#AsuntosPúblicos: PIERDE DUARTE, PERO LA UV NO COBRA

+Columna de Eduardo Coronel Chiu, publicada en Diario AZ Xalapa y Veracruz.

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2016-02-10

No queda duda que la Universidad veracruzana (UV) salió victoriosa ante la opinión pública en el más reciente episodio del reiterado reclamo de adeudos al gobierno mala paga de Javier Duarte. Pero ese honor y reconocimiento público es meramente simbólico. La UV sigue sin cobrar y es incierto si lo hará, y en qué cantidad en los meses que le falten al actual gobernador de final penoso y literalmente en bancarrota. Si no para todos, insolvente y en quiebra para los no pertenecientes a la selecta camarilla de prosperidad, grupo del que está excluida a ojos vistas la UV.

La conferencia de prensa de la rectora Sara Ladrón de Guevara, realizada el pasado viernes, donde anuncio acciones legales para exigir el pago, recibió de inmediato numerosas muestras de apoyo en el medio público. Como se sabe, la rectora informó de la presentación de dos denuncias penales en contra del Gobierno del Estado por la retención de fondos durante varios años; una ante la Fiscalía del Estado y otra ante la Procuraduría General de la República (PGR) por 1,625 millones de pesos y 451 millones, respectivamente, además de una acción o demanda de inconstitucionalidad por el recorte a su presupuesto para 2016. Encontraste, hubo nula o mínima empatía con la postura del contraataque del Gobierno del Estado, la forzada trama de los secretarios de Finanzas, Antonio González Pelegrín y de Gobierno, Flavino Ríos, que tuvieron que improvisar una nueva cuenta que cobrar a la UV para contrarrestar el impacto de la denuncia penal; revivir la cuenta de la anterior polémica, Las aportaciones al déficid al subsistema de pensiones de la UV, perdonada expresamente por el gobernador previo al último Informe de Gobierno, y sacar de la manga supuestas omisiones al pago del impuesto a la nómina, tema que le salió tiro por la culata, al exhibirlos con una interpretación del Congreso local que los declara exentos de pago. En el duelo mediático y la polémica retórica es claro que el responsable está del lado de la UV. A estas alturas se ve inadmisible la negativa de cumplimiento de los fondos presupuestados para la UV. Cobranza política y mediática.
El problema es que la simpatía del público y la condena a la villanía del gobierno de Duarte por escatimarle a la UV los recursos presupuestados y no entregados, que ya es ahora movimiento en redes y recolección de firmas, no garantizan a la institución universitaria el suministro de dinero adeudado.

Hace rato que la UV y su rectora gozan del respaldo del auditorio y de no pocos actores políticos que simpatizan o sacan raja de su conflicto con el gobierno de Duarte.

La fuerza de estrategia de la rectora de la UV, la modalidad de la cobranza política mediática ha sido también su debilidad. Ha escalado desde las entrevistas con diputados federales, cartas abiertas en la prensa de la Ciudad de México, el apoyo de organizaciones de educación superior (ANUIES), gestiones en el Senado de la República, encuentros con el gobernador y su secretario de Finanzas para fijar el calendario de pagos. Nuevas cartas al Presidente de República y quejas al Secretario de Educación. Y nada.

La estrategia jurídica de la UV adolece de acción de cobranza directa.

Es aparatoso y de impacto ante la opinión pública y el medio político en la Universidad Veracruzana, A través de sus autoridades, en este caso la rectora, interponga una denuncia en contra de funcionarios del Gobierno del Estado –sobre su titular, el gobernador-, pero examinadas las acciones legales emprendidas, se advierte que carecen de los medios para hacer efectiva la presunta obligación de pago, y que ésta pudiera darse en los meses que faltan para que concluya esta administración. En las dos acciones penales, por su naturaleza, pretenden demostrar la existencia de delitos cometidos por servidores públicos y establecer una sanción o pena para los responsables, pero porcino determinan la obligación de entregar los fondos presuntamente adeudados por el gobierno a la UV. Aparte de eso, el juicio penal, con todas sus posibles instancias alargaría el asunto, no sólo hasta que haya salido Duarte, sino incluso Doña Sara. De nueva cuenta son acciones mediáticas y de presión política, ahora de amago punitivo –al menos en la denuncia federal, la del estado, obvio que no prosperará en esta administración.

Por otro lado, la demanda o acción de inconstitucionalidad que dicen haber presentado en contra de la administración del presupuesto de la UV, aunque tendría una legitimidad por el valor de la educación, no se le ve algún fundamento jurídico; no hay disposición constitucional que obligue a la progresividad o mantenimiento de las universidades públicas.

No deja de ser político y mediático

Debieron haber explorado alguna vía de acción jurídica directa. Si no lo hicieron sería que al final de cuentas el asunto político y mediático, presionar al gobernador para que pague antes de que salga o bien cargarle el costo político –otra raya más y arreglarse con el sucesor. Que ahora todos en campaña prometen las estrellas a Sara. Un siguiente movimiento depresión que no se descarta es la toma de las calles. Maestros y alumnos apenas esperarían la menor incitación para montar el activismo callejero. Están a un paso de hacerlo frente al tambaleante gobierno de Duarte. ¿Salvamento o hundimiento?. Es más fácil sacar agua a las piedras a que Duarte pague su adeudo. Salvo que se lo ordenarán de la jerarquía federal o que pagaran por medio de Hacienda por cuenta del Gobierno del Estado. Con todo, el gobierno Federal no parece estar interesado en la situación de quiebra, tienen atorada la reestructura financiera que iba a dar liquidez y solvencia el gobierno de Javier Duarte. Mientras tanto, los signos de ingobernabilidad, aparte del desastre financiero, la reaparición de la violencia delictiva, incluyendo el contubernio de la política del estado, son cada vez menos ocultables. Esto evidentemente traslada el descrédito al candidato del PRI a gobernador, Héctor Yunes Landa, y pone en riesgo el triunfo en junio próximo.

A medida que pasan los días, la pregunta es: ¿habrá salvamento o dejarán hundir la nave priista en Veracruz?.

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