Ley debe aplicarse sin distinciones

*** Si hay alcaldes involucrados en la compra de láminas robadas, deben ser castigados

2017-11-30

Minatitlán, Ver.- La aplicación de la ley debe de ser sin distinciones, paraje para todos los que se ven involucrados en un delito. Sería lo justo, de acuerdo al orden jurídico.
De resultar cierto y comprobado en las investigaciones ministeriales que lleva a cabo la Fiscalía General del Estado, lo expresado por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, en el sentido de que “hay tres alcaldes, por lo menos del sur de la entidad, involucrados en la compra de láminas”, quiere decir que incurrieron en un delito.
Los alcaldes aún en funciones, no son tan ignorantes y menos después de tres años en ejercicio, del valor de las láminas que promueven a través de diferentes programas oficiales.
Por lo tanto, si compraron láminas a mucho menor costo que en el mercado a través de las empresas y supuestos funcionarios “duartistas” que resultaron ser robadas de las bodegas oficiales, sabían que su origen “no era lícito”.
Lo hicieron con la total intención de “ganarse” unos miles de pesos más, ya que seguramente, las adquirieron en un costo, pero en las “facturas” deben de estar “inflados los precios” y de esa manera todos ganaron.
Alcaldes en funciones y los supuestos trabajadores de base en el área de promoción de Asuntos Cívico y Culturales en el Gobierno de Duarte resultaron beneficiados a través de las “empresas comercializadoras”.
Se quiera o no, de acuerdo a las leyes, hay complicidad en el delito. Dicen los refranes populares “tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”.
Y en estos momentos, me viene a la mente cundo funcionaban los famosos Servicios Especiales en el puerto de Veracruz, dependientes de las procuraduría de justicia, que los elementos cuando agarraban a un ratero, un jaulero o roba carros, le daban una buena “calentada”, la operación “tehuacanazo” o lo enterraban en la playa por la noche, para que soltara la sopa y quien le vendía los objetos robados.
Luego los cumplidos agentes especiales, iban por el comprador de objetos robados, le daban el mismo tratamiento, recuperaban lo robado y lo metían a la cárcel, no sin antes bajarle una buena “lana”.
Qué tiempos de la Judicial, dirían quienes tuvieron la oportunidad de vivir esa época y los que ya tenemos algunos años en el camino del periodismo.
Las leyes se han reformado y ahora, hay tanta protección que el delincuente, sigue delinquiendo, principalmente los que tienen dinero, los llamados “ladrones de cuello blanco”.
No pisan una cárcel, se roben lo que se roben. O están unos meses y luego, recuperan su libertad y a seguir robando en los cargos públicos a los que llegan.
Mientras que en la cárcel, hay infinidad de casos de sujetos que robaron un televisión, un radio y tienen años de estar esperando una sentencia. Todo por no tener dinero para pagar un buen abogado que los libre de la cumplida justicia.
De igual manera, la Fiscalía del Estado de Veracruz debe de actuar ya en contra de la supuesta banda de trabajadores ex duartistas que se han dedicado a vender láminas y cobertores robados en las bodegas que fueron oficiales y no darles más tiempo para que huyan como siempre ocurre en estos casos, en donde por ser “políticos, funcionarios públicos o alcaldes” los involucrados, les dan todo el chance para poner “patitas de por medio”.
Las actividades de la banda de trabajadores ex duartistas salen a relucir luego del crimen de cinco personas en la Haciendita, en el Municipio de Banderilla, entre ellas el alcalde de Ixhuatlán de Madero, Víctor Manuel Espinoza Tolentino y su esposa.
De no haber ocurrido éste crimen, la banda seguiría operando tranquilamente a pesar de tener conocimiento las autoridades ministeriales. ¿Cómo se llama eso?
Lo mismo ocurrió en el caso del alcalde electo de Hidalgotitlán, Santana Cruz Bahena, después de su crimen, fue criminalizado de estar relacionado con “huachicoleros”.
La pregunta es ¿si las autoridades ministeriales y policíacas lo saben, por qué no actúan?
AZOTA EL CRIMEN A VERACRUZANOS
Mientras los reclamos por parte del gobernador MAYL siguen en contra de periodistas y medios que difunden la violencia que se vive crudamente en la entidad, Veracruz sigue siendo noticia a nivel nacional.
La nota principal del periódico Reforma es “Azota el crimen a Veracruzanos”.
Es lamentable, pero una realidad. En Veracruz, desde hace más de una década, se vive un verdadero infierno.
Lo que hace años veíamos que ocurría en Reynosa, en Tijuana, en Sinaloa y otras ciudades, hoy diariamente se vive en Veracruz.
A lo largo de la geografía veracruzana hay ejecuciones, descuartizados, secuestros, cobro por el derecho de piso, droga en antros controlados por las células delictivas, violencia y sangre.
La población veracruzana vive “encarcelada” prácticamente.
Sus hogares están enrejados. Se terminó la libertad de poder transitar con tranquilidad a cualquier hora del día, por la sencilla razón, que cuando menos se lo imagina, ocurre un hecho sangriento.
¿Hasta Cuándo los veracruzanos seguiremos así? Hasta la próxima, Primero dios.