* PACTOS DE ‘MAFILIAS’

Raymundo Jiménez

AL PIE DE LA LETRA

2017-03-01


En su inmoral pragmatismo y voracidad por retener y heredarle el poder a uno de sus hijos en la sucesión estatal de 2018, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares acaba de hundirse en otra incongruencia más al formalizar su alianza electoral con el ex contralor duartista Ricardo García Guzmán, quien al día siguiente de reunirse en Pánuco con el gobernante panista se registró oficialmente como precandidato del partido blanquiazul a la alcaldía de ese municipio, cuyo ayuntamiento actualmente preside su primogénito Ricardo García Escalante.

Yunes, quien apenas unas horas antes acababa de protagonizar una ríspida confrontación mediática con el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, al cual acusó de haber recibido financiamiento del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, no reparó en cederle la candidatura municipal del PAN a García Guzmán, el mismo al que en mayo de 2016, en su campaña electoral, acusó ante cientos de panistas de esa región huasteca de que “te pusieron como contralor para que tapes la corrupción de Duarte”.

En esa misma ocasión, Yunes, sin ruborizarse por su propia inclinación nepotista, criticó además a García Guzmán y a sus hijos porque, dijo, “no se conforman, quieren también tener diputado, papá ‘tapadera’ el contralor, presidente municipal, hermano, robándose el dinero de los panuquenses y aliado de la delincuencia, hoy quiere a un diputado local para que lo siga tapando”, ironizó, refiriéndose a los vástagos del funcionario duartista: a Rodrigo, quien contendía por la diputación local por la alianza priista propuesto por el PVEM, y a Ricardo Jr., el alcalde en funciones, al que el entonces abanderado de la alianza PAN-PRD a la gubernatura cuestionó porque “nunca está en palacio, se la pasa en Xalapa… en Boca del Río, en los restaurantes, gastándose el dinero del ayuntamiento de Pánuco, esa es la realidad”.
Esa vez, a casi un mes de las elecciones de junio, Yunes sentenció que “se les acabó la fiesta señores Guzmán, van a perder porque ya no los queremos aquí”.
Sin embargo, el panista falló en su pronóstico. No sólo perdió la elección de gobernador ante su primo hermano, el priista Héctor Yunes Landa, sino que Rodrigo, el hijo menor de García Guzmán, ganó la diputación de mayoría relativa. Ello, al parecer, hizo que Yunes Linares reconsiderara y negociara impunidad con la familia García Escalante, con la cual tuvo un primer acercamiento el 17 de septiembre, cuando como gobernador electo encabezó en Pánuco el último foro regional del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018.
Primero sostuvieron un desayuno privado, y luego, en el evento público, Yunes colmó de elogios a la esposa e hijos del todavía contralor, en correspondencia a la recepción apoteósica que le organizaron a su llegada a la Casa de Cultura de esa cabecera municipal.

Con su alianza con el jefe del clan García Escalante, el gobernador Yunes supone que afianzará el control político de esa importante zona del norte de la entidad para la sucesión estatal de 2018. Y es que, hasta ahora, García Guzmán y sus hijos se mantienen invictos electoralmente desde que el ex contralor contendió por la diputación local en 2004, y luego, en 2007, por la alcaldía por primera vez.
En la sucesión gubernamental siguiente, la de 2010, el ex contralor negoció con el PAN la candidatura a diputado local para su hijo Ricardo ante la amenaza del gobernador Fidel Herrera Beltrán de procesarlo penalmente por las presuntas irregularidades administrativas que el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) habría detectado en su administración municipal. En esa ocasión, García Guzmán terminó pactando con Javier Duarte, por lo que su primogénito renunció a la bancada del partido blanquiazul y luego, en la sucesión municipal de 2013, fue nominado a la alcaldía de Pánuco por el PVEM.
Ahora el ex contralor parece estar repitiendo la misma maniobra con Rodrigo, su hijo menor, quien igualmente llegó al Congreso local por el Partido Verde pero evadió alinearse con el grupo legislativo de la coalición priista. De inmediato, García Escalante pasó a formar parte del grupo independiente “Juntos por Veracruz”, que ha estado apoyando incondicionalmente las propuestas e iniciativas turnadas a la LXIV Legislatura por el jefe del Ejecutivo del estado. Y su padre, García Guzmán, se apresta a contender en esta sucesión municipal por la alcaldía de Pánuco como candidato de la alianza PAN-PRD, no obstante que hasta la semana pasada estaba en negociaciones con el PRI y el PVEM para imponer candidatos en esa cabecera distrital y en otros municipios de la primera circunscripción electoral, como en Tempoal, por donde estaba impulsando a José Luis Romero Díaz, tío de su nuera, la esposa de su primogénito Ricardo, quien ahora va también por la coalición del blanquiazul y del sol azteca, denominada paradójicamente “Contigo el cambio sigue”.
Como virtual candidato del PAN, García Guzmán buscaría evadir en esta ocasión la acción de la justicia, pues Yunes había prometido encarcelarlo junto con su ex jefe Javier Duarte, actualmente prófugo. Y es que, como contralor, fue obligado en mayo pasado a tratar de desmentir en un noticiero radiofónico de la ciudad de México a los editores del portal de noticias Animalpolítico.com sobre al escándalo mediático de las 21 empresas “fantasma” a través de las cuales fueron desviados cientos de millones de pesos del gobierno del estado. Un caso que indirectamente también pudo haber alcanzado a su hijo Rodrigo, el diputado local, quien en el penúltimo año de la administración duartista fungió como director general de Inversión Pública de la Secretaría de Finanzas y Planeación.
Este martes, el diario Noreste, de Poza Rica, atribuyó también la candidatura de García Guzmán por el PAN a un supuesto blindaje ante el temor de la averiguación que inició el año pasado la PGR, en la cual fue implicado por su antecesor Iván López Fernández.
El periódico pozarricense publicó inclusive un presunto requerimiento del Sistema de Administración Tributaria (SAT), que estaría investigando al ex contralor por “posible enriquecimiento ilícito”.


URGE DIÁLOGO Y ACUERDOS: PRI
¿Acaso el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares suponía que después de agredir a alcaldes y diputados priistas calificándolos de “torpes”, “ignorantes” y “sinvergüenzas”, el grupo legislativo del partido tricolor iba a extenderle un cheque en blanco, aprobándole a ojos cerrados su propuesta para reestructurar a un plazo de 30 años la deuda pública estatal que asciende a 42 mil millones de pesos?
¡Pues obviamente no! Y eso lo comentaban en corto los propios operadores políticos del PAN y PRD en el Congreso local que tenían la difícil encomienda de persuadir a los diputados del Revolucionario Institucional para que aprobaran la renegociación de la megadeuda que les propuso el mandatario estatal.

Este martes, a través de un comunicado, el presidente del CDE del PRI, Renato Alarcón Guevara, se solidarizó con la postura asumida por la bancada de su partido y con los diputados del grupo legislativo mixto “Juntos por Veracruz”, en el sentido de hacer una revisión puntual de los alcances de la reestructuración de la deuda.

“En el PRI estamos a favor de que se reestructure la deuda, siempre y cuando garanticemos transparencia, le demos viabilidad financiera no solamente al gasto corriente estatal sino a los municipios a los que se les adeuda alguna parte de las participaciones federales del año pasado, así como a empresarios que han apostado por Veracruz”, manifestó el dirigente priista.
Precisamente, Alarcón Guevara enfatizó que en el PRI veracruzano hay confianza en que el diálogo y la construcción de acuerdos será el camino necesario para construir un mejor destino para el estado y reactivar la economía estatal.
Y es que durante la sesión extraordinaria de este martes en el Congreso local, en la que finalmente por falta de consenso fue retirado de la orden del día el dictamen que proponía al pleno aprobar la reestructuración de la deuda, la diputación del PRI mantuvo su postura de que es necesario garantizar la cobertura de adeudos con los diversos sectores y que se genere la liquidez que la economía estatal requiere.