Fuera De La Caja: ORIZABA

+Por MACARIO SCHETTINO

Zona Centro

Macario Schettino - 2017-12-21

Nací en Orizaba, Veracruz, hace poco más de medio siglo. Se trata de una ciudad que por cuestiones geográficas adquirió vocación industrial desde el siglo XIX. Ahí instaló Lucas Alamán la primera fábrica textil del país, para aprovechar la fuerza del agua y la cercanía al puerto de Veracruz, y por ello, para inicios del siglo XX, era el distrito más importante en ese ramo. Ahí se decidió iniciar la famosa huelga que se conoce como de Río Blanco, municipio colindante. También el agua, por su calidad, permitió la instalación de una de las primeras cervecerías del país, Moctezuma, fusionada con Cuauhtémoc después de la profunda crisis de 1982.

Precisamente, como resultado de esa crisis, la orientación industrial de la ciudad se convirtió en un lastre. Los textiles casi desaparecieron a inicios de los años noventa, mientras las grandes empresas reducían su planta laboral. Como ocurrió con buena parte del centro del país, y especialmente de Veracruz, la economía se fue contrayendo. En 1995 fue electo por primera vez un presidente municipal que no era del PRI. Se trató del panista Tomás Trueba, y es importante reconocer ahora que el cambio fue notorio. La ciudad empezó a estar limpia, y mejoró la convivencia de manera general. Los siguientes alcaldes ya no representaron mayor cambio, sin importar mucho su partido de origen.

En 2007, el candidato del PRI a la alcaldía fue removido por el tribunal pocos días antes de los comicios, y ese partido convocó a un empresario que ya había sido invitado antes, tanto por el PRI como por el PAN, sin mucho éxito. En esa ocasión sí aceptó, y logró ganar las elecciones. Juan Manuel Diez fue presidente municipal de 2008 a 2010, y fue sucedido por otro empresario, Hugo Chahín, quien mantuvo buena parte de la orientación y el equipo del gobierno previo. En 2014, Diez fue elegido nuevamente y su periodo terminará junto con el año.

La transformación que ha vivido la ciudad de Orizaba en esta década es poco menos que impresionante. Desde el inicio se fueron recuperando espacios públicos, con cambios que no todo mundo encontró atractivos, como es normal. La calle principal se hizo peatonal, se limpió el río, construyendo en su ribera un zoológico y zonas para caminar, y después se construyó un teleférico para llegar desde el río hasta el cerro del Borrego. Se rescataron viejos edificios y algunos de ellos se convirtieron en museos: la Pinacoteca del Estado, por ejemplo, además de otros dedicados a temas propios de la ciudad, incluyendo al todavía famoso Crí Crí.

Ignoro si desde el principio se tuvo la idea, pero el resultado ha sido convertir esa vieja ciudad industrial en un lugar turístico. Desde siempre, los alrededores fueron muy bellos, pero la ciudad misma no lo era. Ahora es diferente. Tanto, que ha sido incluida entre los Pueblos Mágicos, y tengo entendido que fue el más popular destino entre ellos durante el último año.

Aunque siguen existiendo industrias, su importancia continúa decreciendo, y la nueva vocación resulta muy importante. La ciudad recibe 600 mil visitantes, cuatro veces más que su población. Es turismo nacional, de forma que el gasto no es tan grande, pero alcanza para que Orizaba sea un punto de desarrollo en un estado que pasa por malos momentos. Buena parte de esa transformación se debe a Juan Manuel Diez, y comprueba que la honestidad y la organización empresarial sirven para gobernar. El contraste con el exgobernador Javier Duarte no podría ser mayor.

Habrá quien piense que no es necesario reconocer a alguien por hacer su trabajo. Pero gobernar no es cosa fácil, hacerlo transformando, en un entorno plagado de corrupción e ineptitud, me parece que es motivo de aplauso. Yo lo aplaudo.

Twitter: @macariomx

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