La titánica labor de emprender en Veracruz

+Veracruz no es el polo de innovación tecnológico tradicional como pudiera ser Guadalajara, la ciudad de México o la región del Bajío.

Zona Centro

El Economista - 2017-05-05

"En Veracruz hay miedo que de repente vaya a haber un levantón o algo así. A veces tratamos de hacerlo calladitas, no alzar mucho humo por lo mismo”, dice Mariel Pérez, de 25 años, originaria del Puerto de Veracruz, sobre su vida como emprendedora. Ella forma parte de ScanLife, un proyecto para el monitoreo del suelo agrícola y los cultivos, nacido en el laboratorio de ideas veracruzano iLab, con sede en Xalapa, la capital de aquel Estado.

Mediante sensores, tecnologías móviles y la conectividad, la emprendedora y su equipo buscan mejorar la producción y rentabilidad de la actividad agrícola de Veracruz, que ocupa el segundo lugar a nivel nacional con una producción de 27 millones de toneladas de productos agrícolas y un valor de 30,378 millones de pesos.

Pero Veracruz no es el polo de innovación tecnológico tradicional como pudiera ser Guadalajara, la ciudad de México o la región del Bajío. Al darse una vuelta por los medios de comunicación nacionales e internacionales, Veracruz destaca más por la corrupción de sus ex gobernantes y de las gestiones de Fidel Herrera y Javier Duarte; o sus altos índices de violencia: en marzo de este año, Veracruz fue la entidad con el mayor número de ejecuciones al sumar 431, de acuerdo con cifras de Lantia Consultores.

Emprender no es fácil, pero en Veracruz se convierte en una tarea titánica. Quienes deciden ingresar a programas de incubación de ideas, como los ofrecidos por iLab, también se enfrentan a condiciones económicas retadoras pues muchos de ellos deben dejar de trabajar para emprender con proyectos innovadores y de alto impacto, lo que muchas veces significa dejar sin parte importante del sustento económico de sus familias.

Muchos emprendedores también se enfrentan a prejuicios sociales y familiares, desde cuestiones de género con las jóvenes mujeres, hasta la misma actividad de emprendimiento que no es considerada como un camino serio para perseguir un futuro profesional y personal.

“He recibido comentarios de ‘cómo crees que vas a hacer esto’ o ‘estás jugando al empresario’ y a veces esos comentarios vienen de las personas más cercanas. Entre nosotros decimos que sólo un iLaber entiende a un iLaber porque nos formamos en las mismas instalaciones, con la misma tecnología, pasamos los mismos retos y sabemos que la gente podrá decir que no puedes, quizás porque eres mujer o porque eres muy joven, pero nosotros nos hacemos fuertes y sabemos que lo podemos lograr”, comenta Anahí Jarquín, de 23 años y originaria de Coatzacoalcos.

Ella es cofundadora de WarmBox, un recipiente que, mediante una reacción química, permite calentar comida sin necesidad de un horno de microondas o estufa. El proyecto busca impulsar una alimentación sana y combatir la obesidad en la clase trabajadora al permitirles cocinar su propia comida y transportarla a sus sitios de trabajo.

Un lugar inusual para hacer innovación

Veracruz no es el clásico lugar para emprender en alta tecnología dado que no está desarrollado el llamado “ecosistema”, integrado por talento, fondos de capital dispuestos a invertir en proyectos innovadores, empresas abiertas a colaborar con los emprendimientos y la infraestructura necesaria para incubar negocios tecnológicos.

“Nosotros estamos en el lugar más inusual para hacer innovación. Xalapa antes era la Atenas veracruzana, aspiracional y culturalmente. Hoy es el epítome de toda la corrupción en el país, pero estas (las emprendedoras) son grandes historias que no suceden solamente a través de jóvenes veracruzanos sino de todo el país, también tenemos colombianos, va a entrar gente de Costa Rica y a lo mejor en verano viene gente de África”, comenta Víctor Moctezuma, cofundador y director de iLab.

Desde su nacimiento en 2014 a la fecha, iLab ha graduado a 393 talentos quienes han generado unos 97 proyectos con una tasa de supervivencia de entre el 60 y 70 por ciento. Los proyectos de iLab están buscando obtener más de una veintena de patentes.

Moctezuma sabe que no todo es miel sobre hojuelas, pero reconoce el valor y el esfuerzo por impulsar un emprendimiento fuera del ideal pintado por Silicon Valley de hacer una app para todo, o crear servicios on-demand al por mayor, para aspirar a verdaderas revoluciones locales con potencial de realizar cambios a gran escala.

“iLab es un proyecto que ha crecido mucho en prestigio en el exterior más que en México. Yo no soy Numa o Startup México, pero trabajamos con la población que ninguno de ellos va a tocar y estamos creando un tipo de innovación y emprendimiento que el prestigio está basado en alianzas, en la metodología, en esa trascendencia que hace que de Estados Unidos digan ‘tienen que hablar con ellos’”, comentó.

Al principio, iLab ha buscado forjar alianzas con el gobierno a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a través de la iniciativa Punto México Conectado para dar programas de desarrollo gratuitamente siguiendo la metodología de iLab que son impartidos por los mismos participantes y egresados de los bootcamp de iLab, cumpliendo así el ciclo de formar talento que a su vez forme nuevos talentos.

Pero ahora el ambiente político no es favorecedor. Por un lado, Veracruz arrastra una serie de gobiernos plagados de corrupción que han colocado al Estado al punto de la quiebra. Además, la continuidad del trabajo que iLab ha hecho en conjunto con la ex secretaria de Comunicaciones, Mónica Aspe, y con el ex titular del Inadem, Enrique Jacob, no está garantizado con los nuevos nombramientos de las dependencias y con las elecciones federales en puerta.

Este escenario abre la necesidad de fortalecer las alianzas de iLab con el sector privado pues a diferencia de la política, las negociaciones con las empresas ofrecen una mayor estabilidad.

Precisamente el gigante de telecomunicaciones estadounidense AT&T decidió apostar por iLab para becar a jóvenes emprendedoras de Veracruz. El laboratorio de ideas también se ha acercado a otras empresas como Dell, Google, Oracle o Microsoft.

A la lucha por fortalecer el emprendimiento tecnológico en esta región de condiciones “atípicas” se suma el malinchismo de los negocios por apostar al talento regional: “El empresario mexicano es más fácil que compra algo que está en inglés o que viene empaquetado por el cobijo de una marca que ya tiene ascendencia a que apueste por cosas novedosas y de lugares inusuales. Tenemos que romper esa inercia”, de acuerdo con Moctezuma.

Con optimismo hacia el futuro

La mirada a futuro, con todos los obstáculos, pinta optimista. iLab, por un lado, espera crecer la cantidad de egresados en sus nuevos programas de incubación y duplicar los beneficiarios de los cursos impartidos gratuitamente en Puntos México Conectado, de 25,000 a más de 50,000. Y el impacto no termina en las puertas de iLab pues aun cuando existan proyectos que no sobreviven, los egresados desarrollan habilidades tecnológicas que les permiten emplearse más fácilmente en las empresas de tecnología como Dell.

Con esa misma visión, las emprendedoras ven su futuro. Mariel Pérez celebra que ScanLife ya recibió una inversión de 1.3 millones de pesos para el desarrollo de su proyecto y están por iniciar pruebas en Oaxaca. Anahí Jarquín, de WarmBox, confía en que levantarán 1.5 millones de pesos a través de inversionistas y financiamiento colectivo para iniciar la producción comercial de su prototipo y eventualmente continuar las investigaciones para desarrollar ropa que se caliente a sí misma y pueda mejorar las condiciones de las personas sin hogar y en situación de vulnerabilidad.

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