+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz
Zona Centro
Eduardo Coronel Chiu - 2017-03-03
A tres meses de haber asumido el cargo de gobernador Yunes atraviesa por su peor momento. Ya agotó las expectativas, consumió su bono de confianza; sus montajes de terrorismo informativo dejaron de tener efecto; su obsesión con sus antecesores, Javier Duarte y Fidel Herrera aburren en su monotonía; se le ve incapaz de resolver los problemas centrales del estado.
Precisamente el martes pasado Yunes tuvo una exhibición doble de debilidad; recibió dos golpes contundentes que le mandaron a lona. Frente a la crisis de liquidez en las finanzas públicas, su gobierno no pudo negociar los votos necesarios para que los diputados le aprobaran reestructurar la deuda pública, la rebotaron; y en materia de seguridad pública, la violencia extrema de la delincuencia organizada le dejó una declaración de guerra en Boca del Río, junto con un paquete de 11 ejecutados.
Esto además del reguero de cadáveres, secuestros y robos, la ola delictiva imparable que es signo de su incompetente gobierno.
A tres meses de tratar de gobernar Veracruz, Yunes ya pisó la lona, y ahora está a expensas del Gobierno Federal. Ya mandaron de refuerzo a la gendarmería a Córdoba y Xalapa, y la corporación federal está desde el año pasado en Tierra Blanca, el problema es que la delincuencia está desatada en todas partes, el Gobierno Federal tendría que hacerse cargo integral de la seguridad pública en el estado. No sería remoto que así sucediera, porque Yunes no podrá en el corto tiempo para el que fue electo –2 años– formar una policía confiable y profesional.
Dócil ante Peña
La visita del presidente Enrique Peña Nieto ayer a Tuxpan, donde inauguró obras de desarrollo portuario, no disipa la imagen del fracaso de Miguel Ángel Yunes al arranque de su gobierno.
Tampoco cimbró al país ayer en Tuxpan Miguel Ángel Yunes con alguna revelación, vinculada al presidente Enrique Peña Nieto, el financiamiento del ex gobernador Javier Duarte a su campaña electoral a la Presidencia de la República, que sugería iba a utilizar si bloqueaban su toma de posesión como gobernador. Al contrario, ayer parecía un dócil subordinado político; hace tres meses tuvo Yunes una salida temeraria y boquifloja, ahora tras su caída abrupta, se acurrucó al Presidente.
En la primera visita oficial Peña y Yunes intercambiaron mensajes de “alianza” y colaboración por encima de sus partidos de origen. Es claro que van en el mismo equipo, en la coalición que está tratando de frenar el ascenso de Andrés Manuel López Obrador y Morena. Ya se observaron en acción concertada Yunes, el PRI, el PAN, la Fepade y obviamente Osorio Chong, contra AMLO en su reciente gira por Veracruz. El enemigo común los une. Aunque se duda que les alcance, el Gobierno Federal está muy desgastado, Peña devaluado, el PRI desacreditado, y el gobierno de Yunes, del PAN-PRD, ya se atascó.
Se peló Bustos
Leonel Bustos, ex director del Seguro Popular del gobierno de Javier Duarte, acusado por la Fiscalía de Yunes por el desvío de recursos públicos del orden de mil 200 millones de pesos, ayer ya no acudió a la audiencia, se dio a la fuga.
Fue el primer prisionero del actual régimen, tuvo una estancia quincenal en Pacho, pero obtuvo una suspensión provisional en juicio de amparo y tuvieron que dejarlo salir. El juzgado federal le negó la suspensión definitiva, podían volver a entambarlo; era lógico que no acudiera a entregarse.
Aparte de sus abogados alguien debe haber ganado un premio por cooperación; cercanos a Leonel relatan que le bajaron 10 millones de su cuenta; voluntario, claro, le permitieron hacer el retiro, entregar y ¡salir de pelada!
Sólo les queda de huésped VIP Bermúdez. Dicen que sigue soltando la sopa, y con levedad en la pena, no tardará mucho en salir a disfrutar de sus ahorros.
Que Duarte no está muerto… de risa
Ya todos se dieron cuenta de que era una farsa la oferta de campaña de Yunes de que iba a meter a la cárcel al ex gobernador Javier Duarte y a su banda.
Por principio el Gobierno Federal se reservó a Duarte; atrajo las denuncias e investigaciones, los juicios y el gran escape. Dejó Yunes el teatro de la seudo recuperación de algunos bienes para explotar el morbo; pero el tema ya no da más, bajó el rating. El resto de la banda la lleva tranquila –salvo Bermúdez que está hospedado en Pacho y Tarek en trámite de desafuero, sin certidumbre de que lo consigan, la mayoría de la banda, se ve, llegaron a arreglos; compraron su impunidad.
Para que no se olvide que dicen estar tras de Duarte, cada cierto tiempo filtran que estrechan el cerco. Los últimos capítulos lo siguen ubicando en Centroamérica. Esta semana con una lógica envidiable establecen: ¡Duarte está vivo!, a partir de que no tienen evidencias de que haya muerto.
Dicen además tener controladas todas sus cuentas (????) y por ello se le están agotando los medios de supervivencia. Y por tanto, no tarda en caer… continuará. Si siguen con ese nivel de creatividad narrativa, les va a comprar el guión Netflix.