GUADALAJARA: Encuentran cadáver enterrado en el cerro del Gato
Un hombre fue privado de la vida, después sus victimarios lo enterraron detrás del templo de la Santa Muerte en Tlaquepaque.
Policiaca
- 2011-05-09
De una manera misteriosa y macabra fue encontrado el cuerpo de un hombre en el cerro del Gato, en el municipio de Tlaquepaque por elementos de la policía de Tonalá, luego de recibir un reporte de una persona que acudió al templo de la Santa Muerte que se ubica en esa zona alejada de las casas de Arroyo de en medio.
Eran las 17:00 horas cuando se recibió un reporte a las autoridades del municipio de la villa de la cerámica, les indicaban que personal de Tonalá había acudido al mencionado cerro después de que una señora acudió al templo y se percató de que el cadáver estaba en el lugar semienterrado.
Al llegar los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), junto con el Ministerio Público y el personal del área de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ), encontraron enterrado el cuerpo de un hombre a unos 60 centímetros de profundidad, lleno de cal.
Tanto el IJCF y la PGJEJ no se explicaron cómo es que una persona pudo saber que un cuerpo estaba enterrado en el lugar, pues a primera vista solo se apreciaba tierra removida en el sitio.
La policía de Tlaquepaque detalló que la tarde de este sábado, cerca de las 20:00 horas, un grupo de hombres a bordo de un vehículo compacto arribaron al lugar e hicieron detonaciones de arma de fuego, después volvieron a descender del cerro minutos después.
Los vecinos del lugar informaron que al cerro suben muchas personas en la noche, sobre todo los fines de semana, sujetos armados suben a realizar detonaciones sin que nadie les diga nada.
Los peritos se valieron de pala y pico para poder desenterrar el cadáver, al hacer la excavación el personal actuó con cautela para evitar modificar la escena del crimen, después de varios minutos se percataron de que el cuerpo estaba rociado con cal, tenía una venda en los ojos y un impacto de arma de fuego en el cráneo.
Vestía un pantalón de mezclilla en color oscuro, calcetines negros, una playera blanca y aparentaba una edad de entre 30 a 35 años, tenía el pelo corto, barba de candado y de complexión delgada.
Después de varias horas, finalmente el cuerpo pudo ser rescatado de la complicada zona, a la que suben los que tienen propiedad o van en busca de la Santa Muerte, cuyo templo pequeño y coloreado de morado deja entrever el misterio del culto que se le rinde, lugar que en esta ocasión fue utilizado para matar a un hombre.