#AsuntosPúblicos: RUPTURA DE PACTO

+ Por Eduardo Coronel Chiu / Diario AZ Xalapa

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-08-25

La exhibición documentada del enriquecimiento familiar de Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN y aspirante a la candidatura por la Presidencia de la República, parece marcar el fin de la coalición gobernante, de la oposición “leal” PAN-PRD adherida al PRI y el Gobierno Federal.

Ricardo Anaya, identificado como El Cerillo por su aspecto craneal, el chico maravilla para sus aduladores, vive el fin de una larga luna de miel con el PRI y el Gobierno Federal. Incorporado desde el inicio del gobierno de Peña al pacto para legitimarlo, gozó los intercambios políticos, incluso territorios cedidos electoralmente, había flotado cómodamente sin grandes sacudimientos. Con el PRD en la bolsa y el acuerdo que tenía con el PRI, hasta se ha creído que podría ser presidente de la república. Era un integrante del bloque contra López Obrador y Morena.

Le han pegado a Anaya donde era vulnerable, donde además se había vuelto un bocón; la corrupción la señaló en el ojo partidista ajeno –los ex gobernadores del PRI, los de Morena y AMLO, bla bla ba–, mostrar la evolución desproporcionada de los bienes, especialmente inmobiliarios, de él mismo y de una red familiar, los benditos suegros, los cuñados y concuños etc., ¿dónde hemos visto eso?, una nomenclatura que pretendería esconder una riqueza amasada en paralelo con el ascenso político del chico maravilla.

Aunque Anaya intentó amarrarse el dedo- denunció amenazas de revelaciones patrimoniales –debido, dijo, a sus posturas políticas recientes, la disputa postelectoral por Coahuila y el fiscal anticorrupción y el fiscal general–, las revelaciones documentadas no las desmintió. La riqueza inmobiliaria a nombre de su familia, sobre todo en el estado de Querétaro, de donde es originario, es obra del genio financiero de su suegro (como su Tony Macías de allá).

Cambio de relaciones políticas

Sea cual sea el motivo del balconeo a Anaya, sin duda es un signo del cambio de la relación entre actores políticos, lo cual traerá reacomodos en el plano nacional y sin duda en el estado de Veracruz, donde la complacencia del Gobierno Federal con el PAN y el PRD puso a la oposición en bandeja el Gobierno del Estado por primera vez; para que fuera creíble la democracia con la alternancia –como intercambio de concesiones– en el estado que quieran, menos en el Estado de México, eso sí que no.

La embestida contra Anaya sería adelanto de la batalla campal que viene por el mega paquete 2018: la Presidencia de la República y el resto de cargos de elección que se disputarán en julio del año entrante –9 gubernaturas estatales, Veracruz, entre ellas.

Hasta ahora Miguel Ángel Yunes se la ha jugado con Anaya. Se alió con él desde que compitió como secretario general de Gustavo Madero, a quien Anaya relevó en la presidencia del PAN, no sin traicionarlo como el mismo Yunes no lo hubiera hecho mejor. Mucho se ha divulgado la grabación donde Yunes le ofrece a Anaya los millones de “documentos” para la causa, gracias a esa alianza obtuvo la concesión del PAN en Veracruz, que todavía hoy detenta y pretende perpetuar para su dinastía. El cambio de posición de poder de Anaya tendría su reflejo en Veracruz, si no al interior del PAN, donde no hay ninguna resistencia, se vería en la relación con el Gobierno Federal y el PRI. A ver qué pasa.

UV: Junta de gobierno, en entredicho

La extravagante valoración de la Junta de Gobierno a los aspirantes a ocupar la rectoría, que inconformó a los excluidos, como al abogado Manlio Fabio Casarín Navarrete, quien argumentó la ilegalidad del procedimiento numérico por arbitrario y subjetivo, además de ajeno al criterio de idoneidad previsto en la ley universitaria, advirtió de mano negra incluso para marcar la terna final seleccionada.

El cuchareo desproporcionado y sin ningún fundamento siquiera aritmético en favor del biólogo Jorge Manzo, colocado en puntuación por encima de la rectora Sara Ladrón de Guevara en el rubro de opinión de la comunidad universitaria, cuando ella tuvo un recuento de 715 (después de compensar positivos y negativos), mientras Manzo sólo suma 45 en total, alertó de que algo extraño está pasando en la caja negra de la decisión electiva.

Las irregularidades de la evaluación de candidatos se atribuyen a la presidenta de la Junta de Gobierno, Jaqueline Jonguitud Zamora. Y no por casualidad, sino por pertenencia de grupo.

Del profeta Raúl

Se le vincula estrechamente al grupo del ex rector Raúl Arias Lovillo, así como al fallido candidato a rector de ese grupo hace 4 años, el entonces secretario académico Porfirio Carrillo.

Jaqueline, se menciona, fungió como consejera jurídica del rector Arias Lovillo, defensora encarnizada no tanto de los derechos humanos como de la justificación legal de su reelección en 2009; retribuida luego en 2012 con el nombramiento de “encargada” del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UV, mismo que se recuerda fue cuestionado en su legalidad.
Impulsada por ese grupo a la Junta de Gobierno y con la rotación hoy presidenta y cara del proceso de designación de rector, Jaqueline no puede ocultar sus compromisos.

Las costuras del biólogo Jorge Manzo han salido a relucir a causa de la parcialidad de Jaqueline. Al aspirante se le ubica como coordinador cuando Porfirio Carrillo era secretario académico, pero el arreglo, cuentan, es actual; si Manzo llegara a ser rector, su propuesta de secretario académico es el abogado Enrique Córdoba del Valle, el mismo que fungió como abogado general de la UV en el rectorado de Arias Lovillo.

En estos días el resto de integrantes de la Junta de Gobierno tendrán la oportunidad de valorar a cada uno de los tres aspirantes, después de que ayer expusieron sus planes de trabajo, el lunes los entrevistarán. El miércoles tendrán que pronunciarse con mejores argumentos que los de Jaqueline.

Y es que ella, cuentan, se ha creído el mensaje del profeta Raúl de que los mansos heredaran la tierra.

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