Lydiette Carrión, periodismo y compromiso social

+ La autora de La Fosa de Agua dice que la profesión es una herramienta para ayudar a los olvidados y excluidos de la justicia

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Boletín - 2018-11-25

Lydiette Carrión, periodismo y compromiso social Xalapa, Ver. Cuando entregó el último borrador de La Fosa de Agua, investigación que documenta y da seguimiento a diez casos de feminicidio en Ecatepec y Tecámac, Estado de México, Lydiette Carrión renunció a su trabajo. Las historias le “quebraron” algo por dentro, porque el periodismo, para ella, no es un oficio remunerable, sino un compromiso social, personal; una herramienta para ayudar a los olvidados y excluidos de la justicia, “que somos la mayoría”.

Durante una entrevista tras la presentación de su libro en Xalapa, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, recordó que su idea inicial fue escribir sobre violencia de género. En ese tiempo colaboraba con el diario El Gráfico, donde los familiares de personas desaparecidas pedían difundir sus casos, así que comenzó a “reportearlos” semanalmente.

“Ellos se acercaban, pedían ayuda para encontrar a sus familiares y tiempo llamaron mi atención varios casos, en un horizonte geográfico y temporal muy específico, Eran muy similares, en la media luna que hace la frontera entre los municipios de Ecatepec y Tecámac”.

El libro documenta la desaparición de diez jóvenes entre 13 y 20 años, de 2012 a 2014, y el hilo conductual es Bianca: “La familia recibió mensajes dolorosos que se vinculan a otros tres casos. La encontraron un año después, aunque fue asesinada al día siguiente de su plagio”.

La madre investiga y descubre una célula que se dedica a desaparecer mujeres, a cargo de un militar joven e incluso policías en activo. Encuentra una fosa clandestina en el Río de los Remedios: “es el día en que aún no sabemos cuántos cuerpos o restos hay ahí”.

Lydiette narra cómo se creó el fraccionamiento Héroes de Tecámac, desde la irregularidad, y se pobló en pocos años, con casas pequeñas de materiales precarios, sin acceso a seguridad o servicios básicos: “Calidad de vida pésima, migración compleja, incultura, con poderes fácticos que germinaron la impunidad”.

A través del testimonio de las madres, cuenta la búsqueda angustiante, que sólo encontró negligencia y opacidad de las autoridades.

No obstante –continúa la periodista–, a partir de la documentación de estos casos las autoridades lograron vincularlos y se dragó el río: “Nunca se logró establecer la conexión de los detenidos y sentenciados con los restos. En esta zona hay un crimen organizado muy sádico y violento en contra de las mujeres”.

Dice que escribir La Fosa de Agua fue una manera de dar dimensión a las víctimas, retratar su humanidad, “porque ahora hasta muertas tienen que justificar por qué fueron asesinadas. Muchas de ellas fueron revictimizadas y en la prensa muchas veces sólo queda la versión del asesino, de algún modo lo justifican”.

Califica como aberrante que tras localizar en el gran canal los restos de dos jovencitas, uno en febrero y otro en octubre de 2014, en el mismo lugar, embolsados y con amarres similares, la Fiscalía no vinculó los casos: “O es una burocracia horripilante, o simplemente corrupción asesina”.

DOLOR Y AMOR DE MADRE

Como en Veracruz, en el Estado de México las madres de hijos e hijas desaparecidas se volvieron investigadoras, casi agentes de los ministerios públicos para la búsqueda; expertas en leer expedientes, en moverse entre abogados y fiscalías. Pero Lydiette afirma que no debe ser así, porque es revictimizante y terriblemente doloroso.

“Las mamás se convierten en MP, y a pesar de que sacan adelante muchas de las investigaciones, no debe ser, pues como madres de una víctima tienen muchos puntos ciegos”. Por ello no debe exaltarse el hecho de que el amor te lleve a buscar. Resulta devastador y muchas veces destruye a la familia, que nunca vuelve a ser la misma”.

Durante seis años entrevistó a muchas madres, una labor difícil y desgastante, agotador, porque las historias te van marcando y llegas a perder esperanza, la perspectiva. Mi libro salió a pocos días de que capturaran al Monstruo de Ecatepec, a quien se atribuye dos de los casos que documento”.

Finalmente, señaló que el amor que sienten las madres y los padres de familia es una demostración de que sí se puede, aun cuando “nos han convencido de que Veracruz es así, de que así son Ecatepec y Tecámac. Debemos unirnos y, como sociedad, visibilizar este tema”.

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