#Editorial: SE CONFIRMA: MARCELO MONTIEL PIERDE EL JUICIO Y RECLAMA A SENADOR

Muy interesante lo que publica este lunes el Diario de Xalapa en la columna “Sumario Político” del periodista Víctor Murguía.

Transcribimos textualmente: “Muy comentado que, previo al informe de labores del senador Héctor Yunes Landa, se suscitó un incidente protagonizado por dos políticos veracruzanos. Resulta que al World Trade Center de Boca del Río llegó el delegado federal de la Sedesol Marcelo Montiel, quien al percatarse de la presencia del senador por el Partido Acción Nacional Fernando Yunes Márquez, se acercó al área donde estaban los legisladores. Según relatan los presentes, Marcelo saludó a Yunes Márquez y aprovechó para hacerle algunos reclamos. Ante la respuesta del legislador, Montiel se enojó y abandonó el recinto. Señalan las versiones de los presentes que las acusaciones de Yunes Márquez contra funcionarios públicos, por supuestos desvíos de recursos, fueron el origen de la rencilla”.

Desde este espacio habíamos advertido que el delegado federal se había visto nervioso y enfadado en las últimas semanas, especialmente porque su salud había estado empeorando.

A eso súmele los señalamientos que hay contra la dependencia por parte de senadores sobre presunta corrupción en la delegación de la SEDESOL en Veracruz.

Peor aún: se dice que en las reuniones que sostiene ante sus allegados, le da por gritar más fuerte y regañar por todo, algo de lo que ya están cansados sus colaboradores.

Estos exabruptos han ocasionado que ya algunos alumnos se le salgan del huacal; de ahí que en Coatzacoalcos, el feudo de Marcelo, se estén dando con todo dos de sus más destacados pupilos: el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol y el ex alcalde Marcos Theurel Cotero.

Ambos, a través de periodicazos, han estado sacándose los trapitos al sol de sus corruptelas y negocios.

Pero quien originó todo fue el maestro, por no saber meter orden y dejar que los alumnos le falten al respeto; peor aún: están buscando ya sustituirlo como cabeza de grupo. Al tiempo.

En lo que respecta a la grosería de Marcelo en contra del legislador, al delegado se le olvida que precisamente la labor de un senador o diputado es hacer ese tipo de denuncia (también está obligado a comprobarlo), porque para eso es la esencia de la Cámara de Diputados y Senadores. Que su fuero precisamente lo protege de ser intimidado por funcionarios señalados como Montiel Montiel.

Pero lo peor es que Marcelo se olvidó de dónde estaba y trató mal a un invitado especial (y pariente del anfitrión) en una fiesta que no era suya; es como el típico borracho que es llevado a una fiesta, pero que al final termina regando el tepache agrediendo a los otros invitados. Una verdadera falta de cortesía y moderación por parte de quien se supone es todo un maestro en la política.

Ahora si que de aquí en adelante ¿para qué lo invitan si ya saben como se pone?