#AsuntosPúblicos: NUEVA ALIANZA: PRIAN

+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-04-24

La reciente visita del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, como se sabe del PRI, a Veracruz el pasado viernes, al acto de jura de cadetes de la Naval y conmemoración de la defensa del Puerto ante la invasión americana de 1914, al que asiste cada año, confirmó su alianza actual con el gobernador Miguel Ángel Yunes, del PAN-PRD.

Como antes con Javier Duarte, aunque sin llegar a la euforia y risotadas que caracterizaban sus encuentros con su entonces amigo y gobernador (hoy ex de las dos cosas), preso en Guatemala para fines de extradición, del PRI, expulsado de este partido solo cuando resultó incómodo, Peña no dejó duda de su cercanía política con Yunes.

Sería ingenuo pensar que son actuaciones institucionales, sabido que los acuerdos van más allá del protocolo y discurso oficial del respeto y la colaboración entre gobiernos; entonces y ahora se trata de actores políticos que responden a las coyunturas, intereses y estrategias del juego del poder.

Peña ¿no sabía?

El presidente Enrique Peña Nieto, al igual que el PRI, intenta hoy borrar toda huella de su antigua relación con Javier Duarte, ahora ícono de la corrupción, el apestado del sistema. Pero tardó mucho Peña en descubrir las corruptelas de Duarte, demasiado si se considera que por su jerarquía tiene acceso a información clasificada; su relación estrecha (y Duarte la presumía) floreció por varios años, intensa desde que Peña era gobernador del Estado de México, se hizo aspirante, candidato y alcanzó la Presidencia de la República en 2012. Esa relación Presidente-Gobernador tuvo su clímax en 2014, visible en las ceremonias de conmemoración del centenario de la defensa del Puerto y en la Cumbre Iberoamericana de jefes de estado, a fines de ese año, una cordialidad que se prologó aún en 2015; hasta unos meses antes de que comenzara Duarte a ser exhibido, defenestrado y acusado penalmente, a mediados de octubre pasado por la PGR, por delincuencia organizada y lavado de dinero, obvio, con el consentimiento presidencial, apenas a un par de meses de concluir su mandato sexenal.

Peña lo dejó gobernar, con abusos, desorden y corrupción hasta el colapso financiero del estado, desbordantes en su último tramo, casi 4 años de su Presidencia. Al final lo abandonó, no lo rescataron para ganar la elección sucesoria el año pasado, desde entonces hubo versiones del cambio de juego político de la élite del PRI nacional y el arreglo con la cúpula del PAN-PRD, aliados funcionales de Peña en el Pacto por México (la versión del apoyo a Yunes para derrotar al PRI local, con la mediación de su amigo Osorio Chong), ahora renovado, se dice e infiere para contener a Andrés Manuel López Obrador y a Morena en las elecciones que vienen, las locales este año y las federales el año siguiente, que renueva Presidencia de la República y Congreso de la Unión.

La desaprobación al PRI, a la gestión de la presidencia de Peña, así como a la previa actuación de los gobiernos federales del PAN, las dos alternancias fallidas, condiciona que el electorado visualice otras opciones, ello explica el ascenso de Morena y López Obrador; de ahí la desesperación y las nuevas alianzas, la captura y show del proceso a Duarte para levantar la imagen en este proceso electoral (en riesgo para el PRI la gubernatura del Estado de México, el enclave del grupo de Peña), darle credibilidad a la reforma al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) y construir el fuerte hacia la siguiente batalla, la determinante por la Presidencia de la República. En los próximos sondeos se verá si de algo les ha servido.

Yunes no cimbra… nI cimbrará

cada vez más lejos de su amenaza velada de que revelaría información que iba a cimbrar al país (presumible sobre el financiamiento ilegal de Duarte a la campaña electoral de Peña a la Presidencia), cuando temía se invalidara su elección para gobernador, Miguel Ángel Yunes se muestra dócil y servicial, disciplinado a la jerarquía política del Gobierno Federal.

Como Peña, también quiere colgarse méritos en la captura de Duarte, aunque no haya participado, pero la realidad de la violencia criminal desbordada pese a los refuerzos federales –Gendarmería y Policía Militar, además de Marina y Milicia ya destacamentada– concede poca aprobación a su gobierno. El show de Duarte y sus acercamientos con Peña no alcanza a tapar el deficiente gobierno de Yunes. Aunque sus fanáticos –se ve que a instancias suyas– ya lo proyectan como candidato del PAN contra López Obrador. Otra vez su fantoche del enano del tapanco.

Cacaduarte

La estrategia de guerra sucia de Miguel Ángel Yunes de vincular a Duarte con López Obrador y Morena, ensayada en uno de sus rounds mediáticos en una de las giras al estado del candidato de Morena, ya la compraron no sólo los del PAN, sino también los del PRI.

Desde la captura del ex gobernador hace una semana, embarrar al adversario con Duarte se volvió tema de golpeteo entre políticos. El PRI de inmediato se disoció de su ex destacado militante y operador electoral, pero en el PAN lo utilizan como manual de campaña.

Se difundió un instructivo atribuido a la dirigencia nacional del PAN acerca de cómo usar esa “línea estratégica de comunicación”. Negaron que exista ese documento pero en la práctica lo están usando, como embarrar con Duarte y simular las manos limpias. La cacaduarte es proyectil de la guerra sucia de temporada

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