AMLO no es un Chávez; puede ser como Trump: Miguel Alemán Velasco

+ En entrevista con EL UNIVERSAL, Miguel Alemán Velasco, presidente de Interjet y del congreso México Cumbre de Negocios, asegura que el país no es un Estado fallido.

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El Universal - 2017-10-19

Las oficinas de la Fundación Miguel Alemán, ubicadas en Polanco, ofrecen toda una experiencia. A través de un camino cubierto de enramadas se llega a una estancia donde dos meseros reciben a los invitados, para luego acceder a una sala flanqueada por vitrales de dos metros de altura, candelabros, antigüedades y decenas de fotografías.

Una imagen del ex presidente Miguel Alemán Valdés adorna una esquina de la estancia, cuadros del Castillo de Chapultepec, Veracruz y el Zócalo capitalino se ven en el lugar.

Las fotografías en la sala revelan parte de la influencia del entrevistado. Junto a Enrique Peña Nieto, presidente de México; Carlos Slim, presidente honorario de Grupo Carso, y Luis Donaldo Colosio, las imágenes hablan en silencio.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Miguel Alemán Velasco, presidente de Interjet y del congreso México Cumbre de Negocios, asegura que el país no es un Estado fallido, pero “tenemos que hacer una reconstrucción social”.

El hijo del ex presidente Miguel Alemán Valdés coincide en que “no somos ciudadanos, somos vasallos” y en su perspectiva, “México será un gobierno de coalición”, aunque anticipa que el próximo ganador en 2018 será el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Se asume y declara priísta hasta morir.

El multifacético hombre habla sobre la salida de Margarita Zavala del Partido Acción Nacional (PAN), de Andrés Manuel López Obrador y del escenario de incertidumbre ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sobre Interjet, revela que buscará el próximo año llevarla a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

¿Cuáles son sus principales logros y errores como empresario y político?

—Errores muchos. Me considero una persona seria, alegre, sincera y lo que digo es honestamente y no busco nada a cambio, soy muy inquieto y cuando no tengo nada qué hacer lo invento. Me dedico a hacerlo y lo hago, entonces tome en cuenta que ando en los 85 años para 86, ya he visto demasiadas cosas y vivido muchos momentos. Se me hace difícil escribir mi vida, porque no sé si pudiera terminarla.

Como hijo de presidente, funcionario y empresario, ¿cómo ve a México?

—Quiero iniciar explicando qué siente un hijo de Presidente y un ex presidente. En los seis años que estás en Los Pinos lo tratan a uno muy bien, todo mundo dice que las cosas las hace uno perfectas y que son amigos todos, pero cuando termina todos son enemigos y hay uno que otro amigo que todavía queda. Es terrible.

No puede uno hacer un negocio porque dice que el gobierno lo hace y si se compra una propiedad se está cometiendo un delito. Y si los amigos se portan mal son delitos de usted o la familia. Posteriormente no le habla casi nadie. Desde que estuve en Los Pinos quise inclinarme por alguna actividad, me gustó el periodismo.

Sus gustos

—Entonces me gustaba mucho pintar, escribir, escribir novelas; he escrito más de 20 a 25 libros, quizá no los haya leído nadie, pero los escribí. Y poco a poco fui encontrando lo que más me gustaba, que antes no lo había decidido, porque mi padre vivió muchos años con nosotros y nunca quise interesarme por la política, porque todo lo que hiciera iban a decir ‘su padre lo ayudó, su padre lo hizo’. Con todo el derecho, ya era un defecto para mí.

Cuando murió mi padre y me invitó el entonces candidato a la presidencia, el licenciado Colosio, a ser aspirante a senador por Veracruz, me convenció, me salí de Televisa, vendí mis acciones. Después mencionaban que fuera candidato a la g ubernatura y le pregunté si tenía proyectos para Veracruz, me dijo que sí había un proyecto, sentí que no era yo, me retiré y fue el licenciado Chirinos.

Quedé cerca de Veracruz y todos los amigos insistían que me lanzara después, finalmente gané como gobernador.

Al segundo año me preguntaron si quería ser candidato a la presidencia, les aseguré que yo quería terminar mi sexenio. Nos tocó hacer un sondeo, donde salió Francisco Labastida, y ganó a todos en la lista de candidatos priístas.

Cuando vinieron los candidatos para la presidencia se mencionaba a él y yo tuve que hacer una conferencia a nivel nacional en Veracruz y me preguntaron: ‘¿piensa lanzarse o inscribirse o preguntar al PRI si lo va apoyar’’. Mire yo soy priísta y me voy a morir priísta, yo creo en el PRI. Que mucha gente lo haya hecho pedazos, yo sí creo que se va a resarcir, creo mucho en la juventud. Vamos a esperar. Sabemos que va a ser un gobierno de coalición, porque así debe ser y muchos piden que haya una segunda vuelta, puede ser. Lo que no puede ser es parlamento, tienen que quedarse lo diputados y senadores, los presidentes municipales deberían tener una reelección si son positivos.

¿El presidente de México también debe ser reelecto?

—Lo que sucede es que para que en México seamos una democracia con los ciudadanos en el correcto uso de la palabra, se necesita una reconstrucción social, así como estamos reconstruyendo la sociedad de México, por los daños [del sismo] en Morelos, Puebla, Edomex y Chiapas, la reconstrucción social es importante.

Porque no somos ciudadanos, lo decía con inteligencia uno de los panistas más conocidos, Diego (Fernández de Ceballos) decía en México no somos ciudadanos, somos vasallos, no cumplimos obligaciones, pero exigimos nuestros derechos.

En vez de por nosotros mismos agruparnos, como en el último temblor, para demostrar que somos fuertes, todo espera el vasallo que lo haga el rey, que se lo dé alguien que tiene la obligación de hacerlo, entonces vamos desde el presidente municipal hasta el presidente de México.

Y a ese señor (el presidente) no le perdonamos nada y nos debe todo.

¿Qué opina hacia 2018?, Usted ha dicho que no le teme a López Obrador, qué piensa de la ruptura en el PAN, y del frente, ¿qué viene en su lectura?

—Conozco bien a López Obrador y supo hacer una buena labor en el Distrito Federal, pero un grupo de alguna manera le lavó la cabeza y cometió errores, como la toma de Reforma. Y lo que había construido, lo que había hecho, los negocios que estaban dando trabajo, los llevó a pérdidas. Entonces me deja a mí la sospecha de que a lo mejor le puede pasar a todo el país. Obviamente tenemos dudas, pero es una persona que lo que dice es honesto, pero puede ser como Trump también.

¿Sería López Obrador como Maduro?

—Como Maduro no.

¿Cómo Chávez?

—No.

¿No ve un escenario como de Venezuela en México?

—No, no lo veo. Yo veo que todos los mexicanos cuando vayan a votar y todos los partidos deben ocuparse primero de quiénes serán diputados o presidentes municipales. Después, quién está en la lista para diputados, senadores, gobernadores y la lista del que puede ser el mejor candidato de la República.

Entre los partidos, olvídese ya de Morena y del eje que están formando PRD, PAN, todos los partidos que se pongan de acuerdo en el universo de elección para que se repartan los candidatos, los mejores candidatos y tengan una gobernanza correcta. Porque ganar nada más las elecciones, va a ser muy fácil.

¿Cómo ve a los independientes y el truene de Margarita?

—Es un error que Margarita no convenza al presidente del PAN, pero el presidente del PAN tiene hecho su juego y la sacaron y ella se salió. Tiene muchos simpatizantes, pero no se necesitan 800 mil firmas sino toda una formación que es muy difícil de construir en menos de un año.

¿Para los independientes?

—Los independientes deben hacer una muy buena campaña y convencer a la gente sin tener una estructura, y si la gente sale a votar, como salió a ayudar en el temblor, tienen muchas oportunidades.

¿Haciendo a un lado la parte priísta, a quién ve más probable de que gane las elecciones en 2018?

—Para presidente el PRI, porque tenemos gente que ha demostrado la capacidad.

¿Lo dice como priísta o ciudadano?

—Como priísta y ciudadano y como ciudadano, no vasallo.

¿Cómo ve el dicho de que la corrupción somos todos? El PRI tiene el estigma de la corrupción.

—Cada sexenio es su problema, si está el PAN, es el culpable, o el PRD, por lo que le digo, alguien tiene que tener la culpa. En México si algo sucede se pregunta siempre “¿quién tuvo la culpa?” Si no tenemos confianza en nosotros, creo que aquí debemos hacer una reconstrucción social.

Porque no hay confianza en la policía, en los políticos, en muchos padres de familia, profesores, no hay confianza ni en el Ejército, y eso pues es pecado mortal.

Ahora dicen que se ha creado más la violencia, pero la violencia viene del sexenio de Calderón, fue cuando declaró la guerra a las mafias. Y muchos gobernadores soltaron las cuerdas y ganaron mucho dinero, porque dejaron entrar a todas las mafias que hay e inventaron nuevas. Ese es un problema, pero si acaba uno con ese tipo de ciudadanos —entre comillas—, hay que insistir en escuelas en civismo y en innovar, en ir hacia delante.

¿No somos un Estado fallido?

—No, de ninguna manera. Equivocado sí, con errores muchos, pero eso no quita que estamos a la cabeza de América Latina.

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