Fidel Herrera Beltrán y Humberto Moreira, señalados de tener vínculo con la delincuencia organizada

2017-11-09

Con la llegada de Fidel y Duarte al poder, Veracruz se convirtió en un mar de sangre. Los veracruzanos sufrieron en carne propia la vinculación entre el gobierno y el crimen organizado tanto en el período de Fidel Herrera Beltrán como en el mandato de Javier Duarte de Ochoa. Desde la llegada de “La Nauyaca” [alías de Herrera Beltrán] al poder, el primer indicio de la crudeza que vivirían los ciudadanos en el estado, fue el enfrentamiento que se propició en la localidad de Villarín, municipio de Veracruz, en donde resultaron tres personas muertas –según el reporte oficial, mientras que los habitantes advierten que fueron muchos más-, entre ellos, el Z-14, Roberto Carlos Carmona Gasperín, uno de los líderes del grupo delincuencial.

Esta carrera “arreglada” con caballos pura sangre del hoy preso en Austin, Texas, Francisco Colorado Cessa, el cual está siendo procesado por lavado de dinero vinculado con la organización delincuencial “Los Zetas”. Dicho personaje en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán fue pieza clave en el lavado de dinero para dicha cédula a través de su empresa ADT Petroservicios la cual obtenía jugosas licitaciones en donde Herrera salía muy beneficiado.

Aunque Herrera Beltrán desmienta la seria investigación de la Universidad de Texas, la realidad que padeció el estado de Veracruz cuando este fue gobernador y su hijo “putativo”, Javier Duarte de Ochoa, hace que el testimonio de los presos en Austin, San Antonio y Del Río, se quede corta.

En el mandato del ex gobernador veracruzano en el período 2004-2010 los actos delincuenciales más relevantes fueron:

En el mandato del ex gobernador veracruzano en el período 2004-2010 los actos delincuenciales más relevantes fueron:

La balacera de Villarín el 04 de marzo del 2007, a causa de una desavenencia en el resultado de una carrera de caballos pura sangre en donde se concentraban personajes extraños procedentes del norte de la República.
El 18 de marzo del mismo año, se propició una balacera entre comando delincuencial proveniente del norte del país y elementos de la SSP, al mando de Sergio López Esquer, en la avenida Ejército Mexicano en el municipio de Boca del Río. Ahí resultó muerto el subcoordinador de la SSP, Gerardo Gutiérrez Monraga alías “El Tigre”, quien según versiones extra oficiales advierten que en el revuelo de la carrera de caballos en la localidad de Villarín desarrollada 14 días antes, se “robó” el dinero de las apuestas y los delincuentes le exigían la devolución.
El 11 de noviembre del 2007, en la madrugada, sicarios propiciaron una balacera en el interior del mercado Malibrán ubicado en la avenida Miguel Alemán del municipio de Veracruz. El objetivo fue un hombre de nombre Ricardo Segovia Velázquez de 31 años, el cual se encontraba descargando mercancía de los camiones que le dan servicio a los locatarios.
El 13 de julio del 2009 en el centro histórico del municipio de Veracruz, fue escenario de una balacera entre el crimen organizado quienes se trasladaban en un BMW blindado contra la Policía Federal Preventiva. Con un intercambio de balazos, la persecución recorrió varias cuadras iniciando en dicha avenida a la altura de Alacio Pérez y concluyó en la Iglesia el Santo Cristo del Buen Viaje ubicado en 20 de Noviembre con Manuel Doblado. Trascendió extraoficialmente que las balas alcanzaron muchos domicilios y personas que caminaban por la zona que corrían despavoridas y al llegar a la citada iglesia los maleantes fueron alcanzados por un proyectil –muchos testigos argumentan que fue un basucazo, otros una granada-. En el lugar quedaron dos delincuentes calcinados, un taxista y una niña que se transportaba en él con un familiar, también fue alcanzada por las balas. El escenario era espeluznante. Aunque la versión oficial minimizaba los hechos, en la zona se podía apreciar un gran número de autos estacionados en las dos aceras de la avenida, totalmente calcinados y también autos que transitaban y que se encontraban adelante del BMW, alcanzados por las balas y el fuego. Mientras tanto, Fidel Herrera Beltrán, en aquel entonces gobernador de Veracruz, aplaudía el hecho argumentando que había sido “exitosa” la acción “quirúrgica” de las fuerzas federales. La población veracruzana sin saberlo comenzaba a padecer los más crudos escenarios de depredación de la delincuencia organizada. La PGJV, nunca dio a conocer las cifras reales de las víctimas.
A partir de los anteriores hechos, se suscitaron una constante ingobernabilidad que originaron levantones, enfrentamientos constantes y personas asesinadas y además la desaparición de migrantes centroamericanos en Coatzacoalcos y Tierra Blanca quienes se transportaban en “La Bestia”.
La impunidad que ejerció la Procuraduría General de Justicia primero a cargo de Amadeo Flores Espinosa y posteriormente, Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez [31 de mayo del 2011] fue más que evidente.

En el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, los hechos relevantes de ingobernabilidad fueron los asesinatos de periodistas:

Noel López Olguín. Hallado muerto el 1 de junio de 2011 cerca de Jáltipan, Veracruz, fue el primer periodista asesinado durante el gobierno de Javier Duarte. Colaborador de los semanarios locales Horizonte, Noticias de Acayucan y del diario La Verdad. El 20 de junio del 2011. El segundo periodista asesinado fue el columnista del diario Notiver.

Miguel Ángel López Velazco –Milo Vela- en el interior de su casa fue asesinado junto con su esposa y el menor de sus hijos, fotoperiodista, Misael López Solana. El 26 de junio del 2011.

Yolanda Ordaz de la Cruz, periodista del rotativo Notiver fue encontrada muerta a espaldas del periódico Imagen del Golfo.

El 28 de abril del 2012, fue asesinada la corresponsal de la revista Proceso, Regina Martínez Pérez en el interior de su domicilio.

El 3 de mayo de 2012, menos de una semana después del asesinato de Regina, los cuerpos de los reporteros gráficos Guillermo Luna, Gabriel Huge y Esteban Rodríguez, fueron encontrados embolsados en un canal de aguas negras en el municipio de Boca del Río.

Víctor Manuel Báez Chino, reportero de Milenio Xalapa y director de la página ‘Reporteros Policiacos’, fue hallado muerto en Xalapa el 14 de junio de 2012.

Gregorio Jiménez Cruz, periodista de la sección policiaca de los diarios Notisur y Liberal del Sur, apareció muerto el 11 de febrero de 2014, aunque su secuestro se reportó el 6 de febrero.

Moisés Sánchez Cereso, director del semanario La Unión, periódico local del municipio de Medellín de Bravo, fue secuestrado por un grupo armado el 2 de enero de 2015 y posteriormente asesinado.

Armando Saldaña, periodista de 52 años que trabajó para medios veracruzanos como El Mundo de Córdoba, o La Crónica de Tierra Blanca, apareció asesinado el 4 de mayo de 2015.

El también originario de Medellín de Bravo, Juan Mendoza Delgado era director del portal de noticias Escribiendo la Verdad y reportero de nota roja. Despareció el 30 de junio de 2015 y encontrado muerto el 3 de julio del mismo año.

Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista autoexiliado de Veracruz, apareció asesinado el 1 de agosto de 2015 en un departamento de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México. Junto a él también fueron asesinadas junto con la activista social Nadia Dominique Vera Pérez y sus compañeras de departamento Yesenia y Mile y la trabajadora doméstica de nombre Alejandra.

Anabel Flores Salazar, reportera de medios veracruzanos como El Mundo de Córdoba, El Buen Tono, y El Sol de Orizaba, fue secuestrada el 8 de febrero de 2016 y posteriormente asesinada.

Manuel Torres González, director de su propio medio informativo, Noticias MT, y ex corresponsal de TV Azteca y el diario Noreste, fue asesinado de un tiro en la cabeza el 14 de mayo de 2016.

Pedro Tamayo Rosas, asesinado a tiros en Tierra Blanca, Veracruz, el 20 de julio de 2016.



El 21 de mayo del 2011, en bulevar Ruiz Cortines, elementos del Ejército Mexicano pretendieron detener a un jefe de plaza, quién comía placenteramente en un restaurante de carnes. Sin percatarse que era celosamente custodiado por un grupo de sicarios, fuertemente armados y que rondaban el lugar en una camioneta. Al percatarse de la presencia de los soldados, los delincuentes abrieron fuego en su contra. La gente en la calle corría para protegerse y los comensales del restaurante Amate [el cual sospechosamente se quemó el 2 de noviembre del 2015] una de sus peores pesadillas. Mientras que corrían a esconderse en la cocina y otros en los baños del establecimiento. Afuera se escuchaba el intercambio de balas que ambos bandos se propinaban; adentro el horror de quienes pensaron que los criminales iban a ingresar a la negociación para desde allí, responder a las “Fuerzas del orden”. A los pies del monumento a los Niños Héroes, quedó el cuerpo de Rolando Beytia, alías El Manitas.

El 30 de junio del 2011, a unos meses de rendir protesta como gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa; emboscan al secretario de Seguridad Pública, Sergio López Esquer en la carretera antigua de Xalapa-Veracruz. Se cuenta que el funcionario venía saliendo de la localidad de Villarín –se desconoce la causa- cuando grupos delincuencias y con armamento de alto calibre, atacaron la camioneta blindada en donde supuestamente viajaba. Quienes estuvieron presentes en el lugar –policías de la misma corporación a su mando- advierten que la camioneta del servidor público presentaba un escandaloso boquete en la puerta trasera del piloto. También manifestaron que la unidad no se encontraba el funcionario pues había sido dejado minutos antes en el Aeropuerto Internacional Heriberto Jara, pues viajaría a la ciudad de México. Derivado de ello, fue nombrado como secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

El encarcelamiento de dos twitteros quienes advertían sobre los hechos delictivos en su red social, posterior a un alertamiento sobre que la delincuencia organizada secuestraría a niños de los planteles educativos. El acto originó que María de Jesús Bravo Pagola y el maestro de matemáticas, Gilberto Martínez Vera, fueran detenidos en agosto del 2011 indebidamente, imputándoles el delito de sabotaje y terrorismo, jamás previstos en la ley, acto que originó su libertad.

El 21 de septiembre del 2011, los criminales vertieron en la avenida Ruiz Cortines, a la altura del paso desnivel “Los voladores de Papantla” en el municipio de Boca del Río, 35 cuerpos de 23 hombres y 12 mujeres con evidencias de tortura, yacían en el pavimento desperdigados enviando un mensaje espeluznante al recién gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa quien llevaría a cabo la Cumbre del XI Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores de Justicia, y Procuradores y Fiscales Generales de Justicia el día 22 de septiembre.

La sangre corrió y los veracruzanos comenzaron a vivir los más horrendo hechos que jamás habrían imaginado, pues antes de sus administraciones, Veracruz vivía una tranquilidad en donde las familias podían convivir a diferentes horas del día y también en las madrugadas sin el riesgo de perder la vida.

Las investigaciones actuales de la Universidad de Texas

La Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas y el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan Larios de México, presentaron un análisis de testimonios en juicios contra integrantes de Los Zetas en San Antonio, Austin y Del Río, Texas, investigación que describe la conformación de esta cédula delincuencia y la forma de cómo ésta operan y mantienen el control en Estados Unidos y entidades de México como Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas, San Luis Potosí y Puebla. También explica la vinculación que mantienen con el gobierno federal y gobernadores de dichos estados.

Los nombres de Humberto y Rubén Moreira Váldez –ex gobernador y actual ejecutivo estatal del estado de Coahuila-, como también apoyaron la campaña del ex gobernador del estado de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán y la forma como hicieron sendos “negocios” en su paso en el poder. Situación que persistió dentro del gobierno de su sucesor, Javier Duarte de Ochoa.

Tanto Humberto Moreira y Fidel Herrera Beltrán, provenientes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no dudaron en negar los señalamientos que hicieron los presos que fueron integrantes activos de la organización de “Los Zetas” en los tres juicios, quienes brindan a detalle cada una de las acciones que los mandatarios realizaron en favor del grupo delincuencial. En el caso del ex gobernador de Coahuila, se atrevió a decir que demandará a la Clínica de DDHH de la Universidad de Texas y su director, Ariel Dulitzky, por el supuesto daño “moral” que la investigación le provoca tanto a él y a su hermano, Rubén Moreira Valdez como a la familia de ambos.

Lo cierto, es que dicho reporte presentado, advierte sobre los testimonios realizados por los propios criminales en los procesos judiciales de San Antonio, Austín y Del Río, quienes son realmente los que los vinculan y advierten sobre los sobornos que recibieron por parte de “Los Zetas” para poder trabajar tranquilamente en sus estados.

Para los habitantes del estado de Veracruz la investigación hecha por los investigadores de la Universidad de Texas no es nada nuevo. Se vivió en carne propia desde la llegada de Fidel Herrera Beltrán y la sucesión de Javier Duarte de Ochoa, como la delincuencia era absolutamente controlada a través de su operador número uno, que era Arturo Bermúdez Zurita, en el aquel entonces secretario de Seguridad Pública.

Ingobernabilidad en el gobierno de Yunes

Actualmente con la llegada de panismo a Veracruz y el derrocamiento del PRI en el poder; las cosas no han cambiado en el tenor de la seguridad. Al contrario, se han encrudecido [sobre todo en lo que concierne a la SSP quien opera con un gran porcentaje de la estructura que tenía el hoy preso de Pacho Viejo, Bermúdez Zurita]. Diariamente se reportan desapariciones de taxistas, de niñas y niños, de personas adultas y además, se puede notar la “evolución” de la delincuencia organizada en el tratamiento de sus víctimas.

El actual fiscal General del Estado de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, ha persistido con la tendencia de la impunidad con la que se desarrollaron sus antecesores, Amadeo Flores Espinosa, Reynaldo Escobar Pérez y Luis Ángel Bravo Contreras. Los colectivos de familiares de desaparecidos, han realizado el hallazgo de fosas clandestinas en Colinas de Santa Fe en el municipio de Veracruz y Arbolillo, municipio de Alvarado, restos que no han sido identificados porque el titular de la FGE se queja de no tener dinero para los reactivos que se utilizan para las pruebas de ADN. Pero si tiene dinero para contratar el servicio de iluminación en color rosa proyectada a la fachada de la dependencia en apoyo al cáncer de mama, el cual diario, le cuesta 15 mil pesos por dicho servicio.

La ingobernabilidad y la falta de congruencia en el gobierno yunista ha provocado que existan “levantones” constantes y la ejecución diaria entre 10 a 15 personas las cuales son arrojadas desmembradas a la vía pública y parajes.

El modus operandi de la delincuencia ha “evolucionado”. En el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, la delincuencia organizada podía matar o dejar vivas a las personas con el pago del rescate, claro está, en ambos casos, después de haber sido torturadas para beneplácito de los criminales quienes al parecer se empoderan infringiendo dolor en sus víctimas. En el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, las desapariciones fueron más impresionantes [como también se concentraron en asesinar a los periodistas que molestaban a su gobernador, actualmente preso en el Penal del Norte] y los restos eran arrojados a parajes, carreteras y/o enterrados en fosas clandestinas. También recurrieron a “cocinar” a sus víctimas con ácido para desaparecerlos y después esparcir sus restos en diferentes fosas. El fiscal General del Estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras fue parte indispensable en la difícil situación que vivían los veracruzanos. La impunidad fue recurrente en todas y cada una de las investigaciones que se abrieron por el asesinato de una persona.

Ejemplos de esto, todos. Los cinco jóvenes de Tierra Blanca que fueron levantados por los elementos de Arturo Bermúdez Zurita y supuestamente entregados a la delincuencia organizada [que ahora podemos advertir que eran los mismos, sólo se quitaban el uniforme de policías] y fueron totalmente desintegrados. Otro ejemplo fue el asesinato del de “La Voz México”, Gibrán David Mártiz Díaz en el 2014, antes de concluir el mandato de Fidel Herrera Beltrán y cuando la Procuraduría General de Justicia se encontraba a cargo de Amadeo Flores Espinosa. Según las denuncias del padre del joven, el señor Efraín Mártiz Aguirre, su hijo y otro joven que se encontraba con él, fueron secuestrados por elementos de la SSP.

En conclusión: Fidel Herrera Beltrán no puede argumentar “inocencia”, cuando los veracruzanos han sido testigos y víctimas de su estrecha relación con la delincuencia organizada.