Para las regiones de Xalapa y de Coatepec que viven al resguardo del Cofre de Perote, el fenómeno hidrometeorológico de Katia plantea retos y oportunidades que, frente a las puntuales desgracias que deja, se pasan de largo, como ha sido en las últimas décadas.
Los generosos escurrimientos de montaña que Katia potencializa, ilustran las dimensiones del reto por actualizar la infraestructura de nuestros sistemas de aprovechamiento para el mejor uso: el abastecimiento por gravedad de agua –que no potable- a las poblaciones aledañas, así como su aprovechamiento para para generar energía eléctrica de bajo costo.
Para Xalapa y periferia conurbada, son legendarios los padecimientos frente al abandono y déficit de infraestructura para la captación, conducción, almacenamiento, distribución del agua y su disposición residual. Un verdadero un dolor de cabeza que se acentúa en los meses de seca y, cada vez más se problematiza por la cuestionable administración de sus organismos operadores.
Problema social que, en el colmo del autismo gubernamental, recientemente sirvió para atentar al interés público en ocasión que el Gobierno Estatal pretendió concesionar un abastecimiento artificial a base de una represa aguas abajo, acción que encubría la intención de favorecer un negocio privado, y que solo los pobladores de Jalcomulco enfrentaron, ante la indolencia de la mayoría de los xalapeños.
En sentido parecido vale la resaltar que las escenas de los potentes escurrimientos de Katia a su paso por la barranca de Texolo, en los límites de Teocelo y Xico, hacen visible la magnitud de la pérdida de oportunidades en favor de su histórico aprovechamiento hidráulico. Baste citar que, desde el 1 de mayo de 1898, hace 119 años, la hidroeléctrica de Texolo que inauguró Porfirio Díaz y hasta nuestros días, cuál reloj de abuelito, incesantemente ha continuado produciendo energía eléctrica que se aporta según lo requiera el Sistema Nacional eléctrico
Esta pequeña planta hidroeléctrica, que ha enfrentado muchos huracanes y temblores, como el devastador de 1920, debe estimarse que opera a bajísimos costos, que además se abaten en temporales como el presente para beneficio del sistema eléctrico nacional, y con el ahorro alternativo en el consumo de combustibles fósiles.
Desde luego media para este singular nicho ambiental de Texolo las oportunidades que ofrece para su aprovechamiento turístico, que debidamente explotadas, no sólo al interés particular de funcionarios municipales y grupos, sirva como detonador del turismo de proyección regional para atraer flujos hacia Xalapa, Coatepec, Xico y Teocelo. Baste invocar como ejemplo, el complejo cultural del Ex-Parque Industrial Fundidora de Monterrey que puede ser un referente de lo que es posible construir.
Katia también evidencia un escenario para apreciar los altos niveles de eficiencia operativa y económica que puede alcanzar la empresa pública, en contrario a la idea de que, sólo los intereses privados pueden lograr estos fines.
La ocurrencia del fenómeno como Katia, que con mayor o menor intensidad , se reproducen de cada año, deben ser el mejor aliciente para que nuestras autoridades municipales, que son la cabeza de los órganos de abastecimiento de agua y disposición de aguas residuales, así como de los organismos de fomento turístico y de preservación ambiental, trabajando conjuntamente con las instancias reguladoras y operador de la industria turística y eléctrica, deben estrechar su coordinación con acciones y proyectos, aún y cuando fuesen menores, pero en el camino correcto, de forma que cada vez abonen a la rentabilidad privada al tiempo que rindan sus beneficios sociales, a esta privilegiada región asentada al pie del cofre de Perote.
Resulta indispensable –dicho sea de paso- que las nuevas autoridades municipales electas se comprometan, bajo criterios estrictos de excelencia profesional, de experiencia y capacidad gerencial a designar a quienes serán los cuadros directivos de los organismos de aprovechamiento del agua y de promoción turística.
En poco tiempo sabremos si estás autoridades tienen el tamaño de los problemas a los que se enfrenta Xalapa, Coatepec, Xico y Teocelo, o si por el contrario, cuando venga la próxima tormenta de ltipo de Katia, demuestren que son más de lo mismo, de los que morbosamente gustan de ver el agua correr.
