Desaparecen 250 tras una avalancha en Nepal

Entre las personas extraviadas por el alud, ocurrido en una zona de difícil acceso, se encuentran varios extranjeros; el mal tiempo obstaculizó su rescate

Internacionales

Excelsior - 2015-04-29

Alrededor de 250 personas podrían estar desaparecidas después de que un alud arrasara ayer un área de Nepal muy popular para hacer senderismo, cerca del epicentro del devastador terremoto, anunció un responsable local.

Se produjo un alud en la tarde de hoy (martes) en Ghodatabela, un área situada en la popular ruta de senderismo de Langtang”, dijo el responsable, Uddav Prasad
Bhattarai.

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Es difícil decir cuántos están desaparecidos, pero podrían ser 250, según una primera estimación”, agregó.

El responsable dijo que podría haber turistas extranjeros entre las personas desaparecidas en esta zona de difícil acceso y donde las comunicaciones son complicadas.

Las operaciones de socorro habían comenzado pero se estaban desarrollando con dificultades por el mal tiempo, explicó Bhattarai.

Apenas ayer, los equipos de rescate empezaron a llevar ayuda a las víctimas del terremoto en las zonas más remotas de Nepal.

Aviones militares de varios países, entre ellos Estados Unidos, China e Israel, participan en las tareas de ayuda.

El balance oficial de víctimas era, al cierre de esta edición, de 5 mil 57 personas y 10 mil heridos, indicó el Ministerio del Interior. Según la Organización de las Naciones Unidas, 8 millones de personas se han visto afectadas por el temblor.

Se trata de la mayor catástrofe en Nepal de los últimos 80 años. El terremoto también afectó a India, donde murieron 73 personas, y la región china del Tíbet, con 25 muertos.

Nos llegan peticiones de ayuda de todas partes (...) Pero no hemos sido todavía capaces de empezar el rescate en muchas zonas porque nos falta equipamiento y socorristas expertos”, reconoció el primer ministro nepalí Sushil Koirala, que decretó tres días de luto nacional a partir de ayer.

Los hospitales y las morgues de la ciudad están llenos y los médicos trabajan sin descanso para atender a las víctimas, muchas de ellas con fracturas múltiples.

El terremoto también supone un duro golpe para la economía de Nepal, uno de los más pobres del mundo, que apenas se estaba recuperando de diez años de una guerra civil que terminó en 2006.

pocas esperanzas

Los equipos de rescate luchaban a contrarreloj ayer con sus escasos recursos para intentar encontrar sobrevivientes del terremoto y afrontar un desastre que supera las 8 millones de personas damnificadas.

El Equipo de las Naciones Unidas para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) advirtió que se acaba el tiempo para encontrar personas con vida bajo los múltiples edificios que se desplomaron por el terremoto.

Arjun Katoch, funcionario de la UNDAC, aseguró que es poco factible que durante más de 96 horas, plazo que se cumplió ayer, se pueda hallar gente viva entre los escombros.



TEMEN HASTA 10 MIL MUERTOS
La cifra de muertos por el terremoto de Nepal podría alcanzar los 10 mil, dijo ayer el primer ministro Sushil Koirala, al tiempo que ordenó intensificar los esfuerzos de rescate y solicitó el envío desde el extranjero de tiendas de campaña y medicinas.

El balance de víctimas podría dispararse una vez que los equipos de rescate lleguen a las zonas más remotas del país, como la región Lamjung, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital, donde se situó el epicentro y al que todavía no han podido acceder.

En Gorkha, uno de los distritos más castigados por el sismo, los habitantes alzaban los brazos al cielo pidiendo agua y comida. En la zona se observaron muchas casas destruidas en medio de pilas de madera y techos de metal.

Aquí la situación no es buena. Muchos han perdido sus casas. No tienen agua ni comida suficiente”, dijo Udav Prasad Timilsina, un responsable del Gorkha.

No hemos conseguido tratar a los heridos. Necesitamos urgentemente agua, comida, medicinas y tiendas”, dijo el funcionario.

Viven sin agua y al aire libre

Cientos de personas siguen viviendo al aire libre, sin acceso a agua potable o instalaciones sanitarias, en todo el centro de Nepal, incluyendo la capital, Katmandú. Las fuertes lluvias de ayer sobre la ciudad obligaron a la gente a buscar refugio donde pudo.

Las personas que decidieron quedarse en Katmandú durmieron a la intemperie en tiendas improvisadas porque han perdido sus casas o por el miedo a las réplicas si vuelven a sus hogares.

Llevamos aquí tres días, viviendo debajo de lonas. Contamos cada bocado, cada gota de agua”, dijo Rama Shrestha, una ama de casa de 28 años instalada a la intemperie con su hijo de cinco años.

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