#Opinión: LAS MENTIRAS

Este tema incomoda a muchas personas pero es inevitable. Nos incomoda porque, o nosotros mismos decimos mentiras y ello es impropio, o sabemos que alguien nos está diciendo mentiras y sentimos pena ajena, dolor y tristeza. Aún así vale la pena considerar varias cuestiones para una correcta toma de decisiones.

Una mentira es una expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente; se refiere a algo que no es verdad.

¿Por qué decimos mentiras? ¿Qué ganamos? Las respuestas a estas preguntas serán siempre ambiguas.

En primera instancia debo decir que mentir es incorrecto y su ejecución [por más complejo que sea el entramado al que nos enfrentamos] no tiene caso. Al final del camino las mentiras siempre salen a la luz. Si la frase anterior resulta cierta –y lo es– ¿por qué aplazar lo inevitable?.

Algunos podrían argumentar que se miente para ‘no hacer sentir mal a otras personas al enterarse de la verdad’… No entiendo pero para algunos es un argumento. Otros pueden mencionar que mienten ‘para que las otras personas no pierdan las esperanzas’. Sigo sin entender.

Y finalmente se tratan de justificar las mentiras piadosas, que según muchos sirven para salir del paso y tratar de no dejar huellas de algo que en realidad no afecta a nadie, sino todo lo contrario.

Mentir es exactamente lo mismo a no decir la verdad o en todo caso decir la verdad a medias, incompleta. La esencia es la misma pues se esconden detalles e información en general.

Les he de compartir que hasta hace unos años solía yo decir mentiras de diversos tamaños y en contextos diferentes. Me sentía con suficientes argumentos (según yo) para hacerlo, pensaba que todos me iban a entender o al menos lo iban a aceptar y trascendería en nada. Arrogante sin duda, hasta que un día me cansé porque no recordaba la primera mentira y tenía que volver a inventar algo subsecuentemente. Casi pierdo todo en aquél momento pero fue la verdad lo que me sacó a flote. La reflexión, el perdón y la madurez también coadyuvaron.

Lo anterior lo expuse con la única intención de poder transmitirles lo peligroso que es mentir. Lean esto con atención: quienes mienten pierden mucho más de lo que creen.

Lo más triste es que te mientan personas a las que tú les tienes cariño, auch, eso sí que duele. No te dicen la verdad de primera instancia y creen que no te has dado cuenta. Piensan que todo ha pasado y no hubo repercusiones. Error error.

Mi reflexión hoy para ti es esta: condúcete con prudencia, con respeto y con transparencia. Da exactamente lo que esperas recibir a cambio. Ni más ni menos. Mentir te hace perder credibilidad y eso se paga muy caro.
¿Qué tal, coincides conmigo?

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