Sobornos de Odebrecht a Gobierno de Veracruz coinciden con el resurgimiento de la planta Etileno XXI

+ La bolsa millonaria de los presuntos sobornos de Odebrecht en México sigue creciendo.

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RAÚL OLMOS/ Reforma - 2017-09-11

La bolsa millonaria de los presuntos sobornos de Odebrecht en México sigue creciendo, y además de Pemex, ahora salpicó a los Gobiernos de Veracruz y Michoacán.

Aunque las autoridades mexicanas investigan las transferencias de 10 millones 500 mil dólares, nuevos documentos oficiales de autoridades de Brasil revelan que el monto supera los 16 millones 595 mil dólares, según una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

La cifra es 57 por ciento superior a la que en diciembre de 2016 confesaron seis ejecutivos de Odebrecht ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Según la confesión de los delatores, los sobornos se realizaron entre 2010 y 2014, mientras que la investigación de MCCI comprobó que el dinero de la red de corrupción empezó a fluir a México desde 2009, año en el que Odebrecht negoció su mayor inversión en el Estado de Veracruz, la planta petroquímica Etileno XXI que requirió autorizaciones estatales y federales. Aquel año coincidió, además, con la elección federal intermedia.

Entre el 3 y el 9 de junio de 2009 -un mes antes de la elección federal- una firma creada por Odebrecht en Panamá realizó dos transferencias por 2 millones 358 mil dólares a una empresa "fachada" ubicada en Veracruz, con la intermediación de dos instituciones: Banorte y The Bank of New York. Esta es la primera vez que se publican estos depósitos, los cuales fueron identificados por MCCI en estados de cuenta del banco Credicorp ubicado en Panamá.

En los años posteriores (de 2010 a 2014), la constructora brasileña vinculada a la mayor red de corrupción en Latinoamérica transfirió a nuestro País otros 14 millones 137 mil dólares de presuntos sobornos, de acuerdo con documentos de los expedientes judiciales integrados en Brasil.

Las autoridades mexicanas no han precisado si los 10 millones 500 mil dólares que hasta ahora han confesado los ejecutivos de Odebrecht son una porción de los 16 millones 495 mil dólares identificados por MCCI en expedientes de Brasil, o si son un monto adicional de sobornos.

En las transacciones que involucran a México, Odebrecht utilizó dos bancos y tres empresas "fachada" asentados en paraísos fiscales, y que formaban parte de la red que había creado la constructora brasileña para ocultar la transferencia de sobornos a funcionarios y políticos latinoamericanos. Esas firmas son: Constructora Internacional del Sur, Innovation Research Engineering and Development Ltd. (IREAD), Kleinfeld Services Limited, Credicorp y Meinl Bank Antigua Limited, establecidas en Panamá y en las islas de Barbuda y Antigua, en el Atlántico.

Entre 2009 y 2014 -periodo en el que ocurrieron los sobornos- Odebrecht obtuvo contratos públicos en México por alrededor de 30 mil millones de pesos, entre asignaciones directas y ampliaciones de obras que ya estaban en curso, de acuerdo con bases de datos elaboradas por MCCI.

Una confesión incompleta

A finales de 2016, Odebrecht suscribió un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos, en el que se confesó culpable de haber incurrido en actos de corrupción. A partir de ello, seis altos ejecutivos de la constructora brasileña confesaron haber pagado 439 millones de dólares en sobornos en 12 países, además de Brasil.

Declararon que, en el caso de México, los sobornos confesados ascendieron a 10 millones 500 mil dólares.

Como parte del convenio, Odebrecht y su filial Braskem se comprometieron a colaborar con la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en coordinación con autoridades de Brasil y Suiza, además de pagar una multa de por lo menos 3 mil 500 millones de dólares, la más elevada sanción aplicada en un caso de corrupción.

Una de las condiciones de ese convenio era que los ejecutivos de Odebrecht deberían testificar bajo juramento, aportando información verídica de los sobornos.

Sin embargo, en el caso de México, los sobornos confesados son inferiores a las transferencias que realizó Odebrecht a través de la División de Operaciones Estructuradas y de su red de empresas "fachada", según los documentos obtenidos por MCCI.
Primeras transferencias

El 3 de junio de 2009, a las 12:53 de la tarde, la oficina central de Credicorp Bank en Panamá registró una transferencia por un millón 148 mil 142 dólares de la cuenta 4010177279, a nombre de Constructora Internacional del Sur SA, una empresa "fachada" que era utilizada para lavar dinero o para ocultar sobornos, según la delación de Fernando Migliaccio Da Silva, quien trabajó en el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht (la llamada oficina de sobornos) y quien fue arrestado en Suiza en febrero de 2016.

Esta transacción se realizó con Blunderbuss Company de México SA de CV, una compañía "de papel" que había sido creada justo un año antes, el 3 de junio de 2008 en la ciudad de Poza Rica, Veracruz, con dos presuntos prestanombres como socios (el ex empleado de una gasolinera y un vendedor de seguros). La operación se hizo con la intermediación del Bank of New York, según consta en los estados bancarios obtenidos por MCCI.

A los seis días, el 9 de junio de 2009, el Credicorp registró una segunda transacción entre Constructora Internacional del Sur SA y Blunderbuss de México, esta vez por un millón 209 mil 966 dólares, utilizando a Banorte como intermediario.

Al tipo de cambio de entonces, las dos transferencias equivalían a 31 millones de pesos.

De la compañía Blunderbuss ya se había hecho referencia en una anterior investigación de MCCI como intermediaria de presuntos sobornos, pero esta es la primera vez que se reportan transferencias correspondientes a 2009, año en que se negoció en el estado de Veracruz la mayor inversión de Odebrecht en México: la planta de Etileno XXI, que sustituiría al fallido proyecto El Fénix, impulsado desde el sexenio de Vicente Fox.

En 2007, Pemex había abandonado El Fénix porque no se llegó a un acuerdo con el potencial inversionista (Nova Chemicals, de Canadá) para venderle gas etano a precio preferencial.

Repentinamente, Braskem, la filial petroquímica de Odebrecht, emergió en 2009 como la empresa que retomaría la construcción de la planta de polietileno El Fénix (ahora con el nombre de Etileno XXI).

El entonces Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, negoció la adquisición de 200 hectáreas en la región de Coatzacoalcos, las cuales donó a la filial de Odebrecht para la planta de Etileno XXI, mientras que el Gobierno de Felipe Calderón accedió a suministrarle gas etano a un precio 29 por ciento inferior del mercado internacional.

Las primeras transferencias a Veracruz de la estructura de sobornos de Odebrecht coinciden con el resurgimiento de Etileno XXI, pero también con la elección federal intermedia en la que se renovó el congreso federal.

Dos años después

En una anterior investigación, MCCI reportó que entre agosto de 2010 y febrero de 2011, Odebrecht transfirió otros 3 millones 754 mil dólares a Blunderbuss Company de México, una compañía "fachada" ubicada en el estado de Veracruz detrás de la cual opera una red de prestanombres que estuvo vinculada al Gobierno veracruzano cuando fue encabezado por Javier Duarte -preso por delitos relacionados con actos de corrupción- así como a la oficina de Odebrecht en México.

Ese dinero provenía de dos cuentas abiertas en los bancos Credicorp y Meinl Bank (institución propiedad de Odebrecht) a nombre de IREAD -de la isla de Antigua- y de Constructora Internacional del Sur -ubicada en Panamá-; ambas firmas fueron utilizadas en otro momento para el pago de sobornos y para financiar campañas a políticos latinoamericanos, según documentos de la Fiscalía brasileña a los que tuvo acceso MCCI.

Los supuestos dueños de Blunderbuss -la empresa veracruzana a la que Odebrecht envió millones- son personas ajenas a actividades empresariales. Uno de los accionistas es un vendedor de seguros que reside en una pequeña casa en la ciudad de Papantla y el otro socio -quien funge como administrador único- es un ex empleado de una gasolinera que vive en una colonia popular de Poza Rica.

En otros países, las empresas "fachada" o de papel -como Blunderbuss- han sido utilizadas por políticos para ocultar los sobornos o para encubrir a los destinatarios del dinero, mediante el uso de prestanombres.

El departamento de sobornos de Odebrecht también transfirió 383 mil dólares en febrero de 2010 para una obra identificada como "PH Michoacán", que es la clave con la que se identificaba una presa construida en Tierra Caliente, de acuerdo con otro expediente obtenido por MCCI. Por esa obra, Odebrecht cobró casi el doble, pues el contrato original firmado en 2006 por el entonces Gobernador michoacano Lázaro Cárdenas Batel era de mil 500 millones de pesos y su sucesor Leonel Godoy -ambos del PRD- otorgó ampliaciones y obras adicionales hasta incrementar el costo a 2 mil 914 millones de pesos.

La referencia del soborno en Michoacán viene en una cadena de correos electrónicos interceptados por la Fiscalía de Brasil. Uno de los mensajes, fechado el 19 de febrero de 2010, lo mandó Angela Ferreira Palmeira, identificada por los investigadores brasileños como la contadora del departamento de sobornos, a su superior Fernando Migliaccio Da Silva, encargado de Odebrecht de hacer pagos ilegales a funcionarios y políticos en el extranjero.
Los ligados a Lozoya

En el acuerdo de colaboración con Estados Unidos, en diciembre de 2016, los ejecutivos de Odebrecht confesaron que en octubre de 2013 sobornaron a un funcionario mexicano de alto nivel a cambio de que ayudara a Odebrecht a ganar un proyecto; luego, entre diciembre de 2013 y el transcurso de 2014 pagaron 6 millones de dólares en otro soborno.

En su confesión, no identificaron al beneficiario de esos pagos ilegales.

Fue hasta el 13 de abril de 2017, cuando MCCI reveló un oficio firmado por el ministro brasileño Edson Fachin, en el que por primera vez se mencionó a Emilio Lozoya Austin, como supuesto beneficiario de sobornos pagados en 2014.

De acuerdo con el documento judicial, el ex director del departamento de sobornos de Odebrecht, Hilberto Mascarenhas, confesó que en noviembre de 2014 recibió la petición de hacer un pago ilícito por 5 millones de dólares a Lozoya, en aquel entonces director de Pemex.

El documento menciona que el soborno fue autorizado por Luiz Antonio Mameri, director de Odebrecht para América Latina, en una reunión preparada por Luis Alberto de Meneses Weyll, quien se desempeñaba como director en México de la constructora brasileña.

Cuatro meses después de la publicación de este primer documento, la organización El Quinto Elemento Lab de México y el diario O Globo de Brasil revelaron que Mascarenhas, Mameri y Weyll confesaron que los supuestos sobornos a Lozoya no fueron por 5 millones, sino que sumaron 10 millones de dólares entre 2012 y 2014, los cuales fueron depositados en los bancos Gonet et Cie de Suiza y Neue Bank de Liechtenstein, en cuentas a nombre de las empresas Latin America Asia Capital Holding y Zecapan SA, afincadas en las Islas Vírgenes Británicas.

MCCI obtuvo copia de los estados de cuenta del Meinl Bank de Antigua -propiedad de Odebrecht- y comprobó que entre abril y junio de 2012, en plena campaña presidencial, transfirió 3.1 millones de dólares a favor de una de las empresas ligadas a Lozoya, quien se desempeñaba como Coordinador de Vinculación Internacional del entonces candidato Enrique Peña Nieto.

Según el delator De Meneses Weyll, los depósitos a las cuentas ligadas a Lozoya sumaron 4 millones 100 mil dólares en todo 2012, y para los dos años siguientes supuestamente Odebrecht transfirió otros 6 millones de dólares a través de la empresa fachada Innovation Research Engineering and Development Ltd (IREAD), a cambio de contratos en Pemex.

Lozoya ha negado en forma reiterada estos señalamientos y a través de su abogado, Javier Coello, anticipó que demandará a los delatores que lo acusan de haber recibido sobornos

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