Atraso en servicios públicos, otra manera de violentar a la mujer; “necesario cambiar mentalidad”: diputada

+ Sobre la violencia, expresa: “No debemos volvernos indiferentes porque finalmente todos tenemos una madre, una hija, una hermana”.

Zona Centro

Pablo Jair Ortega - 2017-03-08

Para la diputada Yazmín Copete Zapot, los casos de las mujeres violentadas no sólo quedan en situaciones de inseguridad, sino que va más allá: la violencia psicológica, el sufrimiento, las desigualdades laborales, en incluso los servicios de salud y educación.

Entrevistada en su despacho del Congreso del Estado, la representante del distrito de Santiago Tuxtla, al sur de Veracruz, se explaya con respecto a la violencia, en el marco del Día Internacional de la Mujer que se celebra este 8 de marzo.

“Sin duda alguna hoy se conoce muchas cosas precisamente por las redes sociales, porque hoy por más que se quiera, no puede haber un cerco informativo y siga estando de manera oculta la información que se vive de los casos de mujeres violentadas (…) Desafortunadamente hay que reconocer que ha sido siempre, en todas las épocas, en todos los momentos, en todos los gobiernos, ha sido así; nada más que hoy se conocen más porque cualquier tiene un celular para poder grabar y hay cosas que no se pueden ocultar”.

No obstante, la legisladora ataja y comenta que esto no merece indiferencia alguna porque es una realidad que puede tocarle a cualquier familia: “No debemos volvernos indiferentes porque finalmente todos tenemos una madre, una hija, una hermana, algún familiar que es mujer y entonces no sabemos en qué momento el círculo se va a cerrar y nos va a tocar vivir de cerca una situación de esta naturaleza”.

En este sentido, Copete Zapot también exhortó a que las mujeres hagan una causa común “para exigirle a todos los gobiernos de todos los niveles” para poner a salvo la integridad física, no tan solo de las mujeres, sino toda la sociedad en su conjunto.



En este orden de ideas, hace una aguda observación: “Hoy pareciera que solamente a nivel estatal es a donde le corresponde salvaguardar la integridad física de las personas, incluidas las mujeres; hay que irnos abajo y hasta allá abajo están los ayuntamientos, está el alcalde, que recibe presupuesto suficiente, que ni siquiera tiene un tope para decir “hasta tanto vas a gastar en seguridad pública”. Hay la libertad de poder ejercer presupuesto para tomar las medidas de seguridad necesarias”.

Y es que en este sentido, ejemplificó que en casos de extorsiones, secuestros o incluso asesinatos, subrayó que las mujeres son quienes dan la vida: “entonces también somos violentadas de manera psicológica porque nos hacen sufrir, nos hacen padecer”.

ATRASO EN SERVICIOS, OTRA FORMA DE VIOLENTAR

“Sigue habiendo un atraso en el acceso a los servicios, y eso también es una forma de violentar los derechos a los que tenemos”, dice la diputada del PRD, conocida desde hace años como una lideresa veracruzana de peso en la entidad.

Ejemplifica de una manera muy sencilla: “Cuando un alcalde decide pavimentar una calle en lugar de una introducción de agua a una colonia, a una comunidad, se está violentando a la mujer en no acercarle los servicios, porque el varón, pues su labor es fuera de la casa, pero la mujer se queda y todos los quehaceres de la casa, incluida la alimentación, requieren de agua. Esa también una forma de violentar el derecho de las mujeres”.

Copete Zapot coloca otro caso en la mesa: la relación de salud y empleo, cuando una mujer tiene que comprar los medicamentos, pero no tiene resuelta su situación económica porque no tiene un trabajo digno y bien remunerado.

“Pero si nos vamos más allá con relación a la educación, pues es otro derecho que tenemos, pero hay muchas causas por las cuales no van a la escuela muchas niñas o jóvenes”; entre estas menciona la distancia y la falta de recursos o becas incluso para el transporte.

-En el caso de su distrito, ¿esta situación es preponderante?
-Sí, lamentablemente todavía hay muchos lugares donde no tienen, por ejemplo, una secundaria y queda a lo mejor la más cercana a 8 o 10 kilómetros, y entonces hay que pagar un pasaje , un transporte, porque ni modo que todos esos kilómetros se vaya una niña caminando, incluso un niño, con todos los riesgos que hoy implica; no sólo en la ciudad vemos esta situación de inseguridad, sino que ya también se empieza a vivir en las comunidades, en los ejidos, asaltos, cosas que antes no las veíamos.

EL SER MUJER REPRESENTA VULNERABILIDAD

Aunque la también coordinadora de la bancada del PRD en el Congreso del Estado reconoce que hay un avance en la lucha por la igualdad y derechos de las mujeres, también observa que la circunstancia de que ser mujer no brinda las mismas oportunidades que la de un varón.

“No tienes la misma oportunidad que un varón, porque si tienes la responsabilidad de una casa, de un hogar, de un hogar, de una familia, tus tiempos no son los mismos que de un varón, de entrada. Si estas criando, si eres mamá, si tienes un bebé, peor te va porque aunque la ley garantiza que debe tu patrón darte determinados tiempos para amamantar a tu hijo, pues eso también ya resulta una limitante no para el patrón, para el explotador, que hoy que se tiene tanta necesidad, se han convertido en eso: en explotadores”.



Señaló en este caso a las cadenas transnacionales, “donde las ves de pie toda la jornada de trabajo, no se sientan ni un momento, entonces eso ya es explotación”.

En este sentido, subraya: “El ser mujer sí representa vulnerabilidad”.

La tuxtleca también hace un llamado concreto: “Tenemos hoy las mujeres que acuerparnos; de la ideología que, en un momento dado sea, tenemos que acuerparnos las unas a las otras porque si esto no lo paramos, al rato van a ser nuestras hijas, nuestras nietas, las nuevas generaciones; entonces hoy corresponde seguir en la lucha, no bajar la guardia”.

EXPERIENCIA COMO ALCALDESA Y DIPUTADA

En la conversación, la diputada Copete hace muchas referencias a anécdotas que tienen que ver con su experiencia como alcaldesa de Santiago Tuxtla, así como legisladora federal y local de esa zona.

Platica por ejemplo situaciones como las labores de parto de mujeres que viven en comunidades alejadas, donde sólo existen vehículos como camionetas rurales o taxis mixtos, que no siempre están disponibles para acudir a un hospital: “hay que andar viendo si algún vecino tiene vehículo y a ver si quiere hacer el favor; pero hay lugares donde ningún vecino tiene vehículo y entonces cómo la vas a sacar de la montaña; tienes que bajarla al hospital y en lo que llegas a la carretera federal o estatal pues te vas a llevar un buen tiempo. Te lo digo porque en Santiago Tuxtla, que tiene zona de montaña, hay varias comunidades en el cerro hasta arriba, donde algunos no tienen ni camino de terracería, son brechas, donde forzosa y necesariamente tienen que entrar o salir caminando, trasladadas en hamaca, para poder salir”.

En este tema, señala el criterio de las políticas publicas con relación al costo/beneficio electoral: “esto es si hay un núcleo de población donde hay mucha gente, entonces al gobierno le conviene invertir porque se traduce en muchos votos. Pero si es un pueblo donde viven poquitas familias ¿qué van a gastar dos, tres, cinco millones en abrir un camino?”.

Detalla en esta problemática que incluso hay que entrar negociación con propietarios de ranchos y predios porque hay pueblos que para llegar a ellos tienes que pasar por varias propiedades privadas; además de las limitantes que tienen autoridades municipales para comprar terrenos en ejidos o incluso expropiarlos, “donde entran muchos intereses, muchos conflictos”.

“En el caso de un trabajo de parto se ponen en riesgo dos vidas y entonces cómo auxilias, como tienes a la mano el servicio. Hay todavía mucho que hacer”, acota.

CAMBIO DE MENTALIDAD

“En medida de que las mujeres que llegamos a los cargos tengamos criterio propio, y representemos de manera genuina a la gente, va a haber respuesta, porque el otro problema que resulta es que hay compañeras que se someten a la voLuntad del varón y esto lo veíamos más cuando iba de propietaria una mujer y de suplente un varón; llegaba al cargo, y renunciaba ella y ya quedaba él. Por eso hoy ya el propietario tiene que ser del mismo genero que del suplente”, explica la diputada por el distrito XXIV de Santiago Tuxtla.

“En el caso del PRD fuimos punta de lanza, fuimos pioneros (de la amplia participación de la mujer en la política) y luego después se retomo en el ámbito federal en iniciativa de reforma”, recuerda, a la vez que platica que esa misma reforma, la 50/50, le tocó votarla a ella como legisladora en el Congreso de la Unión.

Recalcó que es muy importante “que el presupuesto público tenga esa visión de género”.

Rememora otra anécdota como alcaldesa, donde en una comunidad hubo una discusión porque un sector pedía guardaganados (rejillas en el suelo para que los animales no crucen ciertos territorios) para poder atravesar brechas en predios privados y cómo las mujeres solicitaban agua. Que al final, regresando una semana después para ver qué resolución había tomado el pueblo, había pesado el consejo de las mujeres para la priorización del vital líquido.

“Hay que concientizar al varón y nosotras que somos las que damos vida… ¿Cómo vamos a hacer que cambie de mentalidad un hombre? Pues con nuestros consejos, con nuestra directriz, nuestra mano de mujer”, expresa.

Y hace un serio señalamiento: “¿Qué tiene qué hacer la mujer? Pues cambiar de mentalidad, revolucionar esa mentalidad… ¿Para qué? Para que el trato sea igual”.

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