvieron presentes el agente del Ministerio Público Alfonso García Hernández, y la defensora de oficio Esther Flores Hernández, pero no fue necesario que interrogaran al acusado, debido a que éste ratificó sus declaraciones, en las cuáles prácticamente se encuentra confeso de ser el autor material del homicidio.

Debido a que la defensa solicitó la duplicidad del término constitucional, será hasta el próximo martes cuando el juez Roberto Dorantes Romero, determine la situación legal del inculpado, dentro de la causa penal 202/11.

De acuerdo con la legislación estatal, el delito de homicidio calificado se sanciona con pena privativa de libertad de 50 a 70 años, y la determinación está sujeta al criterio del juzgador, tomando en cuenta las condiciones en que se dieron los hechos.