Una familia muy especial
Yolanda Olivares Pérez no cabe de orgullo. No es para menos. Su hijo Benjamín Casco Olivares se titula con Mención Honorífica y lo demuestra al ritmo del sax para deleite de los convidados a esta fiesta, pero no, no fue un recital el que escuchamos... ¡ése fue el viernes! la Mujer y yo no pudimos asistir por razones de trabajo, pero nos tocó el otro recital, ¡el de la salsa! ¡el de la cumbia! ¡el que al ritmo de “No le pegue a la Negra”, hizo que las parejas tomaran el patio de la casa para bailar! Ese patio que hace casi 28 años pisé una noche de sábado o domingo para por primera vez en mi vida, probar lo que era un Zacahuil.
II
Así es… pasaron casi 28 años desde aquella ocasión que llegué a esa casa… dos amigos me llevaron a esos rumbos de la colonia Revolución, en Xalapa, allá a inicios de los 90 del siglo pasado: Gloria y Juan.
A Gloria y Juan los conocí en la parroquia del Calvario, ubicada sobre la calle Revolución. Estábamos en el mismo coro. Yolanda me dice que si no conocí a Ángel Rafael Martínez Alarcón (quien igual era convidado a esa fiesta familiar), pero creo que no nos tocó la misma época.
(Por cierto, aparte de saludar a Ángel Rafael, igual saludé a otro amigo, que igual disfrutaba de esta alegría especial de la familia Casco Olivares: Luis Gerardo Martínez García)
A quien sí conocí en aquel tiempo fue a mi tocayo Benjamín (Casco García), esposo de Yolanda, a quien desde esas fechas admiro por la labor que desarrollaba en pro de los niños en su papel del payaso Zucarita; Yolanda me dice que todavía continúa llevando alegría a los chavales.
III
A mi lado, veo a alguien que se me hace conocido pero no logro ubicarlo. Su singular corte de cabello hace que busque entre mis archivos mentales al personaje… cuando me lo presenta Yolanda, todo se me aclara: Clemente Contreras ¡el famoso Caballo Loco! ¡No! Nada que ver con Dante Delgado y sí mucho que ver con El Drácula, El Jefe Pluma Blanca y por supuesto, La Sombra. Sí, estoy con el compositor de Los Caracoles, quienes recientemente anduvieron por Chicago, Washington, Nueva York, California, Ohio y sepa cuántos estados más del gabacho, en una fiesta que fue dedicada para los indocumentados y también mexicanos y jarochos asentados en Estados Unidos… si recuerda, Los Caracoles en un hecho inédito, bailaron y tocaron por estas calles gringas… le digo que al verlos en Facebook hizo despertar en uno ese orgullo de ver a estos veracruzanos cumplir un sueño para nuestros paisanos del otro lado del río.
Clemente Contreras, creador de “Acelera Loco, acelera” o “El Gran Jefe Pluma Blanca” nos deleita con su charla, con sus inicios, con sus aventuras y sus proyectos e ideales… hasta de cuando dieron el gran paso de Bossa 3 a Los Caracoles, pero lo dejamos en el tintero… lo que no podemos aguantar, es el anuncio que hace de que en Xalapa, este 20, han de hacer una caminata musical de la calle de Zamora al parque Juárez y replicarán ésta en el puerto de Veracruz al día siguiente.
IV
¿Y qué hace Caballo Loco en el hogar de Yolanda Olivares Pérez? ¡Ah! Resulta que Benjamín Casco Olivares fue saxofonista un tiempo de los Caracoles. Por avatares propios de Los Caracoles, hubo lugar a que dos de sus integrantes salieran y Clemente Contreras buscó quién pudiera reemplazarlos y uno de sus hijos que tocaba en el coro de la Iglesia de Xalapa 2000, le sugirió a Benjamín Casco Olivares, quien estaba más puesto que un calcetín…
Por supuesto, no fue nada más de “querer” y ya, porque dice Clemente que aunque su apariencia en el escenario puede dar lugar a pensar miles de cosas, algo tienen en común con sus seguidores: son padres y quieren a su familia, por lo que antes de tomar una decisión, no sólo hablaron con el aspirante, sino también con sus progenitores, Yolanda y Benjamín. Es evidente que además de ser un excelente músico y un profesional, Benji también fue un destacado alumno… su mención honorífica que hace sentir a Yolanda como un totol, toda esponjada, así lo demuestran.
V
Por razones de trabajo, la Mujer y yo tenemos que salir temprano, no sin antes sacudir un poco mi esqueleto y deleitarme con la figura de Brenda al ritmo de “No le pegue a la negra”... a nuestro lado, Eva Barrientos Zepeda y una pareja más, disfrutaban igual del talento de unos jóvenes músicos que acompañaban a Benja con el sax. Si se dan cuenta, aquí no hay cargos ni representaciones políticas o periodísticas… había puro amigo. Salimos de ese hogar que hace casi 28 años me convidó no sólo del primer zacahuil que probé en mi vida, sino de la calidad y calidez que hacen de cada uno de sus integrantes (Yolanda, su hija Jordana, los dos Benjamines tocayos míos) una familia muy especial.
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