Violencia en Veracruz no cede, expertos señalan debilidad institucional

La violencia en el estado de Veracruz ha escalado en la última década. Dos de los cárteles más violentos de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas han encarnado una sanguinaria disputa que se ha extendido por todo el estado, y a estos componentes se han agregado asesinatos de importantes miembros de las fuerzas federales, quienes se han desplegado en la entidad con el objetivo de reducir la violencia en lo que va del año.

El actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, enarboló durante su campaña las acciones que realizaría para capturar al exgobernador de la entidad, Javier Duarte, además de asegurar que regresaría la seguridad a los veracruzanos en los siguientes seis meses después de ser investido. A siete meses de asumir la gubernatura la violencia sigue en niveles altos.

Tan sólo dos meses después de que tomara posesión, en enero de este año, los asesinatos se incrementaron 27.5%, al llegar a 102, esto en comparación con el mismo enero del 2016, cuando se registraron 80 homicidios.

Hasta mayo pasado —mes con los datos oficiales más actualizados— los asesinatos han mostrado una tendencia al alza, alcanzando su máximo en lo que va del año, en marzo, cuando se registraron 161 casos, 57.8% más que en enero de este año.

Después de marzo, los homicidios han disminuido; sin embargo, se mantienen por arriba de las 102 carpetas de investigación registradas en enero. En abril se contabilizaron 116 homicidios dolosos y para mayo fueron 137.

De forma anualizada, si se comparan los datos de hace una década, en el 2007, el aumento en la violencia ha sido igualmente sostenida. En aquel año se abrieron 478 carpetas de investigación; para el 2016, las carpetas por asesinatos ascendieron a 1,258, un aumento de 163 por ciento.

“En el caso de Veracruz, en efecto la entidad ha tenido un alza en los homicidios dolosos en los últimos años, particularmente porque hay mucha evidencia de que la antigua administración estuvo clasificando incorrectamente las cifras de homicidios. Nosotros hicimos un estudio que demuestra que probablemente las últimas dos administraciones previas a Yunes probablemente manipularon los homicidios dolosos”, asevera Jonathan Furzsyfer, coordinador del Programa de Seguridad de la organización civil México Evalúa.

Hace algunos días, Yunes Linares anunció la recompensa de 1 millón de pesos por cada uno de los responsables del asesinato del coordinador estatal de la policía federal, Juan Camilo Castagné Velasco, al tiempo que señaló que la oleada de violencia por parte de los grupos criminales ha sido en respuesta a los golpes que se están dando a sus estructuras.

Para el coordinador del Programa de Seguridad Nacional y Democracia en México de la Universidad Iberoamericana (UI), Erubiel Tirado, la administración de Yunes ha sido incapaz de formular estrategias que puedan modificar el panorama de violencia en la entidad, en vista de que la entidad padece una marcada debilidad institucional.

El analista de la UI precisa que la violencia en Veracruz a causa de las disputas entre los cárteles se ha extendido por el territorio con el tiempo y ha llegado a lugares que “hace 10 años no figuraban” como Orizaba o la zona conurbada de Ciudad Mendoza, “esas cosas son sintomáticas precisamente de que primero la capacidad institucional tanto federal como local es insuficiente, si no es que incapaz de tomar el control territorial del estado; y segundo que obviamente es un territorio con zonas muy particulares en disputa por buscar rutas de la droga y crimen organizado”.

De acuerdo con el Atlas de la Seguridad y Defensa de México 2016, publicado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, en la entidad los dos mayores grupos criminales son Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación, este último opera también a través de Los Cuinis como operadores financieros y los Mata Zetas, el brazo armado de la organización.

Estrategia federal

La estrategia de la administración de Enrique Peña Nieto se ha basado principalmente en la captura de 122 objetivos prioritarios, de los cuales 107 han sido arrestados por las fuerzas federales hasta el momento; no obstante, estas detenciones no han significado un detrimento importante en la violencia.

Furzsyfer refiere que algunos estudios realizados por la Universidad de Harvard y Stanford demuestran que, en el momento que el gobierno federal, en acompañamiento de alguna secretaría como la Defensa Nacional, interviene en algún lugar —particularmente para atrapar a algún líder— la violencia aumenta y no solamente por algunos meses, sino a veces hasta por un par de años.

El especialista de México Evalúa, asevera que la estrategia de capturar a los líderes genera además consecuencias como disputas internas en un cártel por el control.

Por su parte, Erubiel Tirado indica que la estrategia seguida por el gobierno federal no significa necesariamente la “desarticulación” de los grupos criminales.

El estudio del Senado indica que la estrategia de Enrique Peña Nieto ha provocado que se aumente la presencia de fuerzas armadas en el territorio en 50% comparado con el sexenio de Felipe Calderón.