#AsuntosPúblicos: FUTURO INCIERTO

+Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-01-20

Hoy que asume la presidencia de Norteamérica el locuaz e impredecible empresario Donald Trump –partidario del proteccionismo comercial y antimexicano– empieza una nueva época de futuro incierto en las relaciones internacionales con el poderoso vecino del norte; es sabido que en las últimas décadas México, a partir de finales del siglo pasado, ató su “proyecto nacional”, inducido por la élites del poder locales, a su integración preferente con el mercado norteamericano en el esquema de economía global, modelo en riesgo por la mentalidad Trump.
El escenario negativo para el país, bajo las amenazas de Trump de revisar o cancelar unilateralmente el Tratado de Libre Comercio, imponer barreras arancelarias a capricho, contener la migración, deportar miles de connacionales, bloquear envíos de remesas y levantar un muro fronterizo (y que se lo paguemos), ya ha sido parcialmente descontado por los mercados a partir del triunfo electoral del republicano; entre los efectos se cuentan el desplome de la paridad, el hundimiento del peso, la cancelación de inversiones, los ajustes a la baja en la proyección de crecimiento, entre otros.
Ahora viene la hora de la realidad, habrá elementos más concretos para evaluar si se confirman las políticas anticipadas por Trump; cuál será el curso que tomen, si tendrá las condiciones para imponer sus decisiones al Congreso o si habrá algún contrapeso. De entrada, el partido republicano, el de Trump, tiene las mayorías en ambas cámaras.
A ver con qué sale hoy Trump en su discurso inaugural. Y cuál será la posición del gobierno mexicano. El presidente Enrique Peña está muy presionado por la opinión pública que le exige frente a Trump una postura digna para la defensa de los principios de política exterior mexicana; que se faje en los temas de la agenda bilateral en comercio, migrantes, seguridad y combate al narcotráfico y control de armas.
Como tributo ayer le mandaron extraditado al famoso capo Joaquín Chapo Guzmán, el ex señor de los túneles y las fugas.
Mientras tanto, el nuevo secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, sigue en su curso intensivo de aprendizaje. Destituido como secretario de Hacienda por haber invitado a Trump en campaña y darle trato de jefe de estado, restituido como canciller, por esa misma razón, luego del triunfo, es cuate de Trump.

Encierran morralla

Ya no regresó a dormir a su casa Leonel Bustos. Acudió a una audiencia en la sala oral de Pacho Viejo para atender la imputación de la Fiscalía del Estado por desvíos de fondos públicos en el Seguro Popular, dependencia de la que fue director en el gobierno del prófugo Duarte; y ya no salió; la juez de control le dictó prisión preventiva, así que seguirá su juicio guardado.
La denuncia por la que se consigna hoy a Bustos, según se sabe, está ligada una denuncia hecha por la Contraloría del Estado hace un año, misma en la que se señala como partícipe de delitos de desvío de fondos federales al ex secretario de Finanzas, Mauricio Audirac. Entre los dos manejaron indebidamente fondos federales etiquetados para salud; sacaron 2 mil 300 millones de pesos a una cuenta central de la Sefiplan (una de las licuadoras), supuestamente para ser invertidos y obtener así rendimientos financieros. Como era de esperarse, estos recursos no se invirtieron ni produjeron rendimientos financieros, no al menos para el fondo de salud. Al parecer reintegraron sólo una parte, pero no aparecen cerca de 1,500 millones de pesos. ¿Dónde está Audirac? ¿Lo citaron y no fue? o ¿ya negoció?
Y el resto de los Duarpillos, ¿para cuándo? Para el tamaño del latrocinio imputado a Duarte y a su banda, y la extensa red de tiburones que saquearon a su lado, muchos con fuero.

Entre cuentos y cartas a los Reyes

Vinieron ayer al puerto de Veracruz el Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) Gerardo Ruiz Esparza y el coordinador de Puertos, Guillermo Ruiz de Teresa; se reunieron con el gobernador Yunes en un evento muy parecido a otros tantos celebrados cuando era gobernador Duarte.
Los funcionarios federales montaron el mismo rollo de maquetas de las grandes inversiones del sexenio en los puertos de Veracruz y las autopistas que no terminan de aterrizar, danzas de miles de millones de ampliación portuaria, aumentos de la capacidad instalada y lluvias de empleos en los puertos de primer mundo; ficción financiera, un subgénero literario.
En lo que se vieron más interesados fue en las bodegas de la aduana; en la recepción de uno de los vagones de tren rápido que instalarán, ni se piense que en Veracruz, sino para comunicar Toluca (de Peña N) con la Ciudad de México.
En medio del show Yunes Linares le vio cara de Rey mago a Ruiz Esparza. Tuvo la ocurrencia de pedir que le regale los ingresos de los 9 puentes federales que hay en el estado y que administra Caminos y Puentes Federales de Ingresos. Se equivocó de fecha (ya pasó el día de reyes, y más todavía la navidad de Santa Claus, quien también recibe cartitas y trae regalos). O se equivocó de sexenio, de cuando le daba pastelazos el presidente Felipe Calderón, del PAN.

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