Los Gallos responden, cazan al Tiburón y avanzan a semifinales

Querétaro aprovecha errores del portero Melitón Hernández y avanza a semifinales

Deportes

Excelsior - 2015-05-18

Una de las virtudes del Querétaro es saber que siempre juega a lo mismo. Da igual que esté en su cancha o le toque de visita, una tan difícil como el Pirata Fuente. De este caldero lleno de pasión y humedad sobrevivió al empatar a dos goles con lo que selló su pase a semifinales, por segunda ocasión en su historia.

Carlos Reinoso tuvo que readaptar el juego, atenazado por el gol de William da Silva tras un penoso error de Melitón Hernández. El arquero no es el mismo desde que le convocaron a Selección Mexicana, los colores se le han subido al rostro y el nerviosismo le acompaña. Falló en el tiro a pesar de que hubo un ligero desvío de Leiton Jiménez. La bola encebada se le resbaló entre el meñique y su rodilla.

La transformación del encuentro fue compleja. De estar acaloradamente exaltados, los aficionados jarochos comenzaron a dudar y a mirarse entre sí, mientras en el campo, Ronaldinho hacía de radiador junto a Mario Osuna y Danilinho. Con el resultado embolsado, los Gallos congelaron el puerto. Moviendo con sapiencia el esférico, permitieron que el tiempo se escapara sin tantos sobresaltos para Thiago Volpi, enfrascado más en una guerra contra la tribuna para que ya no le aventaran botellas y vasos de plástico, que por detener los disparos de los Tiburones.

El Veracruz moriría en la raya antes de entregar el partido. La reyerta fue intensa en el área de los Gallos con bombazos aéreos que causaban algunos estragos hasta que en un tiro libre, Édgar Andrade, ayudado por la barrera, pudo superar la resistencia. 1-1.

Volvieron los ánimos y la calentura. Los extremos se llevaron a las gradas en donde hubo golpes entre la policía y la pequeña porra del Querétaro y entre algunos aficionados del Veracruz enaltecidos por el empate transitorio.

Mientras el ajetreo se ponía al rojo vivo, Ronaldinho sobraba en el medio campo para dar la salida. En una de esas opciones cazaron a los Tiburones, cuando todas las fichas estaban en un solo lado del terreno de juego. El brasileño, que aguantó a pie firme todo el partido, sentenció su actuación ayudado otra vez con la fracturada confianza de Melitón Hernández que en el momento importante falló de nuevo al intentar capturar el balón.

Querétaro entonces interpretó a la perfección las necesidades del juego y logró de esa manera apaciguar el ardor. Un cabezazo sobre la recta final del partido de Julio Furch encendió una flama de esperanza pero el tiempo no le alcanzó a los jarochos. En el último tiro de esquina, con Melitón incluido en el área rival deseando lavar el error, Leiton Jiménez tuvo el roce para desviarla a las redes, sin embargo, su cabezazo se fue por afuera.



“Puedo sonreír”
Ronaldinho se siente cómodo en la cancha, aun cuando el equipo se repliega. El brasileño sigue siendo una celebridad en el estadio donde se pare y un gran apoyo para el equipo queretano en los momentos importantes. Un gol suyo cerca del final apagó el candor del Veracruz y puso a los Gallos con rumbo a las semifinales.

“Para eso vine, para hacer historia”, comenta el brasileño al terminar el encuentro, luego de intercambiar playera con el chileno Meneses. “Es bonito hacer este tipo de cosas. Muchos no creían en el equipo y ahora estamos rompiendo barreras. Para eso firmé con el Querétaro, para conseguir cosas como pasar a la segunda semifinal, algo histórico para el equipo y eso me deja muy feliz”.

Corrió menos debido a la humedad del puerto. Incluso antes de anotar su gol, detenido en el medio campo, concentrado con la mirada fija en el área de su equipo, exprimió la playera de la que salió una buena cantidad de sudor. Ronaldinho anotó en un momento crucial.

“Perfecto, eso me hizo estar contento con lo que hice en el partido. Anoté y fue bueno para el equipo, por eso me voy más feliz. No fue un gran gol, pero importante porque con eso acabamos la presión que teníamos del rival. Puedo sonreír”.

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