El mejor candidato, el peor partido

2018-02-27


Mientras el presidente del PRI en Veracruz, Américo Zúñiga Martínez habla de que hay un empate técnico en el primer lugar, donde no dice con quién y bajo el entendido de que se refiere a la entidad, circulaba por las redes sociales una encuesta de Massive Caller, de Carlos Campos Riojas, sobre la intención de voto para Gobernador, que decía todo lo contrario: Si hay un empate técnico, está entre Miguel Ángel Yunes y Cuitláhuac García con un 30%; mientras que Pepe Yunes araña “a penas”, el 15 por ciento de los resultados.
El optimismo de Américo es seguro que lo sustente con números, que no mostró, pero por principio, me dice gente allegada a él, que se basa en una tesis simple: ¿qué partido tiene al mejor candidato?
II
Si colocamos a los cuatro candidatos que hay por la gubernatura de Veracruz en un paredón, y preguntamos por experiencia, en función de años y cargos, pudiéramos decir que Pepe Yunes Zorrilla aventaja a Miguel Ángel Yunes Márquez, Cuitláhuac García Jiménez y July Sheridan. El de Perote ha sido alcalde, diputado local, federal, senador. El de Boca ha sido alcalde, diputado local y funcionario federal. Cuitláhuac ha sido diputado federal. July Sheridan, diputada local. El parámetro no lo podemos sustentar en cantidad de puestos, sino en calidad y por un lado tendríamos que preguntarle a los involucrados (la sociedad) cómo vieron su trabajo, en el caso de Pepe y Miguel Ángel, como alcaldes, si vieron mejoras, desarrollo o progreso durante su gestión municipal; y en el caso de diputados y senadores, qué calificación merecen como legisladores y cuál como gestores. Aún más, si percibieron la labor de gestoría de los cuatro (Pepe, Miguel Ángel, Cuitláhuac y July) en su entorno. El trabajo de servidor público queda solo para Miguel Ángel, cuando trabajó en la coordinación de Oportunidades de la Sedesol federal.
III
Hay quienes suponen que debe ser Pepe Yunes Zorrilla quien tiene el mejor proyecto de Gobierno porque se supone que desde hace más de ocho años es que muestra interés por ser Gobernador de Veracruz y debe haber trazado por lo menos una estrategia que no sólo sea positiva para Veracruz, sino que convenza a los veracruzanos de ella.
Recientes en sus aspiraciones son Cuitláhuac García, Miguel Ángel Yunes Márquez y July Sheridan, en ese orden; el de Morena, con la experiencia de haber competido en el 2016 por la Gubernatura aunque hay quienes le critican haber frenado la inercia que tenía tras el resultado de la contienda, si de verdad realmente pensaba en ser candidato a Gobernador en el 2018. Cosa contraria hizo Yunes Márquez, quien faltando algunos meses para la conclusión del Gobierno de Duarte de Ochoa, asumió el liderazgo entre algunos alcaldes al grado de tomar Palacio de Gobierno y Casa Veracruz; posteriormente, se movió de un lado a otro dando “cátedra” de lo que era un Gobierno municipal exitoso. July Sheridan, con todo el respeto que se merece, parece sólo una mera ocurrencia, no sé si de ella, de Nueva Alianza estatal, o de ambos.
IV
Siendo fríos, sin fobias ni filias, pudiéramos decir que el PRI tiene al mejor candidato en esta contienda. Y también vale la pena preguntar: ¿Qué partido tiene al peor candidato? De verdad, responda sin colores ni camisas. Por ejemplo, yo podría citar a dos. Morena y Nueva Alianza. ¿Por qué? Porque considero mejores prospectos a Rocío Nahle o Ricardo Ahued que a Cuitláhuac, aunque, conste, esto no es más que sólo percepción particular. Quizás aún no hemos tenido la oportunidad de conocer el talento que no nos dejó ver en San Lázaro García Jiménez y supere en mucho a Nahle y Ahued, así que por ello, López Obrador haya repetido con él como candidato.
En el caso de Nueva Alianza, acudir a un candidato externo cuando pudo hacerlo con un maestro vinculado tanto a cualquiera de las secciones como del partido, mina la credibilidad tanto del Panal como la de July Sheridan, quien parece que trae la consigna de golpear a Morena porque se mueva o se quede quieta.
Ahora que si invertimos la pregunta y cuestionamos qué candidato tiene al peor partido, quizás la respuesta obligaría al lector a desprenderse de colores y siglas, y en un gesto de honestidad consigo mismo, responder… el asunto es si está dispuesto a hacerlo. Aunque claro, a la hora de los votos, poco importa el partido, el candidato, la experiencia, el proyecto, porque quedamos en manos de una democracia más imperfecta que quienes aspiran a gobernarnos.

smcainito@gmail.com