#AsuntosPúblicos: EL ESTADO EN CRISIS (SIN VARITA MÁGICA)
+Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz
Zona Centro
Eduardo Coronel Chiu - 2017-02-07
Prematuramente desgastado y en crisis, el gobierno de Miguel Ángel Yunes ya pide esquina ante la falta de resultados.
En materia de seguridad, Yunes sigue rebasado; no se ve cuándo vaya siquiera a emparejarse y eso que presumía esa era su especialidad. El estado, como se sabe, está lleno de ejecutados, unos se embolsan, otros al descubierto y muchos más se ocultan en los cementerios clandestinos. La presencia de Yunes no inhibió a la delincuencia organizada, como fanfarroneaba en campaña electoral que ocurriría tan pronto asumiera el cargo de gobernador. Otros delitos van a la alza, además del secuestro, uno especial de la era Yunes –de más de 10 pesos y unas cocas– son los asaltos en bancos, directos en la sucursal bancaria o en el exterior a personas que retiran dinero en efectivo, sobre todo en la conurbación Veracruz-Boca del Río, sin que los gendarmes Yunes y Téllez Marié la puedan contener. Por eso proponen la autodefensa, que los bancos proporcionen la seguridad, y si no lo hacen ya les advirtió que va a clausurar los bancos, como si fuese la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros. Aparte se cuentan los robos generalizados a pequeños comercios, por todas partes.
Tampoco se reactiva la economía, falta empleo y se deteriora el poder adquisitivo, el gasto público federal viene recortado y además afecta al estado la espiral de inflación detonada por el gasolinazo.
Las finanzas del estado no sirven de gran cosa, más que para que se despachen el gobernador, su camarilla y aliados políticos. Para los demás no alcanza. Siguen sin apoyar a la derrama y activación del consumo; al contrario, la falta de inversión-gasto y el congelamiento de pagos a acreedores contribuyen a la contracción, ésta sí apuntalada por el gobierno de Yunes con los despidos masivos sin liquidación que han realizado en la burocracia –por cierto sin informar al Congreso, como se lo ha exhortado, de los alcances de esta medida lesiva para numerosas familias.
El espejismo de Yunes es que le aprueben en el Congreso la reestructura de la deuda, equivalente a una lotería, dinero fresco para el cochinito e impulsar la candidatura sucesoria de su hijo, pero los diputados no quieren dar su mano a torcer; no les llega al precio y se mezclan los intereses electorales de muy corto plazo.
Ante la acumulación de problemas y la falta de respuestas del gobierno de Yunes, se ha visto obligado a admitir su incapacidad. No tiene varita mágica para resolver los problemas, se excusa ahora. En campaña ofrecía resolverlos de inmediato. De lengua, me como un plato.
Un poco de circo y venganza
La oferta electoral de Yunes de encarcelar a Javier Duarte y a su banda, así como lograr la reparación al estado del daño patrimonial ha quedado muy debajo de las expectativas; la cacería de Duarte la atrajo el Gobierno Federal que parece administrar la investigación y captura del ex gobernador y su vasta red de prestanombres y cómplices en las operaciones ilícitas; mientras que Yunes –aunque tiene al fiscal y al Poder Judicial– lleva muy poca caza. En prisión actualmente sólo está el ex secretario de seguridad, Arturo Bermúdez, a quien sujetaron a proceso por enriquecimiento ilícito y por este delito sí le decretaron prisión preventiva por 8 meses, a diferencia de la libertad bajo fianza por otros dos delitos (abuso de autoridad y tráfico de influencia). Poca cosa para el tamaño de los abusos que se le atribuyen a Bermúdez. Lo encarcelaron, se ve, porque se les escapó el ex director del Seguro Popular, Leonel Bustos, acusado por desvíos de 2 mil 300 millones de pesos, pero se amparó y obtuvo una suspensión que le permite seguir el proceso en libertad. Uno salió y en compensación a otro metieron. La cifra es ridícula. A más de 2 meses, con todo el tiempo que esperaron para actuar y que del holding Duarte de saqueo al erario y lavado de dinero sólo tengan a uno en prisión –Bermúdez– y sólo una solicitud de desafuero, la de Antonio Tarek Abdalá en la Cámara federal de Diputados. Tampoco tiene Yunes varita mágica para encarcelarlos, lo que ha dado pie a las versiones de que están arreglados.
Lo de César del Ángel no es ni promesa de campaña ni justicia. Simplemente venganza por rivalidad política. Como otros juicios pervertidos por Yunes se tendrá que resolver con la intervención del Poder Judicial de la Federación. El juicio de amparo como contrapeso a sus abusos.
Varita mágica para falsificar la contabilidad
Donde no le hace falta varita mágica al gobierno de Miguel Ángel Yunes es en la Secretaría de Finanzas, tiene a la hada madrina Tula, aunque sólo para falsificar la cuenta pública, quita y pone las cifras a la orden de su patrón, desaparece deudas incómodas y encuentra valores ficticios para incrementar los activos. No para aparecer más dinero, al menos por ahora.
Yunes en la mejor escuela de Duarte, con Tula de ejecutora, manipula, maquilla y falsifica la contabilidad gubernamental e incrementa la deuda pública del Gobierno del Estado.
Como se demuestra en nota por separado que analiza el estado de situación financiera enero-diciembre de 2016, generado ya por la cosmética de Yunes, con la técnica de la contabilidad ficción aumentan el activo desproporcionadamente, ajustan cuentas al estilo mafioso (a los que no son mis amigos, han sido o son mis adversarios, desconozco el adeudo) por cifras exhorbitantes, esconde el crédito recién recibido, toda una contabilidad del género fantástico.
A ver si le compran la cuenta adulterada las calificadoras y los financieros que participaran en la pretendida reestructura de la deuda pública –si se llega a dar. Con tal de vender el crédito son capaces de aceptar cuentas sin confiabilidad, falsificadas burdamente. ¿Cómo lo tomarán en la auditoría del proceso de Fiscalización que realizará el Orfis este año, junto con la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado?