"Por el norte de Veracruz no pasa ni Dios"

+Líderes de organizaciones indígenas se lamentan de la inseguridad que prevalece en la frontera entre Veracruz y Tamaulipas, mientras sopesan la posibilidad de armarse para defenderse.

Zona Centro

ISABEL ZAMUDIO / Milenio.com - 2016-09-23

Ante la creciente inseguridad en las regiones indígenas y serranas del norte de Veracruz, la población ha tenido que recurrir a linchamientos, conformación de grupos de autodefensas y la auto imposición de toques de queda, manifiestan líderes indígenas.

En entrevista, reclaman que mientras las autoridades de gobierno andan bien cuidados, la población vive con zozobra y temor a ser víctima de la delincuencia.

Roque Quiahua Maquixtle, presidente del Consejo Supremo Náhuatl de la Sierra de Zongolica; Genara Cruz Suárez, dirigente de una organización de apoyo a mujeres indígenas huastecas en la zona de Chicontepec; y Marcelo Tiburcio Vázquez, líder indígena totonaco de Papantla, coincidieron en señalar que la inseguridad, el desempleo y el pobre acceso a servicios médicos y la justicia agravian a la población indígena veracruzana.

No hay Dios en la frontera con Tamaulipas

Genara Cruz Suárez, quien dirige una organización de apoyo a mujeres indígenas en la zona de Chicontepec al norte del estado, colindante con la huasteca potosina y tamaulipeca, lamentó que "por allá no pasa ni Dios".

Los delincuentes que asuelan los caminos muchas veces son los propios policías municipales y hay que viajar desde Chicontepec hasta Poza Rica para atención médica. Hasta allá están los únicos médicos especialistas de la región, dice.

"Traer gente a Poza Rica, cruzar Álamo, a nosotros nos dan mucho miedo porque todos los días pasan cinco o seis muertos allá. Ya todo mundo así como que dice a partir de las 8 de la noche ya en Poza Rica ya nadie anda en las calles y eso pues sí temes, porque tú vienes de un pueblo donde tal vez no está pasando todo esto, donde nos conocemos, pero pasar Álamo y Poza Rica, no, nuestra seguridad no está tan bien que digamos", dice.

Los pobladores de la región no confían en los policías municipales porque, a quienes acusan de estar con el crimen organizado junto a sus superiores.

Cuando se le pide dar nombres de comunidades o de cuántos casos de policías delincuentes tienen conocimiento responde: "para qué quiere que le diga, mejor así lo dejo, para qué me quiere ver muerta al rato".

Marcelo Tiburcio Vázquez, líder indígena totonaco de Papantla, señala que la situación de inseguridad en aquella región es crítica y afecta a toda la población.

Indica que hay lugares donde la gente ya no sale a las calles a determinadas horas por temor a ser víctima de la delincuencia.

Esto fue puesto en evidencia con el asesinato de dos sacerdotes de Poza Rica hallados muertos en Papantla el pasado lunes 19 de septiembre.

Según la Fiscalía de Veracruz, no hay indicios al momento para asegurar que el crimen organizado estuvo involucrado con la desaparición de los párrocos, pero sí los hay para decir que conocían a sus atacantes y que antes de ser ejecutados estaban tomando alcohol.

Horas después de asegurar lo anterior tuvo que salir ante los medios a especificar que nunca dijo que había sido sólo un pleito de borrachos.

Además del crimen, lo jóvenes tienen pocas ofertas laborales en la región.

"No hay empleo, los jóvenes que estudian, ¿para qué estudian?, si no tienen donde trabajar", dice Genara Cruz. Los proyectos de Aceite Terciario de Petróleos Mexicanos en Chicontepec fueron detenidos "y sólo dejó a miles de desempleados", recalcó".

De donde viene hay escuelas con una materia de informática dentro de su plan de estudios, pero "para qué madres nos ponen una materia que se llama informática, cuando no hay ni siquiera una computadora", dice.

La situación ha llegado a tal grado que las comunidades indígenas están sopesando la posibilidad de armarse y defenderse.

Roque Quiahua Maquixtle recuerda que hace poco más de un mes un delincuente fue linchado y murió tras asaltar junto con otra persona una caja de ahorro, en la que mataron a un policía y dejaron herida a una mujer más.

Por casos como este en la región ya se habla de la conformación de un grupo de autodefensa, que "aunque sea con palos y machetes" busca protegerse de la delincuencia.

El norte de Veracruz es territorio olvidado, dice Genara.

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