#AsuntosPúblicos: SIN RESCATE FINANCIERO, NI REESTRUCTURA DE DEUDA

+ Por Eduardo Coronel Chiu / Diario AZ Xalapa

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-08-02

Al inicio de su noveno mes, cuando se ha consumido un buen tramo del mini mandato bianual, el gobierno de Miguel Ángel Yunes sigue sin encontrar alternativas a la crisis de las finanzas públicas del estado.

Ni rescate financiero del Gobierno Federal. Ayer por medio de un funcionario de la Secretaría de Hacienda, el nuevo titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda, Emilio Suárez Licona, volvió a dar un mensaje indirecto de que Miguel Ángel Yunes debe rascarse solo, pues no habrá dinero extra de la Federación o una sustitución de obligado a pagar.

El funcionario de Hacienda, del grupo del secretario José Antonio Meade, y por tanto en su línea, durante su comparecencia ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con motivo de la ratificación de su nombramiento, defendió el sistema de alertas para la disciplina financiera y en particular el status de endeudamiento en observación o medio concedido al estado de Veracruz.

Contrario a la opinión de las calificadoras de créditos de que ese sistema de alertas es muy holgado y no refleja las debilidades de los estados, que por problemas de liquidez seguirán al corto plazo en el tobogán del endeudamiento, la postura de Hacienda es que el burro todavía aguanta más carga.

Que paguen sus deudas

Veracruz salió con un nivel de endeudamiento medio, sostuvo Suárez Licona, “dado que el monto de sus ingresos de libre disposición está creciendo y la deuda local se ha mantenido, además de que tiene capacidad de pago de sus pasivos”.

Este juicio que bajo otra circunstancia podría tomarse como un signo de mejoría financiera no es más que una toma de distancia o deslinde de la Federación, elude el bulto y deja la responsabilidad al gobierno de Veracruz para pagar sus pasivos. En otras palabras: no hay ni habrá rescate de la Federación.

Más deuda y maquillaje

Es inexacto que la deuda de Veracruz se haya mantenido. Es sabido que en diciembre el gobierno de Yunes recibió un adelanto de participaciones por 500 millones de pesos (con pago de intereses ) y contrató dos líneas de crédito de corto plazo por un total de 4 mil 300 millones de pesos.

Por otro lado, maquillaron la cuenta pública a partir del último trimestre del año pasado para ocultar multimillonarios pasivos de corto plazo (un pequeño ajuste de 41 mil 110 millones de pesos), mismo que las calificadoras tienen en “observación”.

Al mes de marzo el estado de Veracruz tenía deuda pública registrada por 45 mil 74 millones de pesos.
En la cuentas de Hacienda para el estado hay incrementos en participaciones, por el periodo enero-junio del 15.2% –un total recibido de 23 mil 273 millones de pesos. Pero también están amarradas como garantías de pagos de deuda casi el 66% de estas participaciones.

Bla bla bla de la reestructura

Tampoco concreta el gobierno de Yunes la reestructura de la deuda pública, cuya negociación y refinanciamiento le aprobó hace varios meses el Congreso del Estado.

Si bien la salida-remoción de Clementina “Tula” Guerrero como secretaria de Finanzas a mediados del mes pasado y su sustitución por Guillermo Moreno Chazarini –un incondicional del grupo del gobernador Yunes que se desempeñaba como Contralor del Estado–, puede verse como un movimiento para colocar a un cajero de la banda, enfocado hacia los procesos políticos electorales del año próximo, no deja de observarse como otro signo de la profundidad de la crisis de las finanzas y la incapacidad de encontrarle alguna salida viable.

La relación del cambio en Sefiplan con la falta de instrumentos para salir de la crisis puede establecerse con la declaración del gobernador Yunes de que pediría otra vez al gobierno federal ayuda o rescate financiero.
Asimismo confirma la falta de concreción de la reestructura de la deuda que todavía el jueves de la semana pasada el Congreso local haya tenido que aprobarle una enmienda o agregado al decreto de autorización, una ficción al fideicomiso que contrataría los nuevos créditos hasta por 46 mil millones de pesos. Como si con esa fachada o máscara se pudiera ocultar el estado deficitario de las finanzas, la carga del sobre endeudamiento y las calificaciones negativas a la administración financiera del estado determinada por todas las firmas acreditadas para valuación de riesgos crediticios. Como Moody’s, Fitch Ratings, entre otras.
Tampoco se ha contenido el gasto, y los despidos masivos solo son para meter a los cuates, al estilo spoil system, como toma del botín laboral.

De que hay dinero, dicen, sí hay, pero no para todos. De ahí el notorio manejo de los recursos según las preferencias del jefe y las conveniencias de las asignaciones que reditúan al grupo, para los demás persiste el cuentagotas y el diferimiento en el pago de adeudos.

A las crisis, circo y pan (en el poder)

Por eso a la crisis de finanzas –como a la crisis de seguridad pública– le viene bien el circo de propaganda y manipulación de opinión, el show de Duarte y de algunos Duarpillos –no de todos, obviamente– y la cartelera de esta semana, cárcel para la viuda alegre Xóchitl Tress, amante de Duarte, a la que le han embargado una residencia en Boca del Río –en Costa de Oro–, valuada en 2.2 millones de pesos; la acusan de enriquecimiento ilícito de 4 millones de pesos. Un pelo de gato en comparación a los montos del saqueo global al estado y los patrimonios privados que acumularon Duarte y su pandilla.

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