Se cumplen 45 días sin la presencia de la sindico municipal de Tlilapan

+Realizan sus funciones el juez auxiliar y la regiduría única, ciudadanos exigen su presencia

Zona Centro

Jacinto Romero Flores - 2017-01-16

Ante la ausencia evidente de la sindico único del Ayuntamiento de Tlilapan Leonor Martínez Hernández, pobladores del municipio, exigen una explicación del motivo por el cual, no se ha presentado desde los primeros días del mes de diciembre, justamente, luego de exponer su problema ante funcionarios del gabinete estatal durante la visita del gobernador al municipio de San Andrés Tenejapan.

Desde esa fecha, bajo el argumento de estar siendo amenazada por el presidente municipal Esteban Castillo Hernández, la funcionaria ha colocados un aviso en la puerta de su oficina.

Incluso se conoció que hace unos días, que durante su visita al congreso local, comenzó a gritar, diciendo que era perseguida por el alcalde y que la iba a matar, sin que hubiera ninguna persona, acto seguido cayó al piso como si hubiera sufrido un desmayo, teniendo que ser sacada en una camilla

Respecto a la actuación de la síndico única, la regidora Betzabe Salazar Santos, dijo desconocer un motivo claro de su ausencia, limitándose a decir que desde el año pasado, enfrenta un conflicto con el presidente municipal, luego de que en su momento, ella contrato los servicios de una persona para amenazarlo, incluso este sujeto se encuentra purgando una condena en un penal del estado de Veracruz, tras estar involucrado con la delincuencia organizada.

Agrego al decir que ante la ausencia de la síndico, tanto ella como el juez de paz, se encargan de atender los asuntos que a ella le competen.

Subrayo que uno de los motivos principales por los que enfrenta problemas con el alcalde, es por su necedad de querer ganar el mismo salario del presidente, argumentando que ella viene siendo como la vicepresidenta.

En si por lo que parece, y por la actitud tomada hace unos días, recomendó que sería viable recomendarle atención psiquiátrica especializada, ya que una persona normal, no se pone a gritar en oficinas públicas, tratando de llamar la atención de los diputados del congreso local.

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