Hechos bastante denigrantes se han presentado últimamente al interior -sobre todo en el área administrativa- de la siempre respetada Cruz Roja delegación Minatitlán, pues a pesar de que se quejan de que no cuentan con dinero, la realidad es otra o al menos así lo demuestran quienes son los encargados de tomar decisiones aunque no precisamente sean de la máxima representante que es la presidenta, Eneyda Sánchez Soto, quien tal parece que no lo fuera, pues sus ordenes no siempre son respetadas.
De acuerdo con investigaciones periodísticas y datos obtenidos por el reportero, la loable institución cuenta con cuatro ambulancias, desgraciadamente en la actualidad solo una se encuentra en funciones, lo que ha provocado que en muchos accidentes y demás auxilios solicitados no sean atendidos, y -por supuesto- ha provocado la queja de la ciudadanía, e incluso, han tenido que intervenir corporaciones como Protección Civil y Cruz Ámbar, entre otras.
La razón: el encargado del área administrativa, Jorge Cortes Morales, quien lleva más de diez años en el cargo y que cuando ingresó solo lo hizo con conocimientos básicos de contabilidad y ahora se supone que ya se tituló como contador público, se queja que no hay dinero para contratar otro chofer y un paramédico más.
Lamentablemente éste contrató a personas que no cuentan siquiera con el mínimo conocimiento para auxiliar a una persona enferma o herida, como lo son los supuestos paramédicos Guillermo, Williams, Moisés, Ignacio y Martha, quienes ganan 120 pesos por cada turno.
Por si esto no le fuera suficiente a Jorge Cortés, quien se caracteriza por no acatar las órdenes de la misma presidenta de dicha institución, metió a trabajar a su hermano Pedro Cortés Morales, al que nombró jefe de socorristas, y al cuñado de ambos, Miguel Olán, a quien le dio el cargo de jefe de transportes y hasta un “extraño amigo” suyo de nombre Omar, que dicen ni falta hace pero tiene un salario mayor al de los verdaderos paramédicos solo por ser el ayudante de “El Contador”.
Se entiende que el problema es que la Cruz Roja de Minatitlán no cuenta con recursos para contratar más personal que atienda las emergencias que se solicitan en la ciudad, pero tan solo el día del arranque de la colecta anual 2014, por unos minutos que duró el evento, se facturó la cantidad de 15 mil pesos a la negociación de fiestas y banquetes conocida como “Herrera Robledo”. Coincidentemente, dicho establecimiento es propiedad de la señora Lina Aracely, quien se supone forma parte del grupo de damas “voluntarias” de la Cruz Roja.
Bueno sería que los encargados de la delegación estatal y la presidenta a nivel local, hicieran algo sobre el caso y no permitan que por unos cuantos vividores que se han apoderado de tan honorable institución, los trabajos vayan de mal en peor, al grado que hasta personas que no son médicos y ni siquiera pasantes o estudiantes de medicina, estén dando consultas por las noches y que ha causado la molestia de los pacientes que logran saber que quien los atendió no es un médico.
La prepotencia del jefe de socorristas de la Cruz Roja, Pedro Cortés, estacionando su camioneta en una zona para personas con capacidades diferentes, apenas el pasado jueves por la tarde
