Juan Carlos Molina, liderazgo

Edgar Hernández

Línea Caliente

2019-01-08

A seis meses de la sonada derrota en las urnas que lo llevó a perder la Presidencia de México, diputaciones y gubernaturas, entre ellas la de Veracruz, colocándolo en ominoso tercer lugar, el PRI da las primeras señales de vida.

En el tradicional acto anual que evoca la promulgación de la Ley Agraria, a 104 años de su expedición, organizado por el líder campesino Juan Carlos Molina, el PRI mostró que no está muerto.

Ni andaba de parranda llorando sus tristezas.

Más de cinco mil simpatizantes en señalado acto en el WTC de Boca del Río, refrendaron su lealtad a ese partido en momentos en que Morena da tumbos ante la situación de ingobernabilidad a la que está llevando a la república.

Se recordó que en Veracruz la última elección –la del pasado primero de julio- dejó una brutal enseñanza de derrota, pero también 580 mil votos priistas que al calor de la victoria opositora nadie se atreve a contar.

La dirigencia priista nacional encabezada por Claudia Ruiz Massieu determinó a la par con el dirigente quien más arrastre tiene entre los grupos mayoritarios, Juan Carlos Molina, que Veracruz fuera la sede de arranque de la recuperación de los espacios electorales y de poder perdidos.

Y nada más emblemático que el aniversario de la expedición de la primera Ley Agraria que tradicionalmente se conmemora en Veracruz en donde la propia dirigente nacional Claudia Ruiz Massieu, destacó que “habrá acuerdos, pero no pactos con Morena que puedan afectar a los mexicanos”.

“¡Seremos más combativos que nunca!”, agregó.

Así, el evento del pasado domingo, concitó al priismo nacional y, por ende al veracruzano en refrendo a su lealtad partidista.

La señal fue clara, nítida y manifiesta ante la presencia del representante de Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal, Víctor Villalobos Arámbula, así como el líder de la CNC, Alfredo Hernández Deras: “El PRI está vivo y actuante”.

En ese marco el dirigente cenecista Juan Carlos Molina –acompañado de líderes sociales, alcaldes, diputados locales y federales del PRI, Morena, MC, el Partido Verde, PAN y PES- también habló de lo propio, del desolado agro.

Destacó que “solo en la unidad, olvidándose de las siglas partidistas, el campo mexicano podrá resurgir para convertirse en el pilar económico del país en beneficio de las clases mas necesitadas”.

En consonancia la dirigente nacional priista señaló que el “PRI no está debilitado ni muerto, tampoco el evento agrario ha perdido fuerza con el paso de los años.
“Somos un partido que siempre ha luchado por el campo y no estamos de acuerdo con el recorte millonario impuesto por el actual gobierno”, concluyó.

El evento pues arroja varios saldos en favor del PRI y sus integrantes.
Revive en primer término a una institución que ya no daba señales de vida. Coloca asimismo al PRI como un partido contestatario y celoso vigilante de la institución gubernamental.

Y a nivel Veracruz, posiciona en primer sitio a Juan Carlos Molina, a quien no solo su gremio, sino la militancia priista, ve con buenos ojos para dirigir al partido en Veracruz, en momentos en que la dirigencia estatal está vacante y llena de carroñeros que quieren capitalizar los despojos.

Molina quiere y puede.

Se ha visto acosado por el grupo de Héctor Yunes; han pretendido los dinos priistas de Brito y el “cabeza de lata” ponerle piedras en el camino y las rémoras pepistas encabezadas por Américo Zúñiga le han apostado al descredito y descalificación; asimismo su pobre bancada legislativa lo ha empujado a la deserción ante la exigencia de pactos inconfesables… pero el ranchero de la CNC ahí está con ese estilo acaso brusco, pero claro.

Y de que la quiere, pues la quiere.

En las próximas semanas 250 Consejeros políticos habrán de definir el destino del PRI en la entidad por la vía de la consulta a la base, aunque luego de lo sucedido el domingo anterior ya se observan señales de humo… y no muy negro ya que la propia Claudia Ruiz Massieu apuesta por Molina.

Tiempo al tiempo.