Transformó propaganda de 1968 la expresión visual en México

+Explican las estrategias de comunicación a las que se recurrió durante el movimiento estudiantil

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Boletín - 2018-10-05

La propaganda y expresión gráfica utilizada en el movimiento estudiantil de 1968 propició el desarrollo del discurso visual contestatario de las organizaciones político-culturales de México y las nuevas formas de crear contenido, expresó el activista y artista gráfico Jorge Pérez Vega, quien impartió la conferencia Propaganda Política y Expresión Gráfica del 68 en el Centro Recreativo Xalapeño (CRX).

Recordó que la producción de mantas, folletos, volantes, grabados en linóleo y madera a bajo costo para comunicar ideas, se transformó con la lucha que emprendieron los jóvenes de esa época contra la represión del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

“Primero elaborábamos escritos para los volantes reproducidos en los mimeógrafos agregándoles dibujos a línea, rasgando la parte blanda del esténcil. Utilizábamos nuestro propio lenguaje para informar sobre el desarrollo de la movilización inicial. Estos materiales eran distribuidos por las brigadas estudiantiles”.

Para los productos visuales primero se obtuvo apoyo de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado, en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, y poco después otras facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) instalaron centros de producción propagandística.

Ante la represión gubernamental que utilizó a los medios de comunicación de la época para manipular a la opinión pública, se recurrió a estrategias de información como mantas de tela, cuya producción era económica, para dar a conocer a través de textos e imágenes las demandas del movimiento.

Declaró que pese a los riesgos que implicaba el activismo, decidió crear con sus compañeros folletos, carteles, mantas y otros productos visuales para plasmar las arbitrariedades que se registraban en contra de la comunidad estudiantil. El papel de la comunicación visual que se utilizó hace 50 años permitió que la ciudadanía comprendiera los actos de represión que el gobierno cometía.

“De manera natural aparecieron los primeros grabados de denuncia que condenaban la represión policiaca y militar, difundían los llamados a la unidad, los seis puntos del pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga (CNH) y el pensamiento libre”, dijo.

Estos materiales eran instalados en árboles, postes, señalética vial, transporte del servicio urbano y toda área pública para que el mayor número de personas pudieran observarlos. Contenían imágenes de militares armados, cuerpos caídos, la ridiculización del presidente Gustavo Díaz Ordaz, la Constitución Política Mexicana ultrajada, la paloma de paz ensangrentada, que se crearon con un manejo crítico e irónico a partir de los diseños oficiales de los Juegos Olímpicos de 1968.

Indicó que ante la persecución del Gobierno por generar estos productos visuales se diseñó imágenes más pequeñas llamadas “pegas”, similares a las actuales calcomanías, ya que eran más fáciles de manejar y colocar en estructuras urbanas. Las mantas se cambiaron por carteles tamaño carta y oficio con materiales de menor costo.

Jorge Pérez Vega destacó que este trabajo gráfico se ha valorado con el paso de los años, pues antes de las manifestaciones estudiantiles, sólo se utilizaba para ilustrar materiales académicos o como referencia a planteamientos ideológicos.

Añadió que la producción gráfica de 1968 era artística, hecha a mano con mensajes definidos y con impacto social, no como en la actualidad que prácticamente todo pasa por la digitalización.

El encargado de presentar al artista gráfico fue el escritor, crítico de arte y egresado de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV), Omar Gasca Córdoba, quien hizo una breve explicación de los hechos ocurridos el 2 de octubre y reconoció que una vez formado el CNH, en 1968, Jorge Pérez Vega aportó al movimiento imágenes creadas en óleo, madera y papeles económicos.

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