Fecha conmemorativa y calle olvidadas en #Minatitlán

+ ARRIEROS SOMOS, por Renato P. Vázquez Chagoya

Zona Sur

Renato P. Vázquez Chagoya - 2014-05-05

En su libro “Historia del Movimiento Sindical Petrolero en Minatitlán, Veracruz, don Julio Valdivieso Castillo, publicado en 1963, consigna algo que conviene recordar::
“Iniciada la campaña presidencial en apoyo del General Lázaro Cárdenas, para el periodo 1934-1940, éste llega a Minatitlán el 2 de abril, en gira de propaganda. En la noche se celebra un mitin en su honor en el parque Independencia y Cárdenas, a través del Lic. Luis I. Rodríguez invita a los trabajadores petroleros a dejar sus diferencias, porque tiene la intención, de llegar a la presidencia, de fincar en las organizaciones obreras la fortaleza de su gobierno.
“El 3 de abril en Puerto México, Lázaro Cárdenas expresa: “Experimento verdadera tristeza al encontrar en esta zona con que los obreros petroleros están divididos, peleando por diferencias baladíes, en vez de estar fuertemente unidos para hacer respetar sus derechos”.
“Los petroleros no desoyen el mensaje. Después de varios días de amistosas pláticas y en las que intervinieron oficialmente el licenciado Antonio S. Sánchez, representante especial del Departamento Autónomo del Trabajo, el inspector Federal del Trabajo Rodolfo López España, y ante la fe del representante de la Federación de Sindicatos de la Zona Sur, Antonio G. Martínez, de los representantes de los Sindicatos Petroleros de Nanchital, Las Choapas y Agua Dulce, Daniel Mendoza, Rey Piñones Méndez y Joaquín Castillejos, respectivamente, se firmó el convenio de Unificación, el 26 de abril de 1934.
“Hecho el convenio, la calle paralela a la refinería, desde la parte sur hasta Bolívar, lleva la fecha, como recuerdo de la unificación de los trabajadores petroleros. Nace el Sindicato de Trabajadores Petroleros de Minatitlán. Jorge H. Acosta es su Secretario General; Emrick Figueroa, Secretario de Estadística; Encarnación Reyes D., Secretario de Actas; José Ibarra Silva, Secretario Subtesorero; Luis. R. Torres, Secretario de Conflictos; Bernardino F. Simoneen, Secretario del interior y, Javier Alvarado, Secretario Tesorero.
“La situación de los trabajadores petroleros en estas fechas, era peor que las del año de 1916.
“El primer paso fue adherirse a la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria del Petróleo y sus derivados, que funcionaba débilmente en la región.
“El 30 de abril, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de Minatitlán presentaron un pliego de peticiones a la Compañía de El Águila, en demanda de reformas a sus respectivos contratos de trabajo o pequeños convenios, para mejores condiciones de salarios, prestaciones económicas, nivelaciones de los diferentes tipos de salarios, vacaciones, casas habitación para los obreros o pago de renta, jubilaciones y la implantación de la Cláusula de Exclusión a favor de los sindicatos. De no acceder la empresa, se le emplazaba a huelga para el 9 de mayo, próximo.
“Las pláticas preliminares se desarrollaron en Puerto México. La empresa aceptó la vigencia de la Cláusula de Exclusión y 14 cláusulas más del pliego de peticiones. Donde hubo resistencia y hasta intransigencia de la empresa fue en la parte económica.
“A las cero horas del 9 de mayo, estalla la huelga. La empresa solicitó que se declarara inexistente, por ser contraria a la Ley Federal del Trabajo. La Junta de Conciliación número 7, declaró existente el movimiento.
“El 21 de mayo, la huelga seguía inalterable, tanto en Minatitlán como en los campos petroleros afectados por el movimiento. Los comités de huelga distribuyen víveres entre los obreros y algunos comerciantes con ceden créditos a los Sindicatos. No habiéndose logrado dentro del término legal, la solución al conflicto ante la Junta número 7 de Puerto México, se turna el caso a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de la ciudad de México.
“Viaja a México el 25 de mayo, la delegación de los huelguistas: Francisco Emrick Figueroa y Bernardino F. Simoneen, del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Minatitlán; Arturo Casanova y Luis de la Fuente, del Sindicato de Agua Dulce; Rey Piñones Méndez, del Sindicato de Las Choapas; Juan m. Cházaro, del Sindicato de Nanchital, y el Asesor Técnico, Licenciado Mario Pavón Flores.
“Los delegacionistas declaran que no iniciarán ninguna gestión en la Junta de Conciliación, porque su propósito es hacer saber a las agrupaciones obreras del Distrito Federal las causas de la huelga, y que enseguida se trasladarán a Tampico y a los campos petroleros del norte para organizar un movimiento general en toda la república.
“El 31 de mayo, a invitación de la Junta Federal, los delegados acceden a sostener pláticas conciliatorias extraoficiales con los representantes de la empresa. En este mismo día, el Sindicato de Obreros y Empleados de Francita se une a la huelga.
“El Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana y el Sindicato Nacional de Electricistas se solidarizan con los petroleros del sur, ofreciendo recursos económicos y los servicios de su departamento legal. Se une también el Sindicato de Obreros y Empleados del Águila de Azcapotzalco y la Comisión Permanente Pro Unidad Obrera y Campesina, ofreciendo ésta última, formar un frente único de trabajadores para generalizar la huelga en todas las factorías de El Águila.
“La parte obrera, con optimismo, propone el 4 de junio, que se someta la controversia al arbitraje del ingeniero Juan de Dios Bojórquez, Jefe del Departamento Autónomo del Trabajo; o al del licenciado Antonio S. Sánchez, o al Inspector Federal del Trabajo, Rodolfo López España. El primero sugiere se someta al arbitraje del Presidente de la República ingeniero Abelardo L. Rodríguez, por la confianza que ambas partes pudieran tener en el primer mandatario de la nación.
“El presidente acepta el encargo y notifica a la representación obrera la necesidad de reanudar labores en un plazo de 48 horas, que vencerá a las 12 horas del viernes 8 de junio. Notifica a las partes, a plantear sus puntos de vista, para que en un plazo de 72 horas pueda dictar el laudo respectivo, que terminará el 9 de junio.
“Se reanudan labores del 8 de junio, a las 12 horas en la refinería de Minatitlán, como lo ordenó el Presidente Abelardo L. Rodríguez, en las oficinas y campos petroleros, sin dificultad u oposición de alguna naturaleza.
“El 16 de junio, se da a conocer, al regreso de los Delegados, el laudo presidencial dado en la ciudad de México: “…se concede el pago del día de descanso por cada seis laborables; se establecen los periodos de vacaciones que deberán disfrutar los trabajadores, según su antigüedad en el servicio; se dan reglas generales para la jubilación de los trabajadores, a reserva de lo que disponga la Ley que habrá de expedirse sobre el Seguro Social, se establece la jornada de 46.5 horas semanarias.
“El triunfo de los trabajadores fue rotundo. Se lograron grandes conquistas, los primeros frutos de la unificación, que más tarde se condensarían en el primer contrato colectivo de trabajo, con todos los derechos legales, entre la Compañía El Águila y sus obreros”.

Las consecuencias

Si bien las agrupaciones locales estaban centradas en sus particulares intereses, tuvo que sugerir Lázaro Cárdenas la conveniencia de unirse y plantear mayores demandas a las compañías explotadoras del petróleo mexicano.
De inmediato, se logró la unificación de los gremios y agrupaciones sindicales de la localidad, que tenía influencia regional, por la exploración y explotación de los pozos petroleros, la transportación del crudo, su traslado y su refinación.
Se obtuvo la adhesión de otros grupos sindicales de la región, donde se destacan las secciones de Agua Dulce, Las Choapas y Nanchital.
Se plantearon demandas justas a la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, usufructuaria de los yacimientos petroleros y mediante emplazamientos se lograron resultados satisfactorios.
En las ventajas laborales para los trabajadores se obtuvo el pago del día de descanso semanal después de seis días laborados; se obtuvieron periodos vacacionales justos que disfrutarían los trabajadores y se estableció la jornada semanal de 46 y medio horas.

El recuerdo, honra…

Esto… sólo para que no se olvide, porque apenas, el mes pasado se cumplieron 80 años de la unificación de los gremios de los trabajadores de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S. A. de C. v., nace el Sindicato de Trabajadores Petroleros de Minatitlán y se lograron importantes conquistas laborales.
Parece ser, que la fecha como la calle que lleva su recuerdo ha sufrido la misma suerte…

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