#AsuntosPúblicos: JARABE DE PICO

+Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-01-10

Mientras crece el malestar popular por el golpe económico del gasolinazo –siguen las manifestaciones de protesta en las calles, al margen de los saqueos a comercios– la clase gobernante simula generar políticas para atenuar su impacto.

Dos obras sin credibilidad se montaron ayer. En uno de los escenarios el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto –visto ya como el enterrador del PRI para 2018–, tuvo su propio acto: una mala reedición de los pactos económicos del pasado. Suscribió un acuerdo con algunas cámaras empresariales (de la que se excluyó la Coparmex) y con representantes sindicales, lo que queda del corporativismo decorativo.

Pacto de saliva (puro rollo)

El listado de vaguedades y compromisos generales, sin efecto directo sobre la escalada de precios en marcha a partir del incremento del 20% en promedio a la gasolina desde este 1 de enero, lo agruparon en 4 rubros o “ejes temáticos”, en el vocabulario burocrático discursivo: Economía familiar, Inversión y empleo, Estabilidad económica y Cultura de la legalidad y el estado de derecho.

No se ve cómo las medidas enunciadas podrían contener la espiral inflacionaria y por tanto la pérdida del poder adquisitivo. Puro rollo, como eso de que “el sector empresarial” asume el compromiso de coadyuvar a que no se incurra en un incremento indiscriminado (¿cuándo lo sería?) de precios de bienes y servicios, evitando repercusiones injustificadas (¿cuáles serían las justificadas?) en el caso de productos que forman parte de la canasta básica; el sector laboral se compromete a la “productividad (ah, ¿si?) y el gobierno a impulsar acciones para la estabilidad de precios –vigilar y sancionar abusos (¿cuándo los incrementos serían abusos y cuándo no?). Otras letanías huecas son “modernizar el transporte público, mejorar el crédito mediante la banca de desarrollo, fomentar inversiones y empleo, la “repatriación de capitales, reducir el endeudamiento público. Si acaso podría cuantificarse la anunciada reducción del 10% a la partida de salarios de servidores públicos, de mandos medios para arriba; esto no es problema para ellos, se emparejan de otro modo.

Las causas “ajenas”

La retórica explicativa oficial recurre nuevamente al gastado guión de los fenómenos internacionales, ellos son inocentes; el incremento a los precios es, en su alegato, una respuesta a los factores externos (al mercado mundial de la gasolina, a la alza). No se les ocurra pensar que tiene que ver con la reforma energética –la liberación de precios– o al repliegue de Pemex, tampoco a la Reforma Hacendaria, a la carga impositiva sobre los productos del petróleo. Insistió Peña en su escudo de la doctrina del mal menor o suban precios o cancelaba programas sociales, el subsidio a la gasolina –dice– era insostenible.

Lo reforzó la afamada ideóloga del priismo de carpa, la diputada federal Salinas (no de Gortari, sino Carmen), el que tenga carro, que lo mantenga: lema de campaña.

La inútil Conago

los gobernadores de los estados, en sus territorios muy bravos contra los aumentos a la gasolina y rebasados por los disturbios y la rapiña a las tiendas de autoservicio, en su encuentro con los funcionarios federales se notaron muy mansitos; la mayoría de ellos (ahí estuvo Yunes como borrego).

No llegaron a nada con el secretario hacienda José Antonio Meade, quien estuvo asistido por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el director de Pemex, José Antonio González Anaya.
Cuando más a constituir grupos de trabajo para “estudiar alternativas” al gasolinazo.

Lo que tranquilizó a los gobernadores es que el aumento al precio que para la mayoría de la población es un costo, para ellos representa mayores ingresos, vía participaciones en impuestos, y así se los restregó Meade.

Renuncia Amadeo a la presidencia del PRI estatal

Ya se estaban tardando en desalojar a Amadeo Flores Espinosa de la presidencia del PRI estatal. Era insostenible después de la debacle electoral de junio del año pasado, cuando perdieron por primera vez el Poder Ejecutivo y la mayoría en el Congreso a manos de la coalición PAN-PRD, actualmente gobernante. Amadeo es corresponsable de la derrota, junto con Javier Duarte, el pésimo y corrupto ex gobernador, y el candidato fallido, Héctor Yunes Landa.

El problema es que no se le ve futuro al PRI en Veracruz. Iniciado el proceso electoral para renovar ayuntamientos en junio próximo, el PRI no levanta la cabeza (menos tras el gasolinazo de Peña), para nadie es un secreto que atraviesa su peor momento, sin liderazgo ni posiciones de poder, con una estrategia local entreguista al nuevo gobierno emanado del PAN-PRD de Miguel Ángel Yunes Linares, que hace sospechar en un pacto de élites centrales de subordinación; la versión es que como el PRI está fulminado, el plan es una alternancia de regreso, volverle a pasar el balón al PAN, impedir que acceda al poder el líder de la oposición real, Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena.

A ver quién llega a administrar las ruinas del PRI. Dicen que regresan los fideles, pero no devuelven. Para el caso, es lo mismo.

Causa perdida

A nadie le queda duda de que Peña ya derrumbó al PRI para 2018, y obviamente para las elecciones de este año, las de gobernador en el Estado de México, Coahuila y Nayarit, y entre otras locales, las de 212 ayuntamientos en Veracruz.

Y por si faltaran ingredientes de terror para 2017, el 20 de este mes asume la presidencia de USA Donald Trump. Todavía no llega y las inversiones americanas en el país se están cancelando y los pronósticos de crecimiento económico para México este año se recortaron a menos de 2%.


TEMAS RELACIONADOS:

|