Borrón y cuenta nueva de AMLO

2018-08-02

Inicio este escrito con el 25 por ciento que me queda de batería en el celular y con lo que resta de la luz del día que termina y entra por la ventana. No hay servicio de energía eléctrica, al menos en lo que respecta en el edificio donde vivo. No, no fue un “Bartlettazo” por la columna de ayer, sino es consecuencia de la tormenta eléctrica que azotó la capital jarocha proseguida de inclemente aguacero.

Hay que agregar que si bajó al 25 por ciento de batería mi cel, se debió a los 20 minutos que inútilmente intenté contactar a un operador de la CFE para reportar las variantes de voltaje que había en el depa que parecía que mi hogar era azotado por un “Poltergeist”. Al final opté por colgar. Intenté aprovechar el tiempo y colocarme frente a la laptop, cuando me di cuenta que no había luz… ¿y qué tiene que ver la ausencia de servicio de energía eléctrica con mi laptop? ¡Ah! Es que para evitarme que por una razón u otra se me cierre el programa donde escribo y como es
habitual que olvide “salvar” o “guardar” el documento como marcan los cánones: a cada rato, escribo en algo que se llama “Drive” que en un segundo o dos, lo hace por mí: “guarda” el documento. Por eso opté por escribir en el celular, aprovechar mis “Datos”, es decir, mi plan de internet ante la ausencia de WiFi, e iniciar la columna y recordar cuánto me arrepiento de no haber hecho caso a la Mujer cuando me dijo que comprara ese móvil gigantesco, pero no, no quise… quise uno que cupiera en mi bolsillo del pantalón y que no llamara la atención aunque ahora pague las consecuencias de tener vista cansada y dedos chuecos que a veces me hacen re-escribir varias palabras.

Bueno, pero el asunto de la falta de luz en la casa me llevó al borrón y cuenta nueva que anunció López Obrador para aquellos deudores que mantienen “resistencia civil” por el alto costo con que llegan los recibos de la CFE a sus hogares.

Por un lado, recuerdo que hace años los municipios vecinos a Laguna Verde, se quejaban de que parecía que les cargaban la mano con el recibo; incluso, por esa zona, nació y creció la figura de El Potro, Francisco Fernández Morales, iniciador de la resistencia civil contra la CFE y se unieron a su lucha habitantes de Emiliano Zapata, Ursulo Galván, Actopan, Alto Lucero, La Antigua y Puente Nacional, y es posible que otros.

(¡Ya llegó la luz! Me paso a la Laptop)

Si no mal recuerdo, El Potro compitió por una curul local vía
el PAN, llevándose entre las patas a Héctor Yunes Landa, quien era candidato del PRI. Después, Fernández Morales cayó en la cárcel acusado por algo así de “robarle a la nación”. Estuvo preso creo que tres años y después le perdí la pista. Su movimiento igual se perdió pero algunos candidatos lo empleaban como bandera política, entre ellos el mismo Héctor Yunes Landa, quien cuando pre-candidato a la gubernatura, me tocó todavía ver que se acercaban a pedirle su intervención para que “le bajaran a las tarifas eléctricas” en algunos poblados.

El borrón y cuenta nueva de López Obrador para quienes adeudan
a la CFE por motivos de “resistencia civil” y eso sí, con fecha previa al primero de julio (para que no se le ocurra de aquí a diciembre echarse a la hamaca con los pagos), me pone a pensar en eso de que los trabajadores (sindicalizados) de la Comisión Federal de Electricidad están exentos de pago por dicho servicio.

Sin querer, nos encontramos millones de mexicanos en medio de dos extremos: Por un lado, aquéllos que no pagan “por resistencia civil” y por el otro, los que no pagan por ser trabajador de la CFE a costa de una prestación pactada entre la Comisión y el Suterm… y entre éstos, los que religiosamente corremos a los cajeros automatizados para evitar que nos corten la luz por falta de pago.

Creo que todos estamos de acuerdo en que más que una “cuenta nueva”, algunas escuelas, algunas clínicas, algunos espacios que prestan servicios de atención, ayuda, conocimiento, deberían estar exentos de pago… previo estudio; y en el caso de los que hacen “resistencia civil”, ¡híjole! el antecedente de El Potro los deja mal parados… los jueces actuaron conforme a derecho… Ahora, si usted es trabajador de la CFE, ni le pregunto, pero qué opinará la demás gente que tiene que pagar luz puntual…

En fin… no me queda más que agradecer a los trabajadores de la CFE que resolvieran los problemas de voltaje que había en el edificio que vivo, porque eso sí hay que reconocerles: cuando hay una falla, al menos por mi rumbo, la resuelven de volada, aunque no deja de hacerme bulla el “borrón y cuenta nueva”. Por un lado, habla de la bondad del hoy poderoso, quien sólo con su palabra, resuelve. Pero por otro, está a un paso de poner por encima de la Ley sus principios. Al final, el poder otorga el derecho.