#AsuntosPúblicos: RECTORÍA UV, EN LA RECTA FINAL

+ Por Eduardo Coronel Chiu / Diario AZ Xalapa

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-08-24

No ha habido cisne negro en la reelección de rector para la Universidad Veracruzana (UV). Desde la autonomía de la UV, hace 20 años, el rector en funciones ha tomado su segundo periodo de 4 años con la conformidad de los 9 electores integrantes de la Junta de Gobierno.

Se reeligió Víctor Arredondo, aunque renunció antes de concluir su segundo periodo, dejando como interino a Raúl Arias Lovillo; éste a su vez, tras el interinato, la Junta de Gobierno lo eligió como rector y cuatro años después fue reelecto.

¿Han cambiado las condiciones internas de la comunidad universitaria, de la Junta de Gobierno o exteriores, del entorno político que impidan que la actual rectora Sara Ladrón de Guevara se reelija?

Todo indicaba que la rectora no tendría ningún problema para conseguir otro periodo, si así lo quisiera y se inscribió para la reelección.

El ascenso del liderazgo de Sara Ladrón de Guevara tuvo su cenit en 2016, cuando encabezó las movilizaciones y marchas universitarias, se recuerda confrontó públicamente al entonces gobernador Javier Duarte, a quien le reclamó de manera judicial y política los adeudos presupuestales con la UV, que alcanzaban cerca de 2 mil 500 millones de pesos (que por cierto el actual gobernador Yunes tampoco ha pagado).

Si bien no ha podido lograr le cubran los adeudos pasados, cuando menos no ha dejado que crezca la deuda y pese a las limitaciones la universidad no ha colapsado por falta de recursos económicos.

Su aparente cercanía con el gobernador Yunes, asistente a la inauguración de cursos de la UV hace unos días, sugería que no iba a tener ninguna perturbación externa.

¿Mano negra?

Pero algo le ha metido ruido al proceso de elección de rector. El viernes pasado la Junta de Gobierno depuró la lista de aspirantes a rector, eran 7, luego de realizar un proceso de auscultación directo e indirecto a la comunidad universitaria, los seleccionados para la ronda final evaluatoria fueron tres: obviamente la rectora Sara Ladrón de Guevara, el biólogo Jorge Manzo y Rosío (sic) Córdova. Sin embargo, de la manga, la comisión de auscultación sacó una escala para calificar a los aspirantes seleccionados e inesperadamente concedieron el mayor puntaje al biólogo Jorge Manzo por encima de Sara L. de Guevara.

La cuestionable diferencia de 93 puntos de Manzo sobre 88 de Sara no procede de las variables de estudios, publicaciones, experiencia o plan de trabajo, sino de la ponderación que hicieron de la opinión emitida por la comunidad. Esta opinión formada en entrevistas con grupos de universitarios en las 5 regiones valoraron a su criterio las menciones a favor y en contra en relación con su probidad y eficacia, así como las relativas a las cualidades requeridas para el cargo de rector.

En este aspecto la comisión de la Junta de Gobierno le otorgó 20 puntos, el total posible del rubro, a Jorge Manzo, mientras que a Sara solo le dio 13 puntos (le descontó 7), incluso Rosío Córdova, con 16, alcanzó un puntaje mayor a la rectora.

Ya discutirán internamente la validez de esa ponderación; lo cierto es que el mayor número de menciones positivas las recibió la rectora, 905, con mucho muy distante de las que recibieron cualquiera de los otros dos aspirantes seleccionados para la final. También es cierto que la rectora tuvo el mayor número de menciones negativas, 190, pero aun así, en la compensación tendría 715 puntos positivos, cifra inalcanzable por los otros participantes.

La final
Es claro que la rectora no es monedita de oro, pero tiene un fuerte respaldo de la comunidad académica.

Otro factor que garantizaba la reelección del rector en funciones era la influencia sobre los integrantes de la Junta de Gobierno, esto en razón de que un grupo de ellos si no fue propuesto, la rectoría debió avalar su nombramiento. Al menos 5 de los 9 integrantes –quizá más– de la actual Junta de Gobierno fueron designados durante los pasados 4 años de la rectoría de Sara Ladrón de Guevara.

Políticamente es muy remoto que fuese electa Rosío Córdova como rectora, aunque llegó a la final. Su relación de pareja con el presidente municipal electo de Xalapa, Hipólito Rodríguez, del partido Morena, de hecho es un impedimento, el Gobierno del Estado, PAN-PRD, haría lo imposible para impedir su nombramiento.

Ahora los tres seleccionados entraron a la recta final. Hoy presentan sus programas de trabajo a la Junta de Gobierno, el próximo lunes van a la entrevista personal; el miércoles sabremos el nombre, en la Junta de Gobierno habrá humo blanco. Los 9 notables tienen la decisión.

Sergio El Bailador va a Cuacua-chinton

Se quema el napolitano. Tuvieron el resbalón seguramente movido por un generoso donativo, aportación del galardonado –una compra subrepticia– que sin conocerlo se atrevieron a otorgarle un reconocimiento por democracia global al diputado local del PAN, Sergio Hernández Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local. Global, como inflada de globito.

No se molestó en investigarlo y autentificar sus méritos la asociación que toma el nombre de un consultor político americano de Marketing (Joe Napolitan), al fin que reparte un ciento, como confeti.

Es evidente que no consideraron la mala fama pública que tiene en el estado en su corta… cortísima carera política; acaba de subirse al ladrillo del poder y ya se forjó una imagen de derrochador de los recursos públicos del Congreso; lo acompaña como etiqueta la acusación de la diputada de su partido de que se roba el dinero del Congreso, que lo usa en borracheras, mujeres y droga y para repartirle a su jefe político José Mancha, presidente del PAN en el estado.
Igualmente lo persigue su debut en el Velódromo, el fiestón para sus operadores de casas de campaña, en el que se soltó a bailar en el escenario, al fin “Sergio El Bailador”, hasta su más reciente ridículo, el señalamiento de la Sedesol de que el Congreso de Veracruz se extralimita en sus facultades y aprueba decretos ilegales donde autorizan a municipios a usar fondos federales contra las normas de operación.

Sergio El Bailador no ha podido aun concluir una carrera universitaria, y se le nota.

Dicen que cuando le vendieron el premio Napolitan creyó que era de repostería, un recetario para hacer flanes… legislativos. Ya empaca para ir a la premier, es premio patito, cua cua, que se recibe en Cua-Cua Chinton. DC.

TEMAS RELACIONADOS:

|