+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz
Zona Centro
Eduardo Coronel Chiu - 2017-03-01
Rebotó la reestructura de la deuda pública. Contra las versiones triunfalistas de los diputados del PAN y el PRD –el par de Sergios, Hernández y Rodríguez–, los operadores de la coalición del gobernador Miguel Ángel Yunes en el Congreso de que capturarían hasta 36 votos y todos iban a festejar, se atascó de nuevo la aprobación.
Ya se veían: Yunes con su cheque en blanco para re-endeudar al estado a partir de sustituir créditos por 42 mil millones de pesos a 30 años y comisiones por más de mil millones, dinero fresco para operar en elecciones, consolidar su poder personal y apuntalar a su dinastía. Los diputados del PRI, con su tajada correspondiente a un crédito por 4 mil millones para ayuntamientos, y los presidentes municipales con recursos para cerrar su administración. Pero el sueño terminó.
El crédito carnada para ayuntamientos y diputados del PRI, que supuestamente mandaría Yunes al Congreso para cerrar los acuerdos, nunca llegó.
Se la quiso comer solo Yunes, su estrategia de toma todo falló. No le cumplieron a la bancada del PRI y atoraron la reestructura.
Dale pa´trás
Fracasó la convocatoria al periodo extraordinario de la legislatura, el dictamen lacayuno de la Comisión de Hacienda del Estado, seguro elaborado en la Sefiplan, concedía al gobernador todas las atribuciones para negociar y contratar los nuevos créditos al costo que fuera, sólo debía informar al Congreso.
Nunca transparentaron la situación financiera del estado y las expectativas crediticias, han pretendido forzar la aprobación con declaraciones generales y vagas de catastrofismo y emergencia financiera sin justificarla. Tampoco se ha acreditado la conveniencia pública de la reestructura de deuda. El único beneficiario visible es el gobernador Yunes –quien obtendría dinero fresco al reducirse el monto de los pagos anuales en su periodo, a costa del alargamiento del plazo de pago, con más deuda.
Ante la previsible derrota en la votación, ayer regresaron el dictamen a comisiones. Va pa’trás.
Se equivocó de tablero
El gobernador Yunes envío la iniciativa a fines de enero, buscando que el Congreso la aprobara en fast track antes de terminar ese mes, su periodo ordinario de sesiones. No pasó. A principios de febrero convocaron al periodo extraordinario, tuvieron mucho tiempo para negociar, vieron además el condicionamiento de la aprobación por parte del grupo bisagra, la bancada del PRI, a que se destinaran recursos para el pago a ayuntamiento y proveedores.
Faltó oficio político para asegurar la decisión legislativa en un escenario de ausencia de mayoría en el Congreso, la necesidad legal de contar con las dos terceras partes de los diputados (34 de 50).
Fueron incapaces de reconocer el terreno y las reglas del juego, las actitudes, posiciones, motivos y estrategias.
Yunes no se dignó a desprenderse de sus desplantes de monarca absoluto, descalificó a alcaldes, diputados y a todo aquel que discrepara de su propuesta, mantuvo la oscuridad del estado de las finanzas y el teatro de la emergencia.
Se equivocó de tablero Yunes. No era un juego de suma cero, donde el ganador se lleva todo; sino de puntos de acuerdo, incentivos para la cooperación. Ante la falta de mayoría legislativa de su coalición y el voto en contra de la bancada de Morena, su única salida era enganchar al PRI. Tiraron la carnada crédito extra, que al final no hicieron efectivo. Y lo batearon.
La arrogancia de Yunes le hizo un bien a Veracruz. No se ha autorizado reendeudar al estado. Por ahora.
Seguridad ¿en serio?
Vista la incapacidad del gobierno de Yunes para contener en el estado la oleada de violencia criminal –ejecuciones, secuestros y robos, principalmente– están anunciando que el Gobierno Federal mandará refuerzos, que llegarán elementos de la Gendarmería, la policía federal de élite, a varios puntos del estado –entre estos Xalapa y Córdoba. En la conurbación Veracruz-Boca del Río, permanece la Marina. Las bandas están incontrolables en todo el estado, así que las fuerzas federales se advierte serán insuficientes.
A ver si no sale que ese apoyo federal no es más que propaganda para las elecciones. No parece casualidad el estrechamiento entre Yunes y el gobierno de Peña, y por extensión con el PRI –electoral–, Clavillazo Ochoa hizo de Patiño de Yunes hace unos días, junto con la Fepade contra López Obrador. Esta semana, vino el secretario de Educación Aurelio Nuño, a la trivialidad de entregar una edición en facsímil de la Constitución Política de 1917; ayer, el secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong, con el mensaje de la Gendarmería y este jueves el presidente Peña visitará Tuxpan para inauguraciones de obras. Es claro que Yunes (como antes Duarte) es de su clan. Son la coalición PRI-PAN y sus satélites PVEM-PRD, todos contra Andrés Manuel López Obrador y Morena.
Ricardo de Pánuco (o Pánuco de Ricardo)
Muy comentado fue el registro del ex contralor del gobierno de Duarte, Ricardo García Guzmán, como precandidato a la presidencia municipal de Pánuco, no por el PRI ni por el PVEM sino por el PAN.
Aunque se ha visto que el gobernador Yunes ha pactado con algunos ex colaboradores de la administración de Duarte, con los del vómito negro y la delación, el caso de Ricardo no podría tomarse como un acuerdo de ese mismo tipo, ni con el grupo de Duarte, como sugirió ayer la bancada de Morena. Más parece un arreglo pragmático, personal y político. Ricardo García Guzmán tiene efectivamente el control político, la popularidad y el arraigo en la región de Pánuco, su lugar de origen. Al menos lleva 13 años ganando allá las elecciones, con uno u otro partido, directamente o a través de sus hijos. Por el PRI ganó la elección para diputado local en 2004 y la de presidente municipal de 2005 a 2008; luego uno de sus hijos, Rodrigo García Escalante, ganó las elecciones para diputado local por el PAN y posteriormente la presidencia municipal por el PVEM; su otro hijo, Ricardo, ganó las pasadas elecciones para diputado local por el PVEM. Dicen que en esa marca seguirían pero se la adjudicaron al ex diputado del Panal Francisco Garrido, a quien acusaron de vender las candidaturas en la zona norte.
Yunes también juega a los números electorales.
Nicho, a su casa
Trascendió ayer la renuncia de Dionisio Pérez Jácome como delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. La causa, se dice, fue el error en el conflicto sindical de Tamsa, le dio la toma de nota al grupo equivocado, ya había un titular del sindicato, Pascual Lagunes; la oficina de Nicho reconoció a otro, José Carlos Guevara, así que ahora hay dos dirigentes. Tamsa se quejó con el presidente Peña de la incertidumbre laboral generada.
Como en el Oscar, Nicho anunció La La Land, pero como no ha corregido ya le dieron la salida.