JUICIO POLÍTICO A TRUMP PERO SE QUEDA

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que equivale a la de Diputados de México, aprobó someter a juicio político al presidente Donald Trump, lo cual no necesariamente significa que será destituido. El caso pasará, en enero, al Senado norteamericano y ¿qué creen que sucederá? Pues que esta Cámara simplemente lo declarará inocente de los cargos que le imputan como en su momento ocurrió con Bill Clinton (1999), a quien también le hicieron juicio político por perjurio y lo exoneraron en aquel caso de la becaria Mónica Lewinsky con quien el seductor inquilino de la Casa Blanca había sostenido un lance amoroso.

No corrió la misma suerte Richard Nixon (1974), quien iba derechito al juicio político pero reaccionó a tiempo y prefirió renunciar a la presidencia antes de que vergonzosamente lo pusieran de patitas en la calle por obstruir la justicia y conspirar para encubrir el caso Watergate.

Y en 1868 el presidente demócrata Andrew Johnson también fue sometido a juicio político y por un voto se salvó de la destitución.

Pues bien, volviendo al presente, no se alegren los que odian al orate Trump y no se inquieten sus admiradores, la Cámara de Senadores está dominada por la mayoría republicana, que apoya al presidente y seguramente votará a su favor.

¿De qué lo acusan? De haber presionado al gobierno de Ucrania para que le proporcionara información perjudicial para usarla contra Joe Biden, político demócrata, ex vicepresidente y potencial aspirante a la presidencia de Estados Unidos.

En conclusión, dos presidentes, Jhonson y Clinton, no fueron destituidos. Nixon prefirió renunciar antes. Trump es el cuarto en este trance.

¿Hagan sus apuestas? ¿Se va o se queda?