Después de la enésima toma del Yuribia por los vecinos y ejidatarios de Tatahuicapan, el diputado local de Coatzacoalcos, Rafael García Bringas hizo declaraciones en el sentido de que “…debe legislarse para proteger a la población afectada por las tomas y bloqueos de la presa “Yuribia” y evitar que se repitan estas acciones, el Congreso del Estado debe legislar al respecto, imponer sanciones ejemplares y sentar un precedente…”.
Aquí, con todo respeto, creo que el legislador se fue de la lengua.
Para empezar, las leyes no se hacen para “sentar precedente”, sino como normas de conducta común y obligatoria entre la población. Eso de “sentar precedente” se hace aplicando la ley de manera estricta o dejándola de aplicar.
Sabemos y sí él lo ignora qué lástima, que tenemos leyes para dar y prestar.
Todo lo tenemos legislado en el estado de Veracruz. Desde 11 códigos y 157 leyes, además de las municipales que rigen la convivencia de los habitantes veracruzanos y sus visitantes temporales, además de la Constitución Política del Estado de Veracruz. Y supletoriamente nos acogemos siempre a las leyes que rigen en el Distrito Federal cuando el tema de la controversia no está contemplada en ninguna de las leyes locales.
Así que, disposiciones legales nos sobran.
La pregunta obligada es: ¿Por qué no se aplican las leyes en vigor ante hechos que pueden ser constitutivos de delitos? ¿Por qué –pregunta inocente, e ingenua diría uno de mis amigos, para no decirlo de otra manera– no existen denuncias por hechos que afectan los intereses de terceros? ¿No se causaron perjuicios y daños a las instalaciones del operador del agua potable que presta el servicio a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque? ¿No se causaron daños a instalaciones propiedad y administradas por una empresa paraestatal? ¿No es culpable por omisión quien debió reclamar por los daños sufridos?
Los perjuicios no se los causaron a la población que se vio afectada. Directamente se los causaron a los operadores del sistema y sencillamente se quedaron callados y hasta paralizados.
La población si sufrió perjuicios, no de parte de los vecinos y ejidatarios de Tatahuicapan, sino de quien les ofrece el servicio de suministro de agua, porque no fue capaz de negociar ni de prever las consecuencias del incumplimiento de promesas que alguien, del nivel de gobierno que sea, hizo tiempo atrás.
Malo que la intervención de la fuerza pública para recuperar las instalaciones de la presa del Yuribia, haya tenido que desembocar en otra reunión donde el Estado fue obligado a sentarse a “dialogar”, tuvo que admitir su omisión, pagar y prometer saldar un compromiso pactado con anterioridad, que había ignorado.
Y malo porque toda la actitud gubernamental tiene como resultado la amenaza de los pobladores de Tatahuicapan de que en diciembre ya no habrá presa que suministre el agua a tres ciudades del sur de Veracruz. Ese fue el “premio” a la indolencia gubernamental y del operador del sistema.
El Estado tiene mucha culpa porque desde el inicio debió tomar con toda la seriedad este asunto vital para la supervivencia y salud de miles de sureños veracruzanos, incluyendo a los tatahuicapenses y sus vecinos. Porque aparte de “hacerse como el tío Lolo” durante mucho tiempo firmando convenios en este asunto, ahora sale con que es incumbencia exclusiva de los municipios sureños involucrados.
Sobre otros dichos del diputado local, mejor ni nos ocupamos.
Ahora, que si el diputado local con esas declaraciones está pensando en la diputación federal, debemos decirle que lo hizo muy bien.
Aunque no todo le salió bien… Él es legislador, y por ese concepto le pagan en la legislatura veracruzana, no para andar “recomendado”.
Y lo último, ¿por que él como representante popular no exigió que se aplicara la ley a quienes cometieron excesos como a los que omitieron el cumplimiento de sus obligaciones de custodiar, cuidar y garantizar los bienes del Estado?
Afortunadamente no votamos en su distrito.
Nuevo IMSS para Minatitlán
El miércoles pasado, el presidente municipal de Minatitlán, Maestro José Luis Sáenz Soto entregó en las escalinatas del Seguro Social, ubicado en la avenida Maestro Justo Sierra, el consentimiento del cabildo local para que esa institución ocupe un poco más de cuatro y medias hectáreas para la construcción de una clínica de especialidades para los derecho-habientes de la zona sur.
El predio está a un lado del panteón Hidalgo, hacia el sur, en la calle Berlín.
La anuencia se la entregó al delegado para la zona sur del IMSS, Doctor Jon Rementería Sempé, quien le informaría al alcalde minatitleco, que la inversión rebasa los mil millones de pesos, que beneficiará a derecho-habientes desde Juan Díaz Covarrubias hasta Minatitlán.
Las instalaciones a construirse serán destinadas a la atención especializada, es decir, de los hospitales generales se derivarán los pacientes que así lo ameriten.
El primer edil de Minatitlán, Sáenz Soto, enfatizó al Doctor Rementería Sempé, que el beneficio regional será amplio por la disminución de tiempo de espera en la atención a los miles de demandantes del servicio médico del IMSS, consecuencia de la importancia como zona industrial, reflejándose en la vitalidad del municipio con obras que fortalecen la confianza en la iniciativa privada por invertir en este territorio y al mismo tiempo, brindar apoyo y seguridad social a los trabajadores.
Para Minatitlán es un paso al progreso que ahora se está presentando para mejorar las oportunidades en el aspecto de salud y también en el empleo, al crearse nuevas fuentes de trabajo.
De utilizar esporádicamente ese terreno para festejos, es preferible que se utilice en forma continua para atender la salud de los pobladores de la región sur de Veracruz.
Bien.
María Esther Gordillo culpable de defraudación fiscal
Para acabarla de fregar, a la ex dirigente de los maestros, Elba Esther Gordillo Morales, los impartidores de justicia le confirmaron el mero día del maestro, que sí había incurrido en defraudación fiscal.
La ley la castigó porque siendo maestra no sabe leer.
No leyó en los estatutos de “su” sindicato y en las leyes mexicanas, aquello que dice: “No meteré la mano en el cajón de las monedas –perdón–, de los billetes de las cuotas sindicales”.
Y ni siquiera la pusieron de castigo repetir la frase unas cien veces, ni por lo menos, una plana.
¡Qué falta de reciprocidad!
Ganas de rebuznar el idioma
La semana pasada dije que de una vez, ya entrados en la dinámica de cambiar el lenguaje cotidiano, al amanecer le nombráramos “noche-mañana”, hubo alguien que utilizó el término “noche-día” y así, nos evitamos muchas confusiones.
Justifiqué: “Bueno, por lo menos, abarca las veinticuatro horas del día y así no entra en el terreno de las definiciones para ver cuál es el término correcto.
Pero, en un boletín que envió el ayuntamiento de Cosoleacaque, me encontré otra expresión que me dejó turulato: “circulamiento”.
Dice el citado boletín: “…fueron retirados de las banquetas propaganda, anuncios para el libre circulamiento de los habitantes que acuden a hacer sus compras”.
¡Pácatelas!, tan fácil que era poner “circulación”.
Falta que por andar criticando a los que hacen los boletines y notas periodísticas, los autores me vayan a mandar a la China Hilaria.
Les aclaro que no voy, porque no tengo para el pasaje de regreso.