“Ni complacencia ni complicidad con delincuentes” en Veracruz, dice Yunes Linares

El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, aseguró que no habrá “ni complacencia, ni complicidad” con las distintas células delincuenciales que operan en la entidad con trasiego de drogas, extorsión, secuestros, cobro de derecho de piso y robo.

Al encabezar la ceremonia en la que el Grupo de Coordinación Veracruz incineró 452 kilos de cocaína, con un valor superior a los 200 millones de pesos, mandó un mensaje a la delincuencia organizada al soslayar que el gobierno -con apoyo de instituciones federales- les pegará a las organizaciones criminales donde más les duele: “el dinero”.

Yunes Linares dijo: “La droga había sido decomisada en el puerto de Veracruz. Es uno de los golpes más fuertes a la delincuencia de las últimas décadas, resultado de la acción coordinada entre la Marina-Armada de México, el Ejército Mexicano, la Policía Federal, Secretaría de Gobernación, Procuraduría General de la República y otras instituciones que participaron en el gran operativo”.

En su mensaje, transmitido en internet, el gobernador insistió en que continuarán “los golpes” a la delincuencia organizada, con el fin de minar su obtención de recursos para seguir delinquiendo.

Según su cálculo, con los 452 kilos de cocaína incinerada pudieron elaborarse más de tres millones de dosis “destinadas a envenenar a jóvenes mexicanos o norteamericanos, que se convierten no sólo en víctimas, sino en esclavos de la delincuencia”.

Entonces, advirtió: “Cuidado y se meten con los ciudadanos de bien, porque seremos no sólo eficientes, también implacables. Esa es la instrucción”.

El arranque del 2018 significó una crisis en materia de seguridad para el gobierno de Veracruz. En los primeros 12 días del año 12 cabezas con cuerpos desmembrados fueron dejados en vehículos abandonados. Estos homicidios fueron atribuidos al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El pasado sábado por la noche, la célula delincuencial Z-35 reapareció en la capital del estado dejando nueve cuerpos desmembrados en el interior de una mini van en el fraccionamiento residencial de El Tejar, en la capital del estado.

En otros municipios veracruzanos, una veintena de personas -la mayoría del sexo masculino- fueron ejecutadas con violencia.