En el año 2013 el fotoperiodista Félix Márquez, de la agencia CuartoOscuro, mostró con fotografías a un conglomerado que dijo pertenecer a un grupo de “autodefensa” del municipio de Tlaxicoyan, en nuestro estado de Veracruz..
A Márquez se le acusó de haber realizado un montaje con fotos de archivo y hasta de pagar a la gente para que posara para él.
Cuando el pasado 11 de febrero del presente año, se publicó ENRED, que en el municipio de Zongolica, de nuestro estado de Veracruz, hicieron “su aparición las autodefensas”, que tenían toda la intención de “tomar las armas y hacer lo que el gobierno no ha podido”, porque los vecinos de ese lugar han solicitado el apoyo de las autoridades estatales y federales en reiteradas ocasiones y, dicen, “como era de esperarse, nunca llegó”.
Román Vázquez González, vocero de ese grupo, añade: “-Pedimos el apoyo de las autoridades y nada, ni el Ejército puede con esa gente que nos quita el dinero, nos cobra derecho de piso, nos roba, nos golpea, nos mata a nuestra gente y se ha llevado a muchos que no hay para cuando regresen; no sabemos nada de ellos, algunas personas vendieron su único patrimonio para pagar el rescate y tener de vuelta a sus familiares".
Desde luego, que el primero en desmentir lo de la “autodefensas” de Zongolica, fue el secretario del municipio de Zongolica, Efraín García Zavala, el 12 de febrero del presente año, quien declararía a WEU Noticias, a través de una entrevista telefónica, que en ese municipio no hay grupos de autodefensas. Textualmente aseveró: “No existen grupos de autodefensas de Zongolica (…).
También el secretario de Gobierno del Estado de Veracruz, Erick Lagos, negó tal posibilidad, señalando “-En referencia a la versión que ha circulado en distintos medios sobre la presencia de grupos de autodefensa en Zongolica, no existe ninguna autodefensa en Zongolica ni en ningún otro lugar del estado".
Por lo menos, es lo que se dijo apenas la semana pasada.
Se confirma la existencia de “autodefensas”
El mismo 12 de febrero de este año, COMUNICA NETWORKS, desde Zongolica, reporta que “El gobierno federal responde a la presencia de autodefensas en la Sierra de Zongolica y envía representantes del Ejército Mexicano para reunirse con el asesor de estos grupos…”.
La misma fuente señala que desde el martes 11 de este mes “…un grupo militar encabezado por el coronel Fernando Lima Cuauhxochitl, representante del 83° Batallón de Infantería perteneciente a la 6ª región militar, quien por más de una hora y a puerta cerrada, sostuvo una reunión con Román Vázquez González, asesor de las autodefensas y también presidente de la Asociación Civil Movimiento Indígena Liberal Plural por la autonomía de Zongolica (MILPAZ)”
Según el boletín 438 del gobierno del Estado, señala como palabras del gobernador de Veracruz, las siguientes: ““En el estado no existe ningún grupo de autodefensa, ya que cuenta con instituciones que cumplen con su responsabilidad de velar por la tranquilidad en toda la entidad”.
Ya antes, en un informe que presentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a través de su presidente Raúl Plascencia Villanueva, mencionó “…que existen riesgos de que los grupos se incrementen, sobre todo en Veracruz, Tamaulipas y Morelos”, refiriéndose a los grupos de autodefensa.
¿Qué son los grupos de autodefensas?
Ricardo Alemán, en su columna Itinerario Político, publicada el 3 de febrero del presente año, en El Universal, dice que hay que “…reconocer el fenómeno de “autodefensa” ni es nuevo ni es exclusivo de los michoacanos. En realidad hemos recurrido o recurrimos cotidianamente a por lo menos una expresión de “autodefensa”…”.
“En el fondo, todos o casi todos recurrimos de manera cotidiana a una o más modalidades de “autodefensa”, ante las fallas del estado. Por ejemplo, en las colonias pudientes de las zonas metropolitanas de todo el país son comunes los fraccionamientos cerrados, de calles bloqueadas, con seguridad privada y guardias armados. ¿Por qué?”
“Porque igual que en los municipios michoacanos de la Tierra Caliente, los habitantes de esas exclusivas colonias o fraccionamientos prefieren pagar “autodefensas”, ante la ineficiencia de la seguridad pública y el fracaso de las instituciones de seguridad. Y el tema de la “exclusividad” –que de suyo es otra forma de “autodefensa” clásica–, llega a niveles de risa cuando los propios criminales se esconden en los fraccionamientos más exclusivos del país”.
“Muchos otros se escandalizan cuando el titular de Gobernación, Miguel Osorio, y el comisionado para Michoacán, Alfredo Castillo, anunciaron la regularización de las “autodefensas” michoacanas. ¿Pero qué creen? Que tampoco es una novedad. Hoy, en la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), existe una Dirección General de Seguridad Privada (DGSP), que precisamente regula a las empresas privadas de seguridad. Esas empresas son autodefensas registradas y su finalidad es la misma que las “autodefensas” michoacanas”.
¿Entendimos?
Las autodefensas son grupos organizados, con el fin de proteger o protegerse cuando la seguridad pública es deficiente, omisa o inexistente. Puede ser ejercida la autodefensa a través de servicios “profesionales” prestada por organizaciones privadas o públicas, como en el caso de Veracruz, que lo proporciona el IPAX. También puede ser ejercida la “autodefensa” por voluntarios o por profesionales en ese tema. Y en casi todos los casos, el gobierno les extiende reconocimiento a través de una Dirección General de Seguridad Privada.
Desde 1864 existen “autodefensas” en Minatitlán
Visto lo anterior, y entendidos de que son legales y autorizadas las “autodefensas”, tenemos que “hacer un poco de memoria”, para saber que desde hace muchos años, casi ciento cincuenta, en Minatitlán ya existían las “autodefensas”.
La primera evidencia de grupos de “autodefensa” en Minatitlán, se da en 1864, durante la Intervención Francesa (1862-1867), seis meses después de la Batalla de Totoapan (18 de Octubre de 1863), cuando el Ejército Nacional tenía todo dispuesto para recuperar la población: “…por conducto de los comerciantes ingleses Santiago Wright y W. Prince y del doctor Juan D. Smith, se intimó rendición de la plaza, poniéndosele un plazo de 24 horas para desocuparla en caso de que los franceses estuviesen dispuestos a evacuarla, o de dos horas para contestar en caso de que estuvieran dispuestos a hacer resistencia”.
Como Minatitlán era “…el último reducto que ocupaban los franceses en la región del Coatzacoalcos, fuertes núcleos de tropas regionales ocuparon las poblaciones de Acayucan, Jáltipan, Chinameca y Cosoleacaque, y grandes grupos de rancheros y ribereños fueron a engrosar las filas de los patriotas”.
¡Aquí están pues, las primeras “autodefensas” en Minatitlán y de la región.
Las autodefensas durante la Revolución
El 15 de mayo de 1912, a las seis de la mañana, revolucionarios orozquistas atacan Minatitlán, siendo rechazados con grandes pérdidas para la guarnición compuesta por ocho rurales y los voluntarios de la Defensa Social formados por trabajadores de la refinería y comerciantes. Aquí aparecen otras “autodefensas”. El Jefe Político del Cantón, el doctor José Manuel Puig Casauranc tenía tres días de haber recibido el cargo de don José María Rodríguez, y había solicitado ayuda de los jefes de la refinería local y de las fuerzas armadas destacamentadas en Coatzacoalcos. Triunfaron los constitucionalistas, siendo ocupada la ciudad de Minatitlán en julio de 1912.
Las autodefensas de la industria petrolera
En 1910, cuando ya operaba la industria petrolera en Minatitlán, la compañía utilizaba las “autodefensas” para reclutar personal, mediante un ingenioso sistema de “contratación”, donde usaron a esos grupos. Además del reclutamiento por capacidad, se impuso otro “…muy especial: Llegaban al lugar, organizaban una fiesta que duraba alrededor de cuatro días y de acuerdo con la autoridad municipal, ponían dinero sobre una mesa y preguntaban a la gente si deseaban trabajar en Minatitlán por siete meses con un adelanto de $ 1.50. En caso de que el trabajador contratado en esta forma huyera con el dinero y lo atraparan, le cobraban mucho más de lo que se había llevado”. Desde luego que hay que considerar que para “garantizar” el dinero de la compañía debería existir un grupo de “protección” a sus intereses, o sea, sus “autodefensas”.
Ya para 1913, cuando nacían las organizaciones sindicales entre los obreros de la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila”, S. A. de C. V., el 12 de febrero, el movimiento sindical cobra sus primeras víctimas. El carpintero Juan B. Platas y dos miembros más de la Unión de Artesanos Latinos Profesionales, fueron asesinados por las “guardias blancas” de la industria petrolera y sus cadáveres fueron arrastrados por todo el panteón como escarmiento. Las otras víctimas fueron el obrero Francisco Hipólito y el profesor, originario de Hidalgotitlán, Agapito Azcona. Estas son las consecuencias negras de las “autodefensas”.
El nativo de Dinamarca, Frans Blom, en las cartas que envía a su madre e incluidas en el libro “En el lugar de los grandes bosques”, editado por el Instituto de Cultura de Chiapas, señala que llega a Minatitlán el 27 de octubre de 1919 para trabajar en la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila”, S. A. de C. V., que aunque topógrafo de profesión, se inició como cajero.
Blom relata el 7 de noviembre de 1919 que “Cada sábado a las dos, empieza el pago de los trabajadores de la refinería… sería muy laborioso pagar a todos los trabajadores en un solo lugar, tenemos “pagadores”, que entre dos y 2:30 vienen a recoger el dinero que corresponde a ciertas secciones”.
“A la una tuve todo listo y a las dos quince vinieron los pagadores a tomar sus sobres. Fueron cuatro en total. Uno de ellos, un viejo holandés, tiene que caminar aproximadamente 500 metros, trajo con él dos hombres para que cargaran las cajas de madera, donde puso los sobres… de modo que las cajas eran muy pesadas. Hasta su oficina hay casi 500 metros como ya indiqué y a la mitad del camino fue asaltado por siete bandidos, armados con machetes. Justo dentro de la refinería, él y sus ayudantes les pegaron, luego pusieron los sobres en sacos y se fueron, escaparon por los pantanos, a lo largo del río, donde ni el diablo puede perseguirlos”.
Ya para el 22 de enero de 1920, Frans Blom, relataría a su madre: “No te preocupes por mí durante los días de pago. Estoy protegido por 20 soldados y un teniente. La noción de soldado aquí es diferente de la que tenemos de nuestros soldados en las fotos de la guerra. Aquí conoces un soldado por sus dos o cinco cartucheras que cubren todo su tórax, debajo de éstas puedes ver los jirones de ropa sucia, sus pantalones de montar y en su cabeza un gran sombrero de paja de ala ancha. Su rifle es de una marca común, de un año indefinido, de preferencia sin mira.
Un solado, junto con su familia, duermen en cualquier lugar y cuando está en campaña lleva toda la familia –esposa o esposas y varias docenas de niños sucios–. Las mujeres llevan su equipo y todas sus pertenencias, el hombre sólo porta su rifle y sus cartucheras. Veinte de estos duques me protegen –permaneciendo alrededor de mi oficina y durmiendo como troncos–, esa es la manera en que se hacen respetar, si pasara algo, yo saldría furtivamente, si Dios me ayuda, a esconderme en la caja fuerte, porque le tiran a todo pero no al blanco”.
Aquí están pues las autodefensas de Minatitlán, desde 1864 hasta los días de hoy.
¿Y dónde más están las “autodefensa?
A la expropiación petrolera siguieron las administraciones nacionales en esa industria, que continuaron utilizando personal para salvaguardar la seguridad de sus instalaciones industriales y habitacionales.
En las instalaciones de la refinería existieron dos portadas, la Norte y la Sur, custodiadas por personal de la propia empresa, o sea, “autodefensas”. Ahora existe otra allá por el canal de San Francisco, al norte del predio de Santa Alejandrina, para ingresar a las instalaciones de la reconfiguración.
En las instalaciones habitacionales se construyeron unas casetas, que fueron llamadas “sectores”, donde se ubicaba un guardia con todo y arma, además de un teléfono, para casos de emergencia. También incluía baño con regadera.
En la colonia Primero de Mayo, había por lo menos dos casetas, una frente a la desembocadura de la calle Leona Vicario, en la calle Primero de Mayo, circundante de la colonia y, la otra a la salida de las instalaciones conocidas como “Llenaderas”. Después se construyó otra en donde actualmente se habilitó el espacio como estacionamiento, donde estuvieron, primero “La 120” y después el “Hotel de Soleros”, ya desaparecidos, casi al callejón Adolfo G. Gurrión de la colonia Obrera.
En la colonia “18 de Marzo”, contó con cuatro casetas, una frente al actual colegio Teresita; otra, frente al portón de la Escuela Artículo 123, pasando la vía; otra en la subida de la calle Buenavista, para salir a la Liga Pequeña y, la entrada principal por la avenida “18 de Marzo”, frente a la desembocadura de la calle Díaz Mirón.
Y en la colonia Nueva Primero de Mayo, al lado de la Simac, hubo una frente al monumento a los Niños Héroes y otra en la avenida “A”, rumbo a las instalaciones de la ADM. Una más se ubica en el acceso a donde funcionó el restaurante y el último hotel de solteros de Pemex.
Y, agréguele usted que las “autodefensas” de las instalaciones de Petróleos Mexicanos, que son los cuerpos de seguridad física, son herencia de las compañías extranjeras que se fueron en 1938, que ahora, están respaldadas con elementos del Ejército Mexicano y de la Marina Nacional.
La seguridad física de Petróleos Mexicanos extiende sus funciones a lo largo y ancho del país, donde existen instalaciones de la industria petrolera.
Total, que eso de las “autodefensas” no es nada nuevo. Siempre han existido y podemos decir que siempre han estado ahí, claro, con distinto nombre.
.Como decía mi abuela: “La misma jeringa con distinto bitoque”..