CUITLÁHUAC: Aparece muerto y putrefacto el taxista Montero Segura

Ayer fue encontrado en el kilómetro 51 de la carretera federal 150 tramo Cuitlahuac-La Tinaja a la altura del rancho El Faisán, con 5 impactos de bala. Se presume crimen pasional

Policiaca

- 2011-05-20

Personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y Policías Federales de la división caminos, localizaron ayer el cadáver putrefacto de una persona del sexo masculino a 30 metros de la carpeta asfáltica de la carretera federal 150 tramo Córdoba-Veracruz, en las inmediaciones del rancho “El Faisán”, donde descubrieron que a simple vista presentaba impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.

Más tarde el cuerpo fue identificado de manera oficial como el de Gerardo Antonio Montero Segura de 32 años de edad, de oficio chofer del transporte público en la modalidad taxi y conductor de la unidad 49 la cual fue localizada abandonada el pasado 16 de Mayo en La Tinaja y desde entonces se desconocía de su paradero.

La identificación oficial del cuerpo estuvo a cargo de la señora Delfina Segura Espinosa, quien dijo ser mamá del taxista, Gerardo Antonio Montero Segura, quien contaba con 32 años de edad y tenía su domicilio particular en la comunidad Mata Espino, municipio de Cotaxtla de donde salió el pasado 16 de este mes, a las 06:30 horas de la mañana, para realizar sus labores de taxista a bordo de la unidad de alquiler número 49.

Fue ese mismo día a las 23:00 horas, cuando el dueño del taxi Raymundo Montero Basurto, le informó a la familia que su coche lo habían localizado abandonado cerca de La Tinaja, por donde está una comandancia de policía, pero de su hijo no sabían nada, dijo la inconsolable madre a la policía.

Tras el hallazgo del taxista quien apareció boca abajo y en avanzado estado de putrefacción, en el lugar se presentaron elementos de la Policía Municipal, Estatal, agentes de la AVI así como del Ministerio Público del fuero común para las diligencias correspondientes.

Finalmente el cadáver del infortunado taxista fue trasladado a un anfiteatro local en Córdoba para la necropsia de ley y posteriormente entregar el cuerpo a sus familiares para darle cristiana sepultura.

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