Acusan que con 10 mil pesos mandó asesinar al padre de sus hijos

El caso del homicidio del obrero Francisco Miguel González, ocurrido la madrugada del domingo pasado y cuyo cadáver fue encontrado en el tramo carretero Capoacán-Nuevo Atoyac, cerca de la comunidad El Iguanero, podría dar otro giro pues el móvil no podría ser el simple robo de la motocicleta, su teléfono y su billetera, pues con anterioridad fue amenazado de muerte por su propia esposa, al grado que horas antes de que fuera asesinado se comunicó con una de sus hermanas y le dijo que ya se iba a morir.

Debido al hermetismo que guardaban al respecto las autoridades correspondientes, quizá con el fin de que no se entorpecieran las indagatorias, éste medio de comunicación fue tras la verdad hasta el poblado que vio nacer a “El Chivo” como le decían sus amigos a Francisco Miguel, la comunidad Ojochapa, perteneciente a Minatitlán, ubicada a unas 20 kilómetros al sur de esta ciudad.

“El Chivo”, quien contaba con 34 años, conoció hace algunos años a Fidelia Ramos Ribbón, con quien se casó y se fue radicar a la congregación Francisco de Garay, también de este municipio, y procreó dos hijos, mismos que ahora quedaron huérfanos.

Hasta hace algunos meses, comenzó a laborar como operario en una constructora que prestaba sus servicios en Etileno XXI hacia donde se dirigió la mañana del sábado 28 de febrero, y desgraciadamente la mañana del domingo 1º de Marzo, fue encontrado sin vida cerca del ejido El Iguanero.

Fue asesinado cuando ya regresaba a su domicilio de Capoacán a Francisco de Garay, a bordo de su motocicleta. “El Chivo” recibió varios machetazos en la cabeza que le provocaron que le estallara el cráneo y esparciera parte de la masa encefálica.

Para rematarlo y cerciorarse que no quedara con vida, como si partirle la cabeza no fue suficiente, le provocaron al menos cinco heridas punzo-cortantes arriba y abajo de ambas tetillas.

El cadáver fue encontrado alrededor de las 04:00 horas del domingo, hora en que el agente municipal de El Iguanero dio aviso a la policía pero fue hasta poco más de horas después cuando el personal ministerial llegó al lugar y ordenó el traslado del cadáver a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).

Al filo de las 8 de la mañana del mismo día, el médico legista de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), inició con la práctica de la autopsia de ley. Por la rigidez cadavérica se calcula que el cuerpo tenía unas seis horas de haber perdido la vida, es decir, aproximadamente a las dos de la mañana de ese domingo fue ultimado.

A pesar de lo hermético de las autoridades ministeriales, familiares aseguran que alrededor de las 23:00 horas del sábado, el finado le marcó al teléfono de su hermana que radica en Ciudad Juárez, Chihuahua, para decirle que ya se iba a descansar a su domicilio.

Desde esa hora ningún familiar tuvo contacto con la víctima hasta cuando avisaron que había sido encontrado sin vida. Extrañamente uno de sus hermanos, sin saber que éste ya estaba muerto, le envió un mensaje a su teléfono celular para preguntarle si iría a la casa de su mamá ese domingo y los asesinos tuvieron el descaro de contestarle: “pdjo, jijiji”.

Al insistir horas más tarde el mismo familiar enviándole otro mensaje, cuando ya se habían enterado del deceso, le respondieron: “que no entendiste cab…on?” e inmediatamente cambiaron el perfil del WhatsApp y le pusieron una imagen de la “Santa Muerte”. Lo anterior, fue comunicado a la Policía Naval, pero sirvió de nada.

Cuestionados al respecto los familiares del occiso, en su domicilio de la comunidad Ojochapa, lugar donde un día después velaron el cuerpo, el señor Carlos Miguel Flores, padre del obrero muerto, refirió: “siento indignación, mucho coraje e impotencia por lo ocurrido pero fue mi nuera la que hace unos días -no recuerdo el día exacto- aquí en mi casa me dijo que no le dolería gastar 10 mil pesos para mandar a matar a mi hijo porque supuestamente tenía otra mujer; allá en la carretera lo vas a ir a recoger”, refiere el afligido padre quien no pudo contener el llanto al igual que su esposa, la madre del asesinado, María González Cruz.

El anciano, incrédulo de lo que oía, solo se concretó a decirle a la mujer que se guardara su dinero, que bien le serviría para otra cosa y la amenaza pasó por desapercibida pues se imaginó que su nuera lo decía en un momento de coraje.

De acuerdo con los testigos que asistieron al velorio, eran tan serios los problemas que “El Chivo” presentaba con su esposa Fidelia Ramos, que el día que lo velaron en su casa y ya lo trasladarían al domicilio de su madre donde fue velado un día más, su hija, una pequeñita inocente pero sin duda alguna que sabía del problema de su padres, al momento de cerrar el ataúd ésta refirió que a la caja donde estaba su padre muerto le metieran toda su ropa y hasta sus sandalias para que no quedara nada de él como muestra de resentimiento.

Los familiares del finado lamentan que la viuda, Fidelia Ramos, tenga un alejamiento total con ellos y hasta ayer miércoles no se había acercado con el interés de informarles si su esposo tenía problemas con alguien o par aportar algún dato que pudiera servir como base a la autoridad para dar con el paradero del o los responsables del crimen.

Los asesinos, tal vez para tratar de despistar, la motocicleta no apareció por ningún lado, ni su billetera y el teléfono celular varias horas después del asesinato seguía siendo utilizado, se cree que por los mismos homicidas. Únicamente, fue encontrado a unos doscientos metros del cadáver, su mochila donde cargaba un casco protector y ropa.

Hasta ayer, ninguna autoridad ministerial había hecho contacto con la familia directa de “El Chivo”, quienes a pesar de creer en la justicia divina, también confían en la justicia terrenal.

Finalmente, el pasado martes por la tarde, el cuerpo de Francisco Miguel González, fue sepultado en el panteón de la comunidad Las Ánimas, de este municipio, justo a lado de donde descansan los restos de su hermano Leoncio Miguel González, quien el 9 de mayo del año 2012 fue brutalmente asesinado en la violenta Ciudad Juárez.