Cambiar de nombre a #Coatzacoalcos; pretenden sacrificar otra vez a Quetzalcóatl
+ Arrieros somos, por Renato P. Vázquez Chagoya
Zona Sur
Renato P. Vázquez Chagoya - 2014-03-03
Ahora resulta que la comunidad evangélica del meritito Coatzacoalcos “exigirá” que al puerto, ciudad y también municipio se le cambie el nombre por el de “Villa del Espíritu Santo”.
Y con esto, pareciera que no terminamos de aceptar que el origen y el espíritu del antiguo pueblo de Goazacoalco, que sí fue prehispánico (Antes de la llegada de los españoles), que estuvo en el hoy municipio de Ixhuatlán del Sureste, a cuatro millas de la desembocadura del río Coatzacoalcos, en la margen derecha del mismo, fue extinguido para crear la “Villa del Espíritu Santo”, nombre impuesto por la colonia. Y eso no lo digo yo, lo dice el mismísimo Hernán Cortés y los cronistas de la Conquista Española. La Villa del Espíritu Santo desapareció en el año de 1659 y tuvo una existencia de 137 años.
Hubo una época, según comenta la historiadora Carmen Blázquez Domínguez, en la presentación del libro “La Colonización francesa en Coatzacoalcos”, editado por la Universidad Veracruzana, que “…TADEO ORTIZ FUE COMISIONADO POR EL CONGRESO DE VERACRUZ PARA RESTABLECER LA LOCALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO EN SU SITIO ORIGINAL CON EL NOMBRE DE MINATITLÁN”.
Esta afirmación no corresponde a los hechos, debido a que el gobierno del Estado, emite una orden el 28 de abril de 1827, para asignar el nombre de “Barragantitlán” a la Villa que se nombraba Espíritu Santo. El otro hecho, es que Minatitlán ya existía en esa época con el nombre de La Fábrica y según reporte de Tadeo Ortiz de Ayala, ésta ya llevaba el actual nombre desde el 26 de diciembre de 1826.
El argumento principal que se esgrime es que “…se cambie el nombre de la ciudad por su identidad ORIGINAL, es decir, la “Villa del Espíritu Santo”.
Y fíjense bien, porque parece que el Espíritu Santo les hizo el milagro a los evangélicos, porque Marcos Theurel Cotero les construyó la famosa plaza del Espíritu Santo, mejor conocida como de La Paloma.
Y todo esto lo dijeron en voz del presidente de la Alianza Ministerial Evangélica Cristiana de Coatzacoalcos (AMECC), Salvador Amador Luna, diciendo “…estuvimos insistiendo airadamente en este tema y ÉL ESCUCHÓ ESTE RECLAMO DE 50 MIL PERSONAS y construyó la plaza de la Villa del Espíritu Santo, que no es un lugar religioso, es un lugar histórico que hace referencia a la fundación de esta ciudad como Villa del Espíritu Santo y hay que decirlo, para mi gusto es la plaza más bonita de la ciudad”.
Como a Cristo… tres veces lo negaron
Y no voy a decir como Paquita la del Barrio: La primera fue por despecho, la segunda por capricho y la tercera… por placer.
No. El tema hay que tomarlo con la seriedad con que lo tomaron los evangélicos cristianos de Coatzacoalcos.
Y para ello hay que remitirnos a la historia… y a las leyendas.
Empezamos con las leyendas:
Wikipedia dice: “Coatzacoalcos en náhuatl significa "lugar donde se esconde la serpiente", su nombre es debido a una antigua leyenda que cuenta que en el año 999, Quetzalcoatl llegó a esta ciudad y a bordo de una balsa, navegó a través del río, hasta perderse en el horizonte, no sin antes hacer la promesa de que un día regresaría. LOS SEGUIDORES DE QUETZALCÓATL SE QUEDARON EN ESE LUGAR, ESPERANDO EL REGRESO DE SU LÍDER. Y ASÍ SE SUPONE APARECIERON LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS EN LA REGIÓN”.
Deduciendo, el pueblo de Goazacolco aparecería después de que el mítico Quetzalcóatl partiera hacia la península de Yucatán, donde apareció más tarde.
Wikimedia menciona: “Se han desarrollado diversos mitos modernos sobre esta personalidad de Quetzalcóatl, desde que era un extraterrestre, hasta que era un vikingo o un cristiano náufrago. Sin embargo, su biografía se conserva en diversos documentos, tales como los Anales de Cuauhtitlan, Los Informantes de Sahagún, Ixtlixochitl y Durán, y las leyendas de Morelos.
“Por esos documentos se puede reconstruir su vida, cuyos principales incidentes fueron los siguientes: hacia los trece años fue estudiante en la ciudad de Xochicalco. En el 977 lo eligieron rey en Tula. Poco después fue "tentado" por el dios Tezcatlipoca, motivo por el cual le expulsaron del reino. Peregrinó por Anáhuac. Hacia el 981 fue recibido por el rey maya Ulil en las ciudades de Chichén Itzá y Uxmal. Regresó al Altiplano de México y radicó en la ciudad de Cholula, donde se dedicó al trabajo pedagógico hasta el 999. En el 999 se dirigió a la ciudad de Hueitlapala o Huehuetlapallan, cercana a la actual Coatzacoalcos, y allí se auto incineró”.
Otra leyenda dice que Quetzalcóatl murió en el año 1004, aunque no se precisa en qué lugar.
Su desaparición física sería su primera muerte.
La segunda muerte de Quetzalcóatl
Tal como lo menciona Wikipedia, “…seguidores de Quetzalcóatl se quedaron en ese lugar, esperando el regreso de su líder. Y así se supone aparecieron los primeros asentamientos en la región”.
Si nos atenemos a las evidencias, el actual río Coatzacoalcos, antes se llamaba Mixtlán (lugar de nubes), según se anota en diversas actuaciones judiciales para acreditar la posesión o propiedad de la isla de Capoacán en 1591, 1614, 1650 y otras fechas.
Y sí, los seguidores de Quetzacóatl se quedaron a esperar el regreso de su líder, lógico era que lo empezaran a honrar nombrando a los lugares y a su entorno con su nombre. Nace así el pueblo de Goazacoalco y el río Goazacoalco, que entonces debería, como ya lo anotamos, tener una antigüedad no anterior al año mil de nuestra era, con el uso del nombre del ser mítico en por lo menos quinientos años.
De tal manera que cuando los españoles, después de la conquista, colonizan la región, Diego de Ordaz y Gonzalo de Sandoval, llegan al pueblo de Goazacoalco, y el último, por instrucciones de Hernán Cortés erige la “Villa del Espíritu Santo” en el antiguo pueblo de Goazacoalco.
Esta es la segunda “muerte” de Quetzalcóatl.
Y… adiós al pueblo original de Goazacoalcos, borrado de “un plumazo” por los colonizadores españoles. Se impuso la ley del más fuerte.
La tercera muerte de Quetzalcóatl
El gobierno de Veracruz, a través de la Legislatura del Estado, creó el MUNICIPIO de Coatzacoalcos, el 22 de diciembre de 1881, por decreto número 118, separando de Minatitlán, desde Las Barrillas hasta Tonalá, una superficie suficiente para dotarlo de su territorio. El MUNICIPIO y la CABECERA MUNICIPAL (EL PUEBLO), se llamarían Coatzacoalcos.
A mediados del año de 1900, el 3 de julio, con el decreto número 10, el PUEBLO (la cabecera municipal) fue elevado a la categoría política de VILLA y a ésta se le cambió el nombre a Puerto México. Obsérvese que el nombre del MUNICIPIO de Coatzacoalcos sigue siendo el mismo. El que cambió de nombre fue el de la VILLA.
Aquí sucede la tercera muerte de Quetzalcóatl.
Más tarde, a la VILLA de Puerto México, obtuvo el título de CIUDAD, según decreto número 14 del primero de julio de 1911, pero siguió llamándose Puerto México.
Pasarían 25 años, para que el 8 de diciembre de 1936, con el decreto número 34, se le restituyera al antiguo PUEBLO, VILLA y ahora CIUDAD, el nombre de Coatzacoalcos, desapareciendo el de Puerto México.
En todos estos movimientos el MUNICIPIO siempre conservó el nombre de Coatzacoalcos.
¿Se espera una cuarta muerte de Quetzalcóatl?
No es por intrigar, pero…
¿Qué motivaría a las autoridades del municipio de Coatzacoalcos a cambiar el nombre ya conocido internacionalmente, cuando en otros lugares del país y en otros países existieron y existen lugares con el nombre de Espíritu Santo?
¿Qué razones de peso histórico se puedan aportar a efecto de que la población y las autoridades acepten el cambio de nombre, cuando el de Goazacoalco o Coatzacoalcos es más antiguo que el español “Villa del Espíritu Santo”? Por lo menos, quinientos años más de antigüedad.
¿Qué razones de índole geográfica existen para proceder al cambio de nombre?
¿Qué fenómenos extraordinarios obligarían a tomar tal determinación?
¿Será que la iniciativa de los evangélicos cristianos de Coatzacoalcos tenga su origen en el rechazo al significado que lleva implícito el nombre de Quetzalcóatl, “serpiente emplumada”, identificado con el nefasto, con el espíritu del mal, con el señor de las tinieblas, con Lucifer, mejor conocido como el Diablo?
¿O será que el significado de Coatzacoalcos, “donde se esconde la serpiente”, debe ser borrado para no identificarla con el nombre del maligno?
¿La pretensión es con el afán de mantener la originalidad de los nombres de los pueblos de la región, como se argumenta?
Si es este último caso, entonces debe conservar el nombre que tiene, adoptado para su actual ubicación, según se consigna en la historia conocida.
El nombre del pueblo y del municipio nuevo de Coatzacoalcos se adquirió en función del nombre del río así llamado, donde está enclavado en la bocana del mismo y en remembranza de Quetzalcóatl.
Se “cayeron” los 50 mil exigentes
No pasó mucho tiempo, para que el también pastor Víctor Manuel Pola Solano, presidente del Movimiento Cristiano del Espíritu Santo y director del Centro de Convenciones Cristiano Siglo XXI, desmintiera que la “exigencia” de Salvador Amador Luna, presidente de la Alianza Ministerial Evangélica Cristiana de Coatzacoalcos (AMECC), sea en representación de cincuenta mil cristianos evangélicos.
Dijo, que eso fue a título personal de Amador Luna y que no es intención de los cristianos evangélicos andar cambiando el nombre de las ciudades, ya que su objetivo principal es la de orientar a los individuos a tener un mejor conocimiento para mejorar sus condiciones de vida, a través de normas y conductas ejemplares, a través de la moral y el respeto.
¿Dónde quedó pues la “exigencia”?
Como diría el sabio Condorito: ¡Plop! y ¡Recontra Plop!