Un campesino de la comunidad de Monte Blanco, fue hallado sin vida sobre un camino de terracería, lo que desató la movilización de las autoridades Municipales, estatales así como Ministeriales, tras el llamado de los vecinos, comprobándose que la muerte del infortunado se debido a que un día antes estuvo consumiendo bebidas embriagantes, descartándose que su muerte se haya tratado de algún posible homicidio.
De acuerdo al informe de las autoridades Ministeriales, indican que los hechos ocurrieron cerca de las 06:50 horas del domingo luego de que habitantes de la avenida Ignacio Allende y calle Lerdo de Tejeda al caminar cerca del lugar conocido como La Capilla, se llevaron la sorpresa de encontrar a una persona del sexo masculino tirado sobre el camino de terracería boca abajo y sin vida, lo que provocó que de manera inmediata dieran parte a través del número de emergencias 060 a la policía municipal de Fortín de las Flores.
En cuestión de minutos arribaron al lugar, oficiales preventivos al mando del inspector Juan Manuel Arzola los cuales al corroborar la existencia de una persona sin vida, se limitaron en dar parte a las autoridades Ministeriales.
Por su parte elementos de la (SSP) así como de la AVI al mando del comandante Manuel Paz y Puente López, llegaron para tomar conocimiento del hallazgo, en tanto peritos en criminalística de los Servicios Periciales de la PGJ realizaron una inspección ocular del lugar.
Cabe informar que tras la muerte del campesino, al lugar del hallazgo se presento la señora Gloria Martínez Olivares, quien identificó el cuerpo como el de su marido Jesús Reyes Ojeda de 60 años, con vivienda en Monte Blanco, quienes dieron a conocer a las autoridades Ministeriales que el hoy occiso llevaba varios días consumiendo alcohol, presumiendo que al caminar tropezó con una piedra que derivo cayera contra el piso lesionándose el rostro, al tiempo de que al encontrarse en estado de ebriedad, provocó que se ahogara con su propia sangre.
Finalmente el cuerpo fue retirado del y enviado al anfiteatro de una funeraria local para realizarle la necropsia de rigor con el fin de determinar las verdaderas causas de su muerte