Alcalde de Pánuco da medalla al mérito ciudadano... a su papá

Halago en boca propia es vituperio. Esa máxima aplica para lo que pasó ayer en Pánuco, que si es un chiste, debo reconocer que los Tres García tienen sentido del humor.

Juro que primero reí, solté un clásico no m%&#$ y luego pensé en qué política consumimos.

Al patriarcado panuquense (bueno, a los panuquenses), se les ocurrió como una buena idea, foquito incluido, la entrega, de alcalde a político, de hijo a padre, de la medalla al mérito ciudadano “General Desiderio Pavón”.

Voy a ser claro, no dudo que el doctor Ricardo García, expresidente municipal y excontralor estatal en dos ocasiones, tenga méritos para merecerlo, ¡pero que se lo entregue su homónimo hijo alcalde?, digo en tono chilango, “lass fooormaaas servidor públicoooo”.

En lo personal creo hoy le restan credibilidad al galardón, quizá el más grande que pueda recibir un ciudadano del segundo ayuntamiento más longevo de la América Continental.

Y el mensaje implícito es terrible: “todo queda en familia”, no hay bronca por ello, casi traduzco la próxima muy posible (segura) entrega de estafeta, en un municipio monopolítico, si me permiten inventar esta palabra.

Es más, es por ello mismo que incluso se me antoja innecesaria esa jugada para el candidateable excolaborador duartista, pero el municipio aún pregona la vieja usanza de política rural, bueno, el país completo.

Dignificar la medalla al mérito ciudadano “Desiderio Pavón” en lugar de usarse como una retórica de política (recordando que el año pasado fue entregada a Manuel de León Maza, operador secreto del PRI duartista) podría ayudar en esa misión de rescatar el arraigo cultural, social, histórico de Pánuco, el cual forma parte del enorme bache que el norte de Veracruz.

Este estado, foco rojo del país, es el máximo ejemplo de la situación social que impera en el país, de la corrupción moderna, del cinismo paradisiaco y la sumisión crónica, muestra el punto álgido del México de gobers preciosos y casas blancas.

O también fue un “te admiro de a madre apá”, lo cual también me parecería gracioso, porque había más panuquenses, quizá con menos aplausos, pero igual, importantes.

Y me sigo riendo, porque somos un país que ríe de su desgracia, un país de memes.

¡Qué buen sentido del humor joven Ricardo! Aplausos.