#AsuntosPúblicos: HUACHICOLEROS CONTRA EL ESTADO

+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-05-08

No ha podido el Gobierno Federal –ni los gobiernos de los estados– contener a la poderosa modalidad de la delincuencia organizada que se dedica desde hace varios años en país al robo de combustible –gasolina y diesel– a partir de extraerlos de los ductos de conducción de Pemex.

Los Chupaductos o Huachicoleros, como se les llama ahora a los practicantes de la ordeña clandestina, han construido un negocio ilegal en grande, tanto que llama la atención su florecimiento sin que el Estado Mexicano lo haya podido reprimir.

La violencia desbordada el pasado jueves en el estado de Puebla, en el llamado triángulo rojo, donde hubo combates armados entre el Ejército y las bandas, con un saldo de 10 muertos, 12 heridos y 14 detenidos, como parte de guerra, obligó no sólo al reforzamiento militar de la plaza sino al reconocimiento del Gobierno Federal del tamaño que ha alcanzado el problema.

El combate poblano involucró a la población civil de varios municipios, mostrando la imbricación de familias de los poblados en el robo de combustible, un hecho observado también en otras zonas, lo que indica franjas de cooperación civil con la delincuencia en las que el Estado no existe, carece de legitimidad. Lo grave de estas comunidades es que otros, aun al margen de la ley, son los que brindan empleos y derrama económica, no el Estado.

Descubriendo chupaductos

Como si acabara de llegar al gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto lanzó una propuesta tardía. Instruyó a sus secretarios de la Defensa, Marina y Hacienda, así como a la PGR y a Pemex para “instrumentar una estrategia integral para combatir este ilícito en toda la geografía nacional”.

Y como si hiciera falta recordó: “el robo de combustible, hay que decirlo y tenerlo presente, es un delito” (por si alguien no lo sabía, que escuche la lección de Peña). Igual aludió a conexión de las comunidades con los huachicoleros, “quienes lo practican exponen a sus familias y dañan a sus comunidades. La delincuencia organizada engaña y utiliza a la población para cometer el ilícito”.

Apenas dos días después de la batalla de Puebla, en Veracruz, en la carretera Sayula de Alemán-Acayucan, un grupo armado de huachicoleros atacó a policías federales con el objetivo de rescatar a dos de sus cómplices y una pipa de combustible robado asegurada por la policía. Murió uno de los detenidos, pero los atacantes no fueron capturados.

Ayer hubo incendios de ductos en el estado de Puebla, en la colindancia con Veracruz, presuntamente provocados.

Negocio a la alza

De acuerdo con informes públicos de Pemex, el robo de combustibles en 2016 costó a la empresa 30 mil millones de pesos, actividad que en la década aumentó en más de 800%.

Es también del dominio público, en notas informativas y estadísticas, la existencia de numerosas tomas clandestinas en varios estados de la República, por los cuales cruzan las líneas de los ductos de Pemex o circulan los tráileres de distribución, así como su eventual detección, en ocasiones a causa de explosiones e incendios. Puebla se ha ido a la cabeza en las tomas clandestinas, sitio que antes ocupó Tamaulipas, se anotan otros estados ligados a la actividad petrolera como Tabasco, Hidalgo, Guanajuato, Oaxaca y por supuesto Veracruz.

Analistas de seguridad establecen que el robo de combustible a Pemex es el tercer negocio más productivo de la delincuencia organizada en México, después del narcotráfico y la trata de personas. Los Cárteles están metidos.

Por otro lado, los análisis llevan a Pemex, se presume que sus trabajadores son parte del negocio, dado que se requiere información del mapa de los ductos y las rutas de transportación, al igual que conocimientos y cierto equipo para conectar la ordeña. Esta economía delictiva requiere de una logística de almacenaje, transportación y venta al mercado negro donde se surten, sugieren, propietarios de gasolineras y transportistas del servicio público. La operación supone protecciones en los distintos tramos, y por ello se señala la participación de las policías.

El tamaño del negocio no es para pasar desapercibido. Dicen que lo contienen –y abusando de Perogrullo–, deducen que de no ser así ya se habría desbordado.

Como sea es otra de las fallas de seguridad y del combate a la delincuencia organizada, signos de la debilidad del Estado.

Muere Don Tomás Carrillo Hernández

Muy lamentable para sus familiares, amigos y para el periodismo regional de la zona de Cosamaloapan, la muerte de Don Tomás Carrillo Hernández, a los 78 años de edad.

Fue una vida dedicada al periodismo: reportero para radio y televisión, corresponsal de periódicos de la capital del estado, entre estos, Diario AZ, en el que colaboraba con su sección “Desde Cosamaloapan”, Don Tomás Carrillo Hernández hizo de la comunicación su estilo de vida.

Ejerció el periodismo con pasión, profesionalismo y valores éticos. Vamos a extrañar sus reportes, como las amenas anécdotas de su plática ingeniosa.

Desde aquí las condolencias por la pérdida a nuestro amigo Tomás Carrillo Sánchez.

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