#AsuntosPúblicos: PORTILLA, CON LA COMISIÓN DE VIGILANCIA
+Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz
Zona Centro
Eduardo Coronel Chiu - 2016-12-09
Según los asistentes fue un encuentro institucional, con civilidad y respeto, sin polémicas ni señalamientos. No hubo chispas, ni raspones en el primer contacto formal entre el auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), Lorenzo Antonio Portilla, y los diputados de la Comisión de Vigilancia del Congreso que preside el panista Juan Manuel Unanue.
Portilla expuso a los diputados el ABC de sus funciones y un resumen de sus cuatro años de gestión, destacando los informes de resultados, así como las observaciones por daño patrimonial por cerca de 20 mil millones de pesos y reintegros por más de mil millones de pesos obtenidos en los procedimientos.
En el incremento de la detección de irregularidades, el periodo más sobresaliente corresponde a la Cuenta Pública más reciente, la de 2015, donde las auditorías del Orfis exhibieron el desorden y la corrupción de la administración de recursos en el gobierno de Javier Duarte (el daño patrimonial de este año es de 16 mil millones de pesos).
Las denuncias
Explicó Portilla que en los elevados montos de observaciones hechas al Gobierno del Estado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) no hubo omisiones de su parte, sino coordinación con esta dependencia federal, ya que les ha tocado contribuir como soporte local de las auditorías, aunque el reporte se lo acredita la ASF.
De las denuncias penales que ha presentado el Orfis recientemente, informó Portilla que por el fraude con el esquema de las empresas fantasmas suman casi 2 mil millones de pesos. Incluyen las de los ejercicios anteriores (iniciadas con las investigaciones del portal Animal Político y el SAT, complementadas por el Orfis, de los años 2012-2013, en la SEV y Sedesol, principalmente, además de las nuevas fantasmas de la Sedesol encontradas en la revisión de 2015, por más de 400 millones de pesos. Aparte, la última de las estocadas, la denuncia penal de hace un par de días por el desvío de créditos por más de 6 mil millones de pesos.
Voto de confianza
A diferencia de la inmediatez con que el nuevo grupo en el poder arremetió hasta ocupar la Fiscalía General del Estado, en la Comisión de Vigilancia no se vieron indicios de que busquen remover al auditor Portilla. La coalición PAN-PRD, grupo mayoritario en la Comisión (suman siete), no mostraron ayer una actitud hostil hacia Portilla; tampoco los de la bancada de Morena; incluso la diputada Daniela Griego, que afuera andaba muy activa en la exigencia de cuentas. Se le vio tranquila cuando le explicaron que la actuación del Orfis era posterior a la gestión de los recursos y no simultánea. También guardó las armas el diputado Rodrigo García Escalante, del grupo independiente Juntos por Veracruz, quien ocupa la Secretaría de la Comisión de Vigilancia. Al parecer tiene Portilla el voto de confianza
Las castañuelas de Yunes
Transcurrida la primera semana de gobierno de Miguel Ángel Yunes, sólo pueden verlo bien sus fanáticos o los beneficiarios del asalto al poder y del acceso al botín. Su protagonismo y fantochería, el culto a su personalidad, irrumpió en la vida pública de Veracruz, apoyado en lambisconerías de prensa en el centro, todavía más acentuadas en la aldea.
Llenó la nueva burocracia política con sus amigos, las cuotas de alianzas y los recomendados de su hijo, su Delfín. Sometió al Ministerio Público. Negoció la renuncia del anterior fiscal Luis Ángel Bravo (¿le pidió piedad?) colocó a su abogado personal y partidista, Jorge Winckler, como encargado del despacho de la Fiscalía, una simulación de autonomía, que prepara su nombramiento en el Congreso.
Un día exalta el supuesto e inexplicado vómito negro, sus recuperaciones (de lengua) con y sin piedad; otro día, y al siguiente también, saca sus odios y venganzas en contra del resto que no son de su facción; hace pleito ranchero a los acreedores del estado, a los que pretende no pagar pasivos reconocidos, para usar el dinero a su capricho. Ataca a medios de comunicación que le han criticado y narrado su trayectoria obscura y controvertida, incluida su riqueza familiar inexplicable.
La violencia se incrementó. Hubo varios días de enfrentamientos sangrientos en el sur, más de 20 muertos en Jesús Carranza; sus versiones escuetas de información y demoradas no fueron claras de cómo sucedieron los hechos. Además, persistieron ejecuciones, secuestros y robos en distintos puntos de la entidad.
El abanico de los enemigos no se le agota. Abrió líneas de ataque hacia la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) –usó títeres del Congreso para enviar el mensaje a la Federación que podrían salirse de la coordinación fiscal si no le dan dinero extra. Arremetió contra los notarios públicos que han participado políticamente en el PRI (por medio de su licenciado exprés, Rogelio Franco, el secretario de gobierno).
Y ocurrió el primer ataque material a un comunicador. Silverio Quevedo, columnista y subdirector del Diario Imagen en el puerto de Veracruz, fue víctima de un levantón, del robo de un vehículo y del vaciado de sus fondos en tarjetas de crédito. Extraña agresión que debe esclarecerse, preferentemente en el ámbito federal, a fin de verificar si tuvo que ver con su actividad de comunicador, si fue una intimidación, un ataque encubierto contra la libertad de expresión.
Se le exige al gobernador Yunes que garantice la integridad física de los comunicadores y el ejercicio de la libertad de expresión.