El día en que Cri Cri le dijo no a Walt Disney

+ Hace años Walt Disney en persona intentó comprar las canciones y personajes creados por el compositor mexicano Francisco Gabilondo Soler

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Noticieros Televisa - 2017-10-06

Hace años Walt Disney en persona intentó comprar las canciones y personajes creados por el compositor mexicano Francisco Gabilondo Soler, entre ellos, el más popular de todos: Cri-Cri “el grillito cantor”.

Aquí te explicamos la compleja relación que el veracruzano tuvo con uno de los imperios de entretenimiento más grandes del mundo:

El primer canto del grillo

Francisco Gabilondo Soler, uno de los músicos más representativos de la historia de México nació en Orizaba, Veracruz en el año de 1907. Desde muy pequeño fue un estudiante voraz que sin embargo no gustaba de atender la escuela. Completó solo hasta el sexto año de primaria para luego educarse de forma autodidacta en su hogar.

Fue en esa época en que empezó a aprender música, llegó a dominar el piano y exploró con ese instrumento los géneros más populares de los años 20 y 30; fox-trot, mambo, danzón… por desgracia para él, no obtuvo gran éxito con esas primeras canciones por lo que comenzó a explorar un nicho no aprovechado en ese entonces en nuestro país: la música infantil.

¿Quién es ese que anda ahí?

Gabilondo Soler mezcló dos de sus más grandes amores: la música y los cuentos y novelas de algunos de sus autores favoritos, tales como Hans Christian Andersen, Wilhelm Hauff, Julio Verne y Emilio Salgari. Con la ayuda de estos autores consiguió la inspiración para crear historias musicales cortas, diseñadas para ayudar en la etapa formativa de los niños.

Su primer filtro fueron siempre sus hijos, quienes eran muy jóvenes en esa época. Gabilondo Soler se basó en las miradas y sonrisas de los niños para saber si las canciones que había compuesto tenían potencial con el público al que quería llegar.

Es Cri-Crí, es Cri-Crí

Con raíces en la radio, Soler comienzó a escalar peldaños en popularidad. Primero tuvo un programa de crítica y comedia y, para 1934, inició un programa de 15 minutos ininterrumpidos en donde narraba y cantaba historias de animales en su piano. Fue entonces que adoptó el nombre de “Cri-Crí, el grillito cantor” y estrenó varias canciones como El Chorrito, Batallón de Plomo, Bombón I y El Ropero.

Con el paso de los años grabó una gran cantidad de temas distribuidos en ocho discos y en una innumerable cantidad de compilaciones. La popularidad del compositor creció en todo el sur del continente americano, tanto que incluso los vecinos del norte lo notaron.

Porque somos muy amigos ¿Verdad?

La década de los cuarenta vino cargada con una fuerte norteamericanización de México. Esto era en parte una herencia de los lazos creados entre ambos países durante la Segunda Guerra Mundial.

El gobierno estadounidense temió que con la llegada del ideas como el socialismo, el comunismo y el nacionalismo, ideologías contrarias a la suya, su poder en Latinoamérica disminuyera.

Para enfrentar el problema, E.U.A. creo la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos (OCAI) cuyo primer director fue nada menos que el millonario Nelson Aldrich Rockefeller.

La misión de esa comisión fue generar un punto de vista positivo sobre el American way of life entre los pueblos de centro y sudamérica, tarea nada fácil pues la gran mayoría mostraban antipatía a los Estados Unidos.

Entre otros colaboradores se encontraba el productor de dibujos animados, Walt Disney:

Mientras la mitad del mundo está siendo obligada a decir “Heil Hitler”, nuestra respuesta es decir “Saludos amigos” -Walt Disney

La oferta

Disney buscó la forma de obtener empatía con el público latino, además de producir películas con personajes basados en conceptos del sur de continente como Los Tres Caballeros y de emplear para ello a gente local, Walt notó la popularidad de la música de Cri-Cri en la región, por lo que hizo una oferta para comprarle su música y personajes, el monto nunca fue develado al público.

Gabilondo Soler se negó, argumentando que sus creaciones eran un legado para los niños mexicanos. Esa declaración se ha mantenido intacta hasta nuestros días gracias a la fundación que ostenta su nombre.

Algunas fuentes apócrifas aseguran que Jiminy Cricket (Pepito Grillo), personaje secundario de la película Pinocho, es un plagio del grillo Cri-Cri. Esta aseveración no se sustenta si atendemos a la cronología de los hechos:

Aunque ya existían ilustraciones del grillo Cri-Cri desde mediados de los años treinta, el diseño final que ha perdurado hasta nuestros días fue creado en 1962 por el animador mexicano José Luis Tamayo, quien inscribió dos propuestas para el concurso creado por la Reader´s Digest al último momento.

Por otro lado, Pinocho fue producida por Disney en 1940, Pepe Grillo nunca utilizó un violín para hacer música, en vez de eso, usaba su “silbidito” para sus escenas musicales del film. Otras diferencias notables son su carencia de antenas y el tono verde pálido de su piel.

Sin embargo, no se puede negar que para todo mexicano expuesto al concepto de Cri-Cri, el ver a un grillo vestido con una chaqueta y sombrero de copa será llevarlo al mismo personaje entrañable, el alter ego de Soler.

La colaboración

A pesar de la negativa de la venta de derechos, los estudios Disney y la obra de Cri Cri sí llegaron a colaborar. En el año de 1963 se produjo un corto animado al compás de la canción Los cochinitos Dormilones que fue editado dentro de la película: Cri Crí el grillito cantor, protagonizada por los primeros actores Ignacio López Tarso y Marga López. El metraje narraba la vida de Francisco Gabilondo desde pequeño cuando vivía con su abuela hasta sus últimos años en los que ya había acabado su afamado programa de radio.

En el segmento animado Cochinitos Dormilones se reutilizaron los diseños de los tres puerquitos de caricatura usado por Disney.

¿Su legado a la niñez latinoamericana está intacto o abandonado?

Este 2017, Francisco Gabilondo Soler cumpliría 110 años. Aunque, sin duda, las generaciones sobrevivientes del siglo XX recuerdan su música, cabría preguntarse si el legado que dejó a los niños mexicanos tiene la vigencia que merece. ¿Las nuevas generaciones, sobre todos las posteriores al 2000, siguen escuchando al grillito cantor? Con el bombardeo constante de contenidos infantiles al que son expuesto los menores hoy en día (cada año hay estrenos infantiles de películas de grandes estudios estadounidenses), uno no puede más que imaginar lo que sería para las nuevas generaciones de México y habla hispana escuchar la música de Cri-Cri. ¿Sabrán los niños de ahora que hubo un latinoamericano que también hizo historias para entretenerlos y educarlos?, ¿Sabrán que el sueño de este señor era que ellos disfrutaran su legado por siempre?

Fuentes: El episodio perdido. Historia del cine mexicano de animación. Juan Manuel Arrecoechea (2004). Francisco Gabilondo Soler. Su obra y sus pasiones; una herencia para México. Fundación Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri (2015),Mouse Tracks: The Story of Walt Disney Records. Greg Ehrbar (2006). Archivos de la SACM

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