Persiste el incremento en violencia intrafamiliar

+ En la mayoría de los casos se debe al machismo y a la dependencia económica de mujeres e hijos del jefe de familia.

Zona Norte

ARISTEO ABUNDIS / Milenio.com - 2014-08-03

Las instancias policiacas de seguridad pública del estado de Veracruz, cuentan con un registro de casos de violencia intrafamiliar que podría considerarse alarmante y reconocen que desafortunadamente es parte de una cultura o idiosincrasia de machismo y que tiene que ver además con la dependencia económica de las mujeres al respecto de sus parejas, quienes de esta manera ejercen cierto control o dominio sobre ellas y sus hijos.

Las instancias policiacas mantiene registro que es considerado como alarmante, al presentarse de dos a tres detenciones diariamente por esta situación sin contar con los casos que no se denuncian, aunque la mayoría quedan en la impunidad por la dependencia económica que las víctimas, principalmente amas de casa tienen de sus victimarios, principalmente padres de familia

Las mismas dependencias reconocen este tipo de situaciones al señalar como referente que se dan casos en los que las mujeres son agredidas y sin embargo, más tarde, son ellas mismas quienes retiran las quejas o incluso pagan las multas que se imponen a manera de sanción administrativa, con lo que el delito queda completamente impune dándose casos de reincidencia que no se pueden documentar puesto que legalmente no existió la denuncia según lo reconoció paralelamente, la coordinadora regional de la comisión de derechos humanos, Kira Olivares Torres, que destaca que se realizan talleres y platicas dirigidas a mujeres víctimas de este tipo de delitos, a fin de que no permitan este tipo de impunidad y que denuncien formalmente a quien las agrede.

La ex agente municipal del poblado Moralillo, María de la Cruz Jiménez, habría destacado en este concepto, que desafortunadamente no existen mecanismos que protejan a estas mujeres y sus hijos, no hay albergues ni estancias que puedan darles refugio y tiene que regresar a su domicilio, en donde literalmente esta su enemigo, su amenaza constante y frecuente que es su pareja agresiva.

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